Durante décadas llegaban en buses, automóviles destartalados e incluso en trenes. Todos compartían un sueño: poder desarrollarse como artistas en la meca del cine, tanto delante de las cámaras como detrás de ellas. Y aunque durante un tiempo tuvieron que ganarse la vida como camareros o en otros trabajos menores para poder pagar la renta, muchos lograron el objetivo y pudieron concretar su cuota del sueño americano para que Los Ángeles se convirtiera en su lugar de residencia permanente.
Pero en los últimos años, las cosas han ido de mal en peor. Primero fue la covid, que como en el resto del mundo obligó a una quietud obligatoria. La recuperación fue lenta, pero en el 2023, la huelga de guionistas, a la que siguió la de los actores, detuvo una vez más la producción audiovisual. Y aunque todos esperaban que pronto eso fuese simplemente un mal recuerdo, nada volvió a ser lo que era en la fábrica de sueños. La especulación inmobiliaria no mejoró las cosas. Inversores de todo el mundo han llegado a California en los últimos años para apostar en un mercado en el que es posible ganar fortunas en poco tiempo, con precios en Los Ángeles que promedian el millón de dólares aun en vecindarios modestos. Los alquileres siguen esa tendencia y hoy es casi imposible alquilar un estudio por menos de 2.500 dólares al mes. El precio de un piso de tres dormitorios ronda los 4.000 dólares, aunque puede ser muchísimo más en las áreas más exclusivas de la ciudad.
El gobernador de California ha aprobado una ley con fondos para estimular los rodajes en el estado
Todo eso, sumado al incremento constante de los productos básicos, ha convencido a muchos de que era hora de iniciar el camino de regreso. Incluso los que intentaron resistir, buscando el dinero en trabajos temporales mientras la industria del cine se recuperaba, han descubierto con pesar que nadie quiere pagar más de 20 dólares la hora, por lo que un mes de trabajo duro alcanza solamente para pagar el alquiler.
Los incendios en Los Ángeles han sido la gota que colma el vaso
Los que esperaban un cambio en el 2025 se han encontrado con que el panorama ha empeorado. Los incendios que devastaron áreas enteras, como los exclusivos enclaves de Pacific Palisades y Malibú, y otros mas democráticos como Altadena, han vuelto más complicada la situación inmobiliaria. Las tarifas aduaneras que Donald Trump ha impuesto en los socios comerciales de donde llegan muchos de los productos que llenan las góndolas de los supermercados anticipan un incremento en los precios que volverá todo aún más difícil.
¿Es posible una recuperación? El gobernador de California, Gavin Newsom, apuesta por ello y es por ello que ha conseguido aprobar una ley que incrementará notablemente los fondos para estimular los rodajes en el estado. A partir de julio, pasará de 330 millones de dólares a 750 millones. Y a eso se suman los esfuerzos de la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Brown, que el verano pasado organizó un consejo de líderes de la industria del entretenimiento para buscar formas que eviten que más rodajes se marchen. Y aunque no ha aportado dinero, al menos simplificó el proceso para solicitar permisos de rodaje, un verdadero dolor de cabeza que nada tiene que envidiarle al que complica filmar en las calles de Nueva York.
Sin embargo, nada de eso garantiza que las filmaciones se quedarán en casa, ya que abundan los beneficios que ofrecen otros estados para se hagan allí. Nuevo México, por ejemplo, tiene una estrategia de estímulos fiscales que ha dado muy buenos resultados, lo que ha llevado a Netflix a invertir allí unos 575 millones de dólares para series como Stranger things , y además ha construido cuatro foros de sonido en los estudios que tiene en Alburquerque. Georgia tiene estímulos fiscales igualmente importantes, por lo que gran parte de las filmaciones de las películas de Disney se han hecho durante muchos años allí.
Algo similar ocurre en otras partes del mundo. La reciente ganadora de tres Oscars, The brutalist , pudo realizarse por 10 millones de dólares porque aunque su historia transcurre mayoritariamente en Estados Unidos, fue filmada íntegramente en Budapest. Y en estos días llega a las pantallas estadounidenses The penguin lessons, con Steve Coogan y Jonathan Pryce. Ambientada en 1976 en Buenos Aires durante los primeros días tras el golpe militar, con la excepción de algunos exteriores en Argentina y Uruguay, la mayor parte fue rodada en Barcelona y en las islas Canarias, hasta donde viajaron un buen número de actores argentinos, ya que era mas económico hacerlo así que trasladar el rodaje a Argentina.
Los rodajes locales bajaron un 5% en 2024, que se suman al 15% menos del 2023 por efecto las huelgas
En un informe reciente de FilmLA, la oficina oficial de cine de Los Ángeles, esta admite que en los últimos meses del 2024 la producción local ha bajado un 5% en relación al mismo periodo del año anterior. Y eso que, por el efecto de las huelgas, en el 2023 los rodajes ya se habían reducido otro 15%, según las estadísticas del Departamento de Trabajo.
En un artículo publicado por Los Angeles Times en septiembre, Vince Gervasi, presidente de Triscenic Production Services, explicaba como se había reducido el trabajo para su empresa, que en el 2021 construyó siete estudios de sonido ante la constante demanda de sus clientes del mundo del entretenimiento. Pero en los últimos meses solo había tenido uno ocupado, por lo que se vio obligado a despedir a 78 de sus 85 empleados. Sebastián Russo, de 25 años y graduado en una prestigiosa universidad, explicaba a este cronista su desazón frente a la búsqueda infructuosa de trabajo en la industria del entretenimiento, y señalaba la abundancia de colegas con carreras brillantes que están desempleados y que tampoco pueden encontrar un trabajo a la altura de sus calificaciones. Russo, que algún tiempo atrás estaba al frente de una división en una empresa dedicada a los espectáculos inmersivos, considera hoy la posibilidad de marcharse de su ciudad natal mientras cubre sus gastos trabajando como empleado en un hotel en donde le pagan unos 22 dólares por hora.
Las películas más taquilleras

'Barbie'
1.440 millones de dólares de recaudación (Warner Bros)

'The Super Mario Bros. Movie'
1.360 millones de dólares de recaudación (NBCUniversal Media)

'Guardianes de la Galaxia'
846 millones de dólares de recaudación (Disney)

'Spider-Man: Cruzando el multiverso'
691 millones de dólares de recaudación (Sony Pictures)

Misión imposible: Sentencia mortal
567 millones de dólares de recaudación (Paramount Global)
El panorama sombrío no se limita a lo que ocurre hoy en Los Ángeles, sino que impacta también en el mundo del cine en general. Cuando subió a recibir una de las cuatro estatuillas de Anora en la noche de los Oscars –que dicho sea de paso es el filme con menor recaudación que se ha llevado el premio a la mejor película en la historia de la Academia– el director Sean Baker hizo un llamamiento entusiasta a todos los fans para que no dejen de ir a ver las películas a las salas.
Quien vaya en estos días a alguno de los muchos multicines que abundan en Estados Unidos, salvo que concurra en el fin de semana del estreno, probablemente verá la película elegida acompañado de unas pocas personas. En el país hay unas 40.000 pantallas, pero la falta de asistentes ha llevado a las dos cadenas principales a unas complejas situaciones económicas.
Las acciones de AMC, la mayor cadena de salas de exhibición del mundo, perdieron el 90% de su valor el año pasado, mientras que Cineworld, propietaria de las salas Regal, pudo salir de la bancarrota recientemente. Una tercera cadena, Alamo Drafthouse, también con problemas, está analizando la posibilidad de buscar un nuevo propietario.
El precio medio de un piso de tres dormitorios en Los Ángeles es de 4.000 dólares al mes
Un ensayo de la publicación especializada Filmtake explicó que la caída se debe a que Hollywood hoy no produce contenidos que convoquen a audiencias masivas como lo hacía una década atrás. Entre 1995 y 2009, el promedio de películas anuales realizadas por los seis grandes estudios de entonces (Disney, Warner Bros, Paramount, Sony y 20th Century Fox, luego adquirida por Disney) era de 112, mientras que entre el 2010 y el 2023 fue de 83. El número de entradas vendidas en Estados Unidos en la última década se ha reducido en un 38%, mientras que el precio ha aumentado en un 33%. Y mientras que entre el 2017 y el 2019 las ventas de entradas a escala global promediaron los 40.000 millones de dólares anuales, en el 2022 y el 2023 ese número se redujo a la mitad.
Filmtake también señala que la presunción de que la producción de contenido para streaming compensa los rodajes perdidos no se ajusta a la realidad, al menos en lo que a la realización de largometrajes se refiere.
