España lleva al menos dos décadas buscando soluciones para la escasez de médicos. Ya en el 2006 hubo quienes empezaron a alertar de lo que vendría si no se adoptaban medidas, pero la crisis económica posterior y, especialmente, los durísimos recortes del 2012 (más de 10.000 millones de euros en sanidad y educación) impidieron cualquier solución efectiva, más allá de alertar sobre lo que se aproximaba. Las carencias de hoy tienen mucho que ver con la falta de decisiones del pasado, aseguran desde la comisión de Recursos Humanos del Ministerio de Sanidad, de la que forman parte las comunidades autónomas. La razón es que un médico tarda en España como mínimo diez años en formarse y obtener su especialización.
El déficit de profesionales que había en el 2023 fue de 5.900 médicos especialistas, aunque en el caso de los médicos de familia la cifra asciende hasta los 4.502 facultativos
Los pronósticos negativos se han cumplido. Lo hicieron hace años pero mostró sus efectos sin ambages tras la pandemia, sobre todo en atención primaria, la puerta de entrada al sistema de salud. La realidad es que en el 2023 ya había un déficit de médicos especialistas de casi 5.900 profesionales, aunque en el caso de los médicos de familia asciende a 4.502 y seguirán haciendo falta otros mil más en el 2029. Las malas condiciones laborales y el envejecimiento de la plantilla (actualmente el 51,3% tiene entre 50 y 65 años, y el 23,8%, entre 60 y 65 años) explican este déficit.
Pero no todo es negro. Las proyecciones apuntan a que en el 2032, la oferta y la demanda de facultativos especialistas se equilibre. Eso sí, habrá especialidades, como médico de familia y pediatría, que tendrán que esperar unos años más, hasta el 2035, tal es la aciaga situación en la que se encuentran.
Así lo indica el Informe de necesidad de médicos especialistas en España 2023-2035 , elaborado Patricia Barber Pérez y Beatriz González López-Valcárcel, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, y financiado por el Ministerio de Sanidad, el quinto informe de proyección que se realiza desde el 2006.
Según este trabajo, en el 2032 cambiará al fin la tendencia, con un ligero superávit de médicos especialistas, y es hasta posible que en algunas especialidades haya incluso paro. ¿Y esto como es posible? Según el informe, por múltiples factores, entre ellos, la dinámica demográfica y el incremento continuado de plazas de formación MIR (desde el 2018, un 40%, alcanzando las 9.000 solo para médicos en la última convocatoria).
Además de más plazas de especialistas, también hay más graduados. Desde el 2001 hasta el 2024, el número de facultades públicas ha crecido un 62%, “pero las privadas han aumentado el 912%”, señalan desde la Conferencia Nacional de Decanos y Decanas de Facultades de Medicina de España. Actualmente hay 53 facultades de Medicina, pertenecientes a universidades públicas y privadas, y otras trece abrirán el próximo curso, ya que en proceso de autorización hay cuatro grados de Medicina públicos y otros nueve privados. E insisten que “no faltan médicos en su conjunto” sino en ciertas especialidades, como en medicina de familia.
En España hay 53 facultades, entre públicas y privadas, con otras trece que abrirán el próximo curso
De hecho, en esta línea, el informe de Barber y González señala que hay 21 especialidades (prácticamente la mitad de las 44 existentes) para las que se prevé llegar al 2035 en una situación de superávit moderado (de más del 10% de los efectivos). Diez de ellas (aparato digestivo, cirugía cardiovascular, hematología, medicina intensiva, medicina interna, medicina preventiva y salud pública, nefrología, neumología, neurología y ginecología y obstetricia) “ya habrán entrado en superávit moderado dentro de cinco años, en el 2029, y la bolsa de profesionales excedentarios se irá engrosando en los seis años siguientes, hasta el 2035”, señala el informe. “Hay que tomar medidas inmediatas de reducción de oferta de plazas MIR en esas diez especialidades”.
La evolución a cinco años (2029) prevista por el modelo es de déficit moderado para siete especialidades: análisis clínicos y bioquímica, cirugía plástica, cirugía torácica, farmacología, inmunología, medicina de familia y otros (fundamentalmente, médicos de urgencia). Para el 2035, se reducirán a ocho especialidades las que sufrirán déficit. Cuatro son quirúrgicas (cirugía ortopédica y traumatología, cirugía pediátrica, cirugía plástica, cirugía torácica) y tres son multiprofesionales de laboratorio (análisis clínicos y bioquímica clínica, microbiología y parasitología e inmunología), en las que pueden entrar otros profesionales sanitarios además de médicos.
En la próxima década habrá facultativos de una decena de especialidades en paro por superávit
En la próxima década, la tasa de rejuvenecimiento será más que notable, con especialidades con pocos mayores de 50 años y menos aún de 60, como medicina preventiva, oncología radioterápica o medicina nuclear. Y la feminización seguirá su ritmo ascendente, con especialidades con más del 75% de mujeres, como bioquímica clínica, oncología e inmunología. No llegarán al 50% en cirugía.