Elmar Moller fue la pesadilla española en la primera jornada de la segunda ronda de la Copa Davis, que se disputa este fin de semana en Marbella. El número 113 del mundo liquidó a Jaume Munar, número 37 y líder de un equipo español que afronta sin Carlos Alcaraz este torneo, en un partido delirante donde el balear se fue empequeñeciendo sorprendido por la agresividad y precisión de su oponente. Con el triunfo inicial de Helgar Rune ante Pablo Carreño, España queda contra las cuerdas. Este domingo se disputan el dobles y los otros dos individuales. España debe ganar los tres partidos. Dinamarca lo tiene en la mano.
Moller logró una de las victorias más importantes de su carrera. Acabó tendido en el suelo con las manos en la cara, como cualquier ganador de un Grand Slam, cubierto de tierra y de gloria. Tras perder el primer set por 6-2, con un Munar más seguro, dominador desde el fondo de la pista y sin errores no forzados, el danés sacó lo mejor de su abanico de golpes. Subió la velocidad, sacó el látigo que tiene en la derecha y se la jugó. Y se puso 0-4. Munar no sabía por dónde jugarle, con una marcha menos, más preocupado de no perder que de ganar. Moller resolvió el set por 6-1. Rune levantaba el puño en la grada.
La Davis da lugar a momentos mágicos. Y en esta ocasión, al menos este sábado, esas imágenes esquivaron a España. El miedo a ganar afectó a Moller, de 22 años, que ya no era aquel extraterrestre. Munar se serenó y aumentó la agresividad. Y el partido se encaminó a un 4-4 que fue definitivo. Pese a su mayor inexperiencia (aunque acumulaba nueve rondas de Davis), Moller estaba lanzado, y recuperó sus golpes ganadores. Le rompió el saque al balear, cabizbajo, y aseguró el saque aprovechando la segunda de las tres bolas de partido que dispuso. El 0-2 es una losa elevada para una España que empezó con mal pie apenas unas horas antes.
El primer partido, con poca historia
Carreño le compitió a Rune en el primer set (7-5), pero el danés aceleró después (6-3)
Todo empezó y acabó mal. Con un saque directo y el puño en alto despachó el número 11 del mundo, Holger Rune, a Pablo Carreño, en menos de dos horas en el primer partido de la segunda ronda de la Copa Davis, que se disputa este sábado y domingo sobre la arcilla de Marbella. El tenista español llevó el primer set al límite (7-5), pero en el segundo un 0-3 inicial a favor del danés decantó la balanza (6-3).
Dinamarca se apuntó el primer punto, algo lógico teniendo en cuenta el ránking y la temporada de ambos tenistas. Rune, de 22 años y número uno de su país, ha tenido una temporada de altibajos, sin suerte en los Grand Slams (quedó fuera en segunda ronda en el US Open), pero con la final de Indian Wells, en pista dura, y la victoria en el Conde Godó ante Carlos Alcaraz.
Esa mejor versión fue la que venció a Carreño, de 34 años y 123 del mundo -llegó a ser en su mejor momento en la décima posición ATP-, quien no ha tenido su mejor temporada, pues lleva desde 2023 encadenando lesiones.
Pero no se notó en el primer set. La animosa grada de Marbella le espoleó para romperle el saque el todopoderoso gigante danés. Preciso en el servicio, con un juego repleto de recursos, con dejadas que descolocaron a Rune, Carreño la mantuvo el pulso aunque perdió la ventaja. El número 11 del mundo siempre estuvo un punto más alto en el juego en los momentos determinantes. Ambos llegaron a 5-5 y ahí Rune evitó el tie break con una rotura para apuntarse el set (7-5).
La brecha parecía ya insalvable. Con un gran saque, presionando desde la red y una derecha demoledora, se puso 3-0 rápidamente. Tras el mejor punto del encuentro, una sucesión de dejadas, golpes al final de pista y voleas, Carreño dio síntomas de vida. Ese punto sacó su mejor juego. E igualó 3-3, pero fue un espejismo.
Rune puso la guinda con un ace. Aunque el asturiano se había impuesto en tres de los últimos enfrentamientos directos, el último tenía la fecha de 2022.