Aprender de los países nórdicos

Opinión

Aprender de los países nórdicos
Profesor emérito y exdecano de Esade Business School

Los países nórdicos de Europa han sido admirados por sus políticas sociales a favor del bienestar de su población. Pero ahora podemos aprender de su modelo de crear empresas gigantes que dominan los mercados mundiales.

Una de las compañías farmacéuticas, Novo Nordisk, tiene más valor capitalizado que las grandes fábricas de coches y de maquinaria. Se creó hace más de cien años en Dinamarca. No pudo financiarse en el mercado de capitales danés y tuvo que emitir acciones y deuda en el mercado de Londres. Se dedica a producir productos farmacéuticos que luchan contra las enfermedades crónicas como la diabetes y, más recientemente, su éxito se debe a un tratamiento contra la obesidad.

Desde Suecia a Noruega y Dinamarca, esos países han creado tantos productos de éxito hasta el punto de que teniendo solamente el 0,3% de la población mundial son capaces de generar el uno por ciento del PIB del mundo (The Economist).

Una niña muestra la bandera sueca de cara a la celebración de la boda de la princesa heredera Victoria de Suecia y su prometido, Daniel Westling, en Estocolmo

Una niña muestra la bandera sueca, en una imagen de archivo

Propias

Norges Bank (Noruega) ha centralizado en Nueva York sus operaciones de inversión en acciones y deuda pública de las grandes compañías y estados europeos, pero no de China. Sería difícil no encontrar en la Bolsa española las participaciones de este fondo de inversión, desde el 1,5% al 3% de todas las compañías del Ibex 35. Comerciales o bancarias.

Esos gigantes nórdicos tienden a ser más rentables a pesar de su fuerte crecimiento. La naviera Maersk propuso al Gobierno español cambiar el sistema de combustión de más de 700 buques mediante hidrógeno verde que le suministraría una compañía pública española.

En Suecia, los fondos de las pensiones públicas pueden financiar proyectos industriales que supera la oferta de los bancos de inversiones.

Algunos políticos españoles tratan de imitar el modelo de negocio de las grandes compañías americanas. Es posible que las políticas proteccionistas del presidente Trump (y de su asesor Elon Musk) encarezcan con aranceles los productos que fabrica Europa. Pero eso no preocupa a las compañías europeas nórdicas.

España no ha quedado rezagada. A pesar de las fuertes críticas que la estrategia de Ferrovial despertó, lo cierto es que la compañía quiso cotizar en la bolsa de Ámsterdam (en tiempo real con Nueva York) pues buena parte de su cartera de negocios son las concesiones de autovías y autopistas que la compañía ha obtenido en Estados Unidos. En perspectiva, la estrategia de Ferrovial parece haber seguido el modelo de las grandes compañías nórdicas europeas. Algún día Inditex podría seguir una política similar, pero por ahora su diversificación internacional la aparta de Wall Street.

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