Volkswagen cuenta ya con 20.000 voluntarios para dejar la compañía en el marco de su plan de recorte de 35.000 puestos de trabajo en Alemania de aquí al 2030. La cifra la ha transmitido este martes Gunnar Kilian, responsable de recursos humanos, a la plantilla de la fábrica de Wolfsburgo, la principal.
El plan se pactó con los sindicatos a finales del año pasado, tras varias tandas de huelgas, algo histórico. Sindicatos y dirección negociaron durante tres meses el convenio colectivo, llegando finalmente a un acuerdo para los recortes, que suponen un tercio de la plantilla en el país. Para Volkswagen la reducción supondría un ahorro de 1.500 millones de euros anuales en costes laborales.
Encauza el plan de ahorro de costes
Con los voluntarios, la automotriz alemana encarrila sus planes de restructuración, que buscan reconducir la actividad en su país natal para enfrentar al entorno de demanda incierta, sobrecapacidad e irrupción de las marcas chinas. “Con un progreso mesurable en los costes de producción en Wolfsburgo y recortes de empleo socialmente responsables en las seis plantas en Alemania, estamos acelerando nuestra transformación”, ha planteado Kilian. “Ya se han acordado contractualmente unas 20.000 salidas de la compañía”, ha especificado.
La empresa pretende cubrir su objetivo de bajas sin tener que recurrir a despidos. El acuerdo contempla también una congelación salarial en el 2025 y el 2026. A cambio, se destinará un incremento salarial del 5% a un fondo para financiar modelos de trabajo flexibles.
El responsable financiero de la marca Volkswagen, David Powels, también ha intervenido ante los trabajadores en Wolfsburgo, apuntando que la empresa necesitaba abordar “la inversión excesiva, la baja rentabilidad de los vehículos eléctricos y un punto de equilibrio demasiado alto”.