Vacherot completa su hazaña conquistando el título en Shanghái ante su primo

Tenis

El monegasco, que llegó al torneo desde la previa y como 204 del mundo, logra el primer trofeo de su carrera tras vencer a Rinderknech (4-6, 6-3 y 6-3)

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Valentin Vacherot posa con el trofeo de campeón del Masters 1000 de Shanghái junto a su primo Arthur Rinderknech.

HECTOR RETAMAL / AFP

Probaré suerte en Shanghái, algo loco puede suceder”, decía el 17 de agosto Valentin Vacherot, con un hueco en la previa del evento chino por la baja de nueve tenistas. Para entonces, el monegasco, 204 de la ATP, vivía una realidad tenística humilde, eliminado en primera ronda de un torneo menor, de nivel challenger, como el de St. Tropez. Sin embargo, para el del Principado eso es desde este domingo parte de su vida anterior tras escribir una de las historias más idílicas del tenis: campeón del Masters 1.000 de Shanghái con el ranking más bajo de siempre.

“Ni siquiera entiendo qué hago aquí. Empezaré a asimilarlo en los próximos días. Ahora solo quiero disfrutar”, dijo el ahora 40.º mejor tenista del mundo, de 26 años. Su presencia en China pudo ser breve. Perdió el primer set en su estreno y sobrevivió en un segundo parcial a cara o cruz. Aún no lo sabía, pero ese salvador break en la previa ante Basavareddy cambió para siempre su carrera. Hasta hace unos días había ganado 594.000 dólares y solo en Shanghái ha ganado 1,1 millones de dólares.

Probablemente en su debut ya estaba acompañado en la grada del tenista Arthur Rinderknech, su primo y uno de sus apoyos, siempre en su palco durante sus partidos y a la inversa, que le siguió en paralelo hasta la final por la otra parte del cuadro. Infinitas vivencias juntos, entrenando desde los 10 años y hasta la Universidad de Texas, confluyeron en un duelo por el primer título de ambos. La guinda familiar para un relato extraordinario que presenció desde el palco Federer. “Hubo mucha emoción. Fue único para la familia. La historia es excepcional”, explicó Vacherot tras remontar el partido (4-6, 6-3 y 6-3).

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Vacherot celebra su triunfo en China. 

ALEX PLAVEVSKI / EFE

Rinderknech, de 30 años, hizo valer su mejor ranking, hasta ayer 54.º, en el set inicial. El monegasco, que llegaba a Shanghái con solo 20 partidos ATP, estuvo errático en el resto y cedió su servicio en la primera ocasión. “No fue fácil de gestionar. Jugó mejor que yo un tiempo”, indicó después un Vacherot que se sacudió la tensión con un revés paralelo ganador que decantó la segunda manga. El de Mónaco, verdugo de Djokovic, Rune y Bublik, llegó pleno de confianza al desenlace del duelo, mientras que Rinderknech tuvo problemas físicos en la espalda.

“El tercer set fue mi mejor del torneo”, reconoció Vacherot, que tras celebrar incrédulo el triunfo más importante de su carrera, el primero de un monegasco en un Masters 1.000, se fundió en un abrazo en la red con su primo. La imagen emocionada de ambos en la entrega de trofeos fue el epílogo perfecto. “Abuela y abuelo, trabajo para que estéis orgullosos”, escribió en la cámara Vacherot. Pese a perder, seguro que Rinderknech también estaba orgulloso.

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