Las inusuales elevadas temperaturas de estos días, más propias del verano, llegan precedidas de unos meses de abril y mayo en que los cultivos agrarios han sido golpeados por intensos y también inusuales episodios de pedrisco. “Siempre ha habido pedrisco, pero no en esta época del año, ni tantos días ni de esta intensidad y alcance”, afirma Francisco Javier Joana Calaf, director territorial en Catalunya de Agroseguro, la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados.
“Este año ha sido el pedrisco, en el 2023 fue la sequía, y en el 2022, una gran helada que echó a perder entre el 60% y el 80% de la producción en algunas variedades de fruta. Cada año tenemos una cosa u otra y si antes teníamos una o dos campañas buenas cada cinco años, ahora llevamos una década de malas campañas”, se lamenta Jaume Gardeñes Clivillé, responsable de los sectores vegetales del sindicato agrario Unió de Pagesos. “Te hace abrir los ojos ante la realidad del cambio climático”, sentencia Joana.
El informe Herramientas de seguros y gestión de riesgos para la agricultura en la UE , publicado por el Banco Europeo de Inversiones y la Comisión Europea, revela que el sector agrícola y ganadero europeo ya pierde una media de 28.000 millones de euros anuales debido a las condiciones climáticas adversas. De continuar así, el estudio advierte que el empeoramiento del cambio climático amenaza con incrementar las pérdidas agrícolas y ganaderas hasta un 66% para el 2050.
Dato
El sector agrícola y ganadero pierde de media 28.000 millones de euros por culpa del tiempo
“El informe nace de la preocupación a raíz de la revuelta payesa”, explica Francesc Reguant Fosas, director del Observatori d’Economia Agroalimentària del Col·legi d’Economistes y coautor del libro Cuits pel clima. Produir aliments en temps de canvi climàtic (Bresca Editorial). “Los agricultores y ganaderos son altamente sensibles a los riesgos climáticos y el cambio climático incrementa muchísimo estos riesgos”, advierte el economista. Según el estudio europeo, los países del Mediterráneo son los principales damnificados, mientras que los principales riesgos son la sequía, las heladas, el exceso de precipitaciones y el pedrisco.
El Banco Europeo de Inversiones y la Comisión Europea hacen una serie de recomendaciones para hacer frente a este nuevo escenario climático. Estas incluyen protección financiera como bonos catastróficos para transferir riesgos de las aseguradoras a los mercados, reaseguros público-privados y fondos de riesgo mutuos. En España, los seguros agrarios ya están subvencionados en un 50% aproximadamente. “No hay que verlo como ayudas, sino como herramientas para garantizar la seguridad alimentaria”, indica Reguant. Sin embargo, el cambio climático también pone en riesgo los seguros. “No dejan de ser compensaciones entre cultivos, ubicaciones y riesgos, pero si los daños son tan grandes y afectan a tantos cultivos y a tantas localizaciones, esta compensación se rompe”, advierte el responsable de Agroseguro.
La otra gran medida propuesta en el estudio europeo consiste en prevenir los daños climáticos con el fin de evitar la pérdida de cosechas. Para los agricultores es también la mejor opción desde el punto de vista económico. “Necesitamos recolectar para poder hacer frente al gran incremento de los costes de producción tras el estallido de la guerra en Ucrania”, reconoce Gardeñes. Esta solución implica contar con mallas antigranizo y sistemas antiheladas, que tienen unos costes de instalación de entre 30.000 y 35.0000 euros y de entre 8.000 y 12.000 euros por hectárea, respectivamente. En la actualidad, únicamente el 5% de los cultivos están protegidos contra el pedrisco, y el 10% contra las heladas, según el portavoz de Unió de Pagesos.