Comprar una casa es un objetivo que muchos consideran básico, pero para algunos en España se ha convertido en una misión casi imposible. Entre los requisitos, las barreras económicas y un sistema que parece más enfocado en desanimar que en facilitar, las opciones se reducen drásticamente. Para quienes no quieren rendirse, las alternativas en el extranjero empiezan a cobrar fuerza, como demuestra el caso de una canaria llamada Paola que decidió mudarse a Holanda.
Después de dos años intentando obtener una hipoteca en España sin éxito, esta joven encontró en los Países Bajos la solución que buscaba. “Te piden tantas cosas que se hace inviable: avales, un porcentaje alto para la entrada, una nómina altísima... Y si eres autónomo, olvídate”, explicó al recordar su experiencia en el sistema español.
En contraste, Holanda le ofreció un camino mucho más sencillo. El proceso allí fue radicalmente diferente. En tan solo un mes, logró obtener la hipoteca y concretar la compra de su nueva casa. Las condiciones, según explicó, son mucho menos exigentes: “Aquí no me pidieron avales ni un contrato permanente, aunque sí uno de un año, pero eso es fácil de conseguir. En comparación, fue mucho más sencillo”.
Pocas posibilidades
La situación de España genera desilusión entre los jóvenes
La frustración que vivió al intentar hacerse con una vivienda en España no es un caso aislado. Para muchos españoles, la combinación de precios elevados, requisitos excesivos y la precariedad laboral dificulta el acceso al mercado inmobiliario.
En su experiencia, el sistema español no solo dificulta, sino que casi imposibilita progresar en la vida: “En España es imposible avanzar. Mucha gente se está yendo porque aquí no te dejan progresar. Lo siento, pero es así”.
Paola considera que en España solo hay trabas para progresar
El testimonio de Paola refleja una realidad que empuja a cada vez más personas a buscar oportunidades en el extranjero. Holanda, con un sistema más flexible, se perfila como una de esas alternativas. Pero detrás de esta decisión no solo hay mejores condiciones económicas, sino también un mensaje claro: las trabas en España están alejando el talento y el esfuerzo.