Sapa: tecnología puntera vasca en el ejército de EE.UU.

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La compañía se propone crecer con el fichaje de Raül Blanco y convertirse en el proveedor de referencia para movilidad en los países de la OTAN

Raül Blanco, nuevo director de estrategia de Sapa

Raül Blanco, nuevo director de estrategia de Sapa

Gemma Sánchez / ACN

Una compañía familiar vasca, con orígenes en Guipúzcoa, especializada en la tecnología de movilidad de vehículos sobre ruedas, se ha convertido en una de las aliadas de referencia para el ejército más potente del mundo, el de Estados Unidos. Su tecnología ofrece a la ‘US Army’ una ventaja competitiva que pocas firmas en el mundo le pueden garantizar. Este es el presente y el futuro de Sapa Plasencia, el grupo de la familia Aperribay que acaba de fichar a Raül Blanco, expresidente de Renfe y ex secretario general de Industria, como nuevo responsable de estrategia.

Los orígenes de la actual Sapa hay que encontrarlos en los años ochenta. España entró en la OTAN y recibió del Pentágono carros M60. Un acuerdo que llegó acompañado de contraprestaciones: su mantenimiento. Sapa se implicó y así empezó a conocer el sector industrial militar de Estados Unidos. La compañía de los Aperribay estableció contacto con altos mandos militares y con grandes del sector, como General Dynamics o Allison. A principios del nuevo siglo, Sapa decidió que para ser estratégicos había que generar tecnología propia. Y se puso manos a la obra. El resultado fue la transmisión de vehículos de cadenas aplicable a usos extremos más avanzada del mundo.

Con 100 millones estimados de facturación, la clave de la transmisión de Sapa es su eficiencia

“Sapa asumió que tenía algo que aportar y se centró en la eficiencia”, explica Joaquín Esteban, director del área de defensa de la compañía. Esto colocó a la firma vasca en una situación privilegiada. “Misma potencia, con menos consumo” ofrece una ventaja competitiva a cualquier ejército, añade el directivo.

La relación de Sapa con la gran industria y el ejército de EE.UU. es “muy profunda”. Raül Blanco lo ha comprobado de primera mano hace unos días. El nuevo responsable de estrategia visitó las instalaciones propias en Detroit y allí escuchó repetidamente dos términos: “innovación” y “eficiencia”. Sapa, de hecho, está presente en los programas de I+D más potentes del Pentágono y de grandes compañías. En los próximos meses puede haber novedades que hagan que el grupo español escale aún más. En el 2023 la facturación fue de 70 millones y en el 2024 rondará los 100 millones . “Nos hemos ido adaptando a las demandas” de EE.UU., remarca.

El objetivo de Sapa está trazado en el horizonte: “Ser la empresa de referencia en movilidad en la OTAN”, repiten los dos directivos La compañía ve el futuro con optimismo. Por un lado, porque se avecina otro acelerón del gasto militar. El mundo vive una situación convulsa y el sector militar es prioritario. Un dato que ofrece Raül Blanco: el presupuesto del Pentágono es de 3.000 millones de dólares al día. Por otro lado, porque la normativa estadounidense obliga a que la producción se realice en el país. De forma que la planta de Sapa en Detroit podría ganar aún más relevancia. Los aranceles, por tanto, no afectarían al grupo vasco.

Planta de Sapa en Detroit

En la planta de Detroit desarrolla las transmisiones de vehículos de cadenas

LV

En España, Sapa es uno de los promotores del blindado 8X8 que está a punto de recepcionar el Ministerio de Defensa. La firma vasca se encarga del conjunto motopropulsor de un vehículo que será el más avanzado de su categoría a nivel mundial. También tiene en desarrollo el VAC (vehículo de apoyo de cadenas).

La compañía está presente en programas de investigación del Pentágono

Las instalaciones de Sapa están repartidas entre Andoain, Madrid, Jaén y la citada Detroit. En Guipúzcoa se ubica un centro de investigación que desarrolla posibles situaciones reales a través de un complejo software propio y la propia planta de producción. Y en Andalucía acaba de anunciar un nuevo polo tecnológico en Jaén. El grupo cuenta con casi 300 profesionales.

¿Hacia dónde mira Sapa? “La posibilidad de hibridar movilidad y electricidad tiene futuro”, asegura Joaquín Esteban. La compañía también tiene un pie puesto en la aviación, donde ha comenzado a explorar algún proyecto. Y, como es conocido, está presente en el Perte del vehículo eléctrico con el objetivo de aprovechar sus transmisiones punteras en el sector civil.

Sapa también es accionista de Indra (7,94%), una apuesta “con voluntad de permanencia y estabilidad”. Y podría no quedarse ahí: “Si hay otras oportunidades de inversión en el futuro, las exploraremos”, asegura el grupo vasco, consciente de ser uno de los actores relevantes de un sector en auge.

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