Justin Yifu Lin: “La UE y China pueden colaborar frente a Donald Trump”
Entrevista
“La guerra comercial desatada por EE.UU. es una oportunidad para estrechar vínculos entre ambas potencias en economía y educación”
Justin Yifu Lin en las instalaciones de la Barcelona School of Economics de la UPF
Justin Yifu Lin (1952, Taiwán) es uno de los economistas más distinguidos de China. Fue asesor de su gobierno, economista jefe y vicepresidente del Banco Mundial (2008-2012) y actualmente es el decano del Instituto de Nueva Economía Estructural en la Universidad de Pekín. La semana pasada estuvo de visita a Barcelona porque también es miembro del consejo científico de la Barcelona School of Economics, una institución de investigación adscrita a la Universitat Autònoma de Barcelona y la Universitat Pompeu Fabra.
Su biografía es digna de película. De joven fue militar en la isla taiwanesa de Kinmen y en 1979 decidió escapar nadando por un estrecho hasta llegar al continente chino, donde recibió asilo político y logró reunirse con su mujer y sus hijos. ¿Por qué lo hizo?
Estoy muy orgulloso de China y creo que tengo una responsabilidad con mi nación. Creo que es un gran país con grandes oportunidades, que ha logrado sacar de la pobreza extrema a millones de personas en solo 50 años.
Se formó en la Universidad de Pekín pero fue a estudiar el doctorado en la Universidad de Chicago.
Fui a aprender cómo generar la teoría económica, para después volver a China y aplicarla.
“Los aranceles de la UE al coche eléctrico chino tienen razones políticas, no económicas”
¿Qué le parece el régimen político de su país?
Ha logrado aumentar el bienestar y mejorar la esperanza de vida de sus ciudadanos. Eso es lo que la gente quiere, ¿no?
¿Y poder votar con libertad?
Hay muchas formas diferentes de elegir. ¿Qué es la democracia? Un voto puede ser manipulable, ¿no? De todas formas, creo que no existe un único sistema político que sea aplicable a todos los países. Cada país necesita el suyo, en función de su cultura y su herencia.
¿Y en China funciona?
Es el país con una mayor tasa de crecimiento económico sostenida durante décadas y ahora es el país que mejor resiste la guerra comercial desatada por Donald Trump. El FMI ha rebajado las expectativas de crecimiento de Estados Unidos y la Unión Europea; en cambio, de China solo ha lanzado una advertencia, pero no ha rebajado indicadores.
¿Por qué?
Tenemos una gran economía nacional que podemos movilizar, con política fiscal y política monetaria. Podemos incentivar el consumo y la inversión. También hemos sido capaces de cambiar nuestros socios comerciales. Estados Unidos ya no es el primer socio comercial, sino el tercero.
La economía china cuenta con una fuerte intervención del Estado. ¿Cree que es justo subsidiar al sector privado en una economía global que se basa en el libre mercado y de la que forma parte China?
El Gobierno chino no lo subvenciona todo, solo las industrias vinculadas con la nueva economía.
¿Qué le parece el arancel que ha impuesto la Unión Europea sobre el vehículo eléctrico chino?
Se basa en razones políticas, no económicas. Las tarifas no tienen sentido, ya que China podría ser un gran comprador de coches eléctricos europeos. Nuestra economía está creciendo mucho. Además, la competencia estimula la innovación.
¿La economía de la Unión Europea le parece innovadora?
Sin duda. Es potente en la industria del lujo, de tecnología y maquinaria de alta gama y de productos agrícolas de calidad. Creo que los países europeos deben ser conscientes de ello y aprovecharlo, mejorar la competitividad en estos ámbitos donde ya tienen ventajas competitivas respecto a otros países. Y precisamente ahí es donde la UE puede cooperar con China.
¿Hay más oportunidades ahora que Donald Trump ha lanzado su ofensiva arancelaria?
Por supuesto. China y la UE tienen una gran oportunidad para aumentar sus vínculos comerciales y ser más fuertes contra Estados Unidos. Si sumamos las dos economías, ganamos a Estados Unidos.
“China resiste mejor la guerra comercial por cómo funciona su economía interna”
¿Cree que el Gobierno chino está dispuesto a colaborar?
Claro. China se beneficia de la globalización. Creo que el comercio es bueno si es libre, sin restricciones y todas las partes ganan.
Esta postura colaborativa de Pekín también se ha visto con la predisposición a pactar una bajada de aranceles con Washington.
Sí, lo acabamos de conseguir y esperamos acordar una nueva bajada de aranceles. Aunque con Donald Trump todo es imprevisible.
¿Qué le parece su forma de gobernar?
Su lema “Hagamos que América vuelva a ser grande” me parece correcto, creo que no hay nada malo en eso, pero el enfoque es cuestionable y la forma en la que toma decisiones me parece del todo irracional.
¿Qué efectos puede suponer?
Como decía, esta política comercial perjudicará la economía de Estados Unidos. El Fondo Monetario Internacional ha rebajado la tasa de crecimiento de su PIB del 2,7% al 1,8% este 2025.
“España tiene un arma secreta para impulsar su economía: la inmigración latinoamericana”
Queda claro que a corto plazo la economía de EE.UU. saldrá perjudicada, pero quizá a medio o largo plazo resultará positivo aplicar aranceles.
Es muy poco probable. Los precios que ofrece la industria estadounidense no son competitivos. Si no, EE.UU. ya estaría produciendo dentro del país y no lo hace porque los costes son demasiado elevados. Creo que a largo plazo tendrá dificultades para alcanzar una economía de escala que pueda competir a nivel mundial.
Estando de visita a Barcelona, ¿qué opinión le merece la economía española?
Estoy realmente impresionado con el crecimiento del PIB por encima de la media europea. Creo que es gracias al turismo, que se está recuperando tras la pandemia. Y, además, creo que España tiene una arma secreta.
¿Cuál?
La inmigración latinoamericana. Los trabajadores migrantes a veces tienen muchas dificultades para integrarse, lo que genera cierta tensión. En el caso de los latinoamericanos, tienen la misma cultura y hablan el mismo idioma, son jóvenes, tienen estudios y se integran fácilmente. Es una fortaleza muy singular.
¿Qué le diría a la comunidad china que reside en España?
Aunque puede haber una brecha, supone un gran activo para tender puentes entre ambos países. De hecho, hay mucha inversión china en España. Además, ahora hay una gran oportunidad en el mundo educativo si ambos países aumentan los programas de intercambio. Con las políticas restrictivas de Donald Trump en las universidades, creo que es un gran momento para que estudiantes chinos vengan España y viceversa. La Barcelona School of Economics puede tener un papel relevante en este asunto.