Ni la incertidumbre ni la crisis económica ni la competencia china hace mella en el indiscutible atractivo de Lambo , apócope de la firma italiana de automóviles deportivos que pertenece al grupo Volkswagen y que ha cerrado con resultados récord por cuarto año consecutivo. “Es un año récord para la enseña en todos los puntos: entregas, ventas y beneficio operativo”, se encarga de remarcar Stephan Winkelmann, presidente y consejero delegado de Automobili Lamborghini en una entrevista con La Vanguardia . La automovilística registró, por primera vez en su historia, una facturación de 3.000 millones de euros (un 16% más), un beneficio operativo de 835 millones (un 15% más) y unas entregas por encima de las 10.600 unidades (un 6% más).
“Está claro que los aranceles de EE.UU., que es nuestro primer mercado, nos van a impactar”
¿Cómo evalúa estos resultados en el contexto del mercado actual?
Son unos excelentes resultados, y más teniendo en cuenta que, por primera vez en muchos años, las ventas de automóviles de lujo han descendido, un 10% en concreto, en parte por la contracción del mercado chino. Nuestros resultados van así en contra de la tendencia general. Creo que hemos podido contrarrestar esta caída del mercado gracias a la renovación completa de nuestra gama. Tenemos toda una gama de modelos totalmente híbridos, con el todocamino SUV Urus SE, el deportivo Revuelto y el nuevo deportivo Temerario (cuyas primeras entregas se esperan entre finales de este año y principios de 2026).
¿Cuáles han sido los mercados con mejor comportamiento para la compañía?
No sólo tenemos un récord en términos de volúmenes a nivel global, sino también mercado por mercado. La hibridación ha sido muy bien recibida, no solo por la reducción de emisiones de CO₂ que incluimos sino porque ofrecemos mejor rendimiento y prestaciones que la generación anterior. Tanto Estados Unidos, como Europa, Oriente Medio o la región de Asia Pacífico crecen respecto del 2023. Nuestro mercado más importante con diferencia es Estados Unidos, donde hemos vendido 3.000 unidades. Después, Japón, Reino Unido, China... España es nuestro mercado número 20 pero el tamaño no es lo importante para nosotros porque en lo que estamos centrados es en el cliente, en el trato personalizado y eso es independiente del tamaño del mercado.
El año pasado lanzaron su programa Direzione Cor Tauri, acompañado de la mayor inversión de la historia de la compañía, afirmaron, con un compromiso de reducir las emisiones de CO2por vehículo en un 40% para el 2030 respecto del 2021. Supone la electrificación de su gama de modelos y la reducción de emisiones en toda su cadena de valor. Ya tienen toda su gama híbrida. ¿Cuál es el siguiente paso?
Lamborghini tendrá su primer automóvil eléctrico, el Lanzador, a finales de la década, y será un Gran Turismo, un dos más dos puertas, que es un tipo de carrocería totalmente distinto para la marca y nos introduce en un nuevo segmento. Creo que la hibridación va a continuar más allá del 2035 y si tenemos la oportunidad de continuar con combustibles sintéticos, lo haremos. Pero la electrificación es necesaria, debe formar parte de la gama.
¿Cree que las baterías ya han llegado a un punto de evolución adecuado para los estándares de rendimiento de sus coches?
Me gusta este tema. Tenemos cinco años de aquí al final de la década para desarrollar esto, hay mucho que hacer aún. Necesitamos baterías que nos den 1.000 caballos de potencia porque el rendimiento es muy importante, la emoción y el rendimiento. Pero además, esto tiene que ir acompañado de la aceptación de nuestro tipo de clientes de los vehículos totalmente eléctricos. Tenemos tiempo aún.
¿Cree que la electrificación cambiará el peso de sus mercados más relevantes?
No, no prevemos un gran cambio para los próximos años en términos de peso de los mercados, incluso incluyendo la electrificación. Hay países donde van a mayor ritmo que otros pero es una macrotendencia mundial, va a llegar a todos los lugares.
Si su mercado principal es EE.UU., ¿cómo estima que le afectará la política de aranceles del presidente Trump?
Estamos analizando los distintos escenarios pero está claro que nos va a afectar de alguna manera. Existe un límite máximo para repercutir los aranceles más elevados a los compradores de automóviles y a partir de ahí, afecta a las entregas. Tenemos que ver lo que hacen nuestros competidores y cómo reaccionan los clientes estadounidenses, pero existen riesgos para nuestros volúmenes.
¿Qué previsiones de crecimiento tienen para el próximo año?
Queremos un crecimiento controlado. No estamos, cómo diría, apuntando a las estrellas. Queremos que las ventas del nuevo Urus se mantenga en los niveles del actual, que es nuestro vehículo más vendido (acapara el 60% de las comercializaciones anuales). Esperamos, para el nuevo Temerario, un desarrollo y evolución de entregas al nivel del Urus. El Urus va a un segmento más amplio de público y en términos de precio, parte de los 260.000 euros mientras que un Revuelto supera los 500.000. Hay una gran diferencia en tamaño, en segmento de mercado y en precio. Dicho esto, no queremos disparar las ventas. La exclusividad implica escasez y eso es importante para la marca. Producimos menos de lo que demanda el mercado. Tenemos una lista de espera de 18 meses para el Urus, que es nuestro vehículo más vendido y de dos años para Revuelto. Esto implica que los valores residuales se mantienen muy altos, porque hay modelos nuestros que son más caros en el mercado de ocasión, porque no hay que esperar.
¿Este crecimiento está implicando aumentos de plantilla?
Sí, sin duda. La expansión de Lamborghini también ha impulsado el crecimiento del empleo, lo que es muy importante de subrayar no solo para la historia de la marca sino también para el impacto de la empresa en Italia. Hemos incorporado mil nuevos empleados en los últimos dos años, lo que supone un aumento del 30% de la plantilla directa. Estamos reforzando especialmente los perfiles de ingeniería y desarrollo de producto.
¿Tiene impacto este incremento en su compromiso de reducción de emisiones?
Los productos son solo una parte de nuestra estrategia. El lanzamiento de modelos híbridos y completamente eléctricos está en marcha, con la meta de una flota con reducción del 50% de las emisiones para el 2025 y del 80% para el 2030. Pero el resto también lo es. Esta estrategia involucra a toda la empresa, desde la producción hasta la cadena de suministro y la fase de uso del producto. Somos neutros en CO₂ en cuanto a nuestras instalaciones y nuestra sede, es decir, en cuanto a oficinas y también a producción desde el año 2015. Además, con todos los aumentos de fabricación, el mayor número de los empleados y las nuevas sedes, seguimos siendo neutros en CO₂ hasta el día de hoy, y queremos seguir siéndolo. Por eso, trabajamos constantemente en la adopción de herramientas de reducción de las emisiones de gases contaminantes.