Renault puede decir que el 2024 le fue bien. El grupo dirigido por Luca de Meo vio un incremento de ventas, facturación, márgenes estables y una estrategia que va dando resultado en un momento de dudas en el sector. Mejor de lo esperado por los analistas, mantiene las buenas perspectivas para el 2025, lejos de los momentos de crisis de hace unos años. Pero el beneficio sufre por su alianza histórica con Nissan.
El resultado neto fue de 752 millones de euros, un 66% menor por impactos extraordinarios de 2.000 millones por la depreciación en sus acciones e inversiones en Nissan. Sin el impacto, el resultado crecería cerca del 20%, a 2.762 millones de euros, detalla en las cuentas presentadas este jueves. Renault posee un 35,7% del capital, pero las relaciones se han ido enfriando y mantiene su intención de ir recortándola. El grupo se mantiene atento a la nipona, tras la caída de las negociaciones para fusionarse con Honda.
Renault salva por ahora la crisis del motor europea, en un entorno de ralentización de la demanda y la transición a la movilidad eléctrica. Junto a Ferrari, fue de las pocas grandes que no tuvo que lanzar un profit warning para ajustar objetivos en el 2024, destaca Bloomberg. El consejero delegado, Luca de Meo, ha destacado que “continúa mejorando su rendimiento operacional, ejecutando su estrategia y cumpliendo sus objetivos”. Todo tras “una profunda transformación del grupo”. Las cuentas apuntan a una situación mejor a la de sus rivales. Tras sacar a la firma de una crisis de resultados y reputacional -con la detención del exmandamás Carlos Ghosn por medio-, ha sentado las bases para su futuro.
El italiano separó hace años los negocios eléctricos (Ampere) y de combustión e híbridos (Horse), lo que permite avanzar en ambos frentes. Con Horse, su alianza para motores de combustión e híbridos con la china Geely y Aramco, da respuesta a un segmento pujante a la espera de la adopción eléctrica a gran escala. De hecho, De Meo apuesta más por Geely que por Nissan en el juego de alianzas. “Estamos preparando el siguiente capítulo” aventura el directivo.
Los ingresos crecen un 7,4%
En el 2024 los ingresos crecieron un 7,4%, hasta los 56.200 millones de euros, mejor de lo esperado. “Todas nuestras marcas (Renault, Dacia, Alpine) han registrado crecimientos”, asegura en un comunicado. La rama del automotor crece un 5%, hasta los 50.159 millones de euros, y la financiación un 35%, a 5.644 millones.
El beneficio operativo llegó a un récord de 4.263 millones (+3,5%), con un margen del 7,6%, tres décimas inferior. Superó en todo caso las previsiones de los analistas gracias a los menores costes -700 euros variables menos por vehículo- y los nuevos modelos. De cara al 2025 el grupo espera un margen operativo de hasta el 7%. La reducción se explica por un impacto de unos 500 millones de euros por la normativa de emisiones europea, más estricta, que rige entre los fabricantes este 2025. La empresa pretende reducir el impacto “maximizando la penetración de eléctricos e híbridos”. Descarta unirse a otros para mejorar cifras.
El grupo vendió 2,26 millones de vehículos, el 1,3% más. Por mercados, en Europa aumentó ventas el 3,5%, a casi 1,6 millones. Sirvió para compensar caídas en América Latina, del 8,3% a 245.000 vehículos, o la región Eurasia, Africa y Oriente Medio, con un descenso del 1,4% a 310.000 unidades.
Ofensiva de producto también en el 2025
En la carrera eléctrica, un tercio de sus ventas en Europa fueron electrificados -4,1 puntos más, contando eléctricos e híbridos convencionales y enchufables-. El 9% de las ventas son eléctricos puros, “en un año de transición en la gama del grupo”.
En el 2024 una de sus estrellas ha sido el R5, rescatado del pasado con una versión eléctrica. El lanzamiento de siete modelos -entre ellos el eléctrico R4- y dos renovaciones mantendrán la tracción en el 2025. “Renault se beneficiará del impacto anual de los lanzamientos del 2024 y la ofensiva de productos del 2025, combinado con la aceleración de la reducción de costos”, señala en una nota.
Una de sus apuestas a futuro es el Twingo, que partirá de unos 20.000 euros, buscando democratizar el acceso a esta tecnología. De Meo ha mencionado también el lanzamiento de un eléctrico pequeño de Dacia, que se fabricará en Europa y costará “menos de 18.000 euros”.
El grupo propone elevar el dividendo a 2,2 euros, un 19% más que el año anterior. Tras los resultados, las acciones de Renault corregían un 2,5% a media sesión, si bien remontan cerca del 40% en el último año.