Durante 20 años coordiné un estudio longitudinal sobre la inserción laboral de los jóvenes. Uno de los resultados más sorprendentes de los análisis, ratificado por los datos de la Encuesta de Población Activa, era que los jóvenes universitarios españoles tenían una tasa de desempleo superior a la de los graduados de niveles educativos inferiores como la formación profesional superior. Esto no significaba que la universidad era una fábrica de parados, como algunos estudios habían concluido, puesto que a medida que aumentaba su edad los universitarios acababan teniendo una tasa de desempleo inferior al resto de niveles educativos. La universidad era realmente una fábrica de sobrecualificados trabajando en empleos que no requerían un nivel universitario, aunque más recientemente se concluyó que dicha sobrecualificación era subjetiva. Otro hecho interesante era que la prima salarial por ser universitario en España era muy baja en comparación con otros países de la OCDE.
Estudiantes durante las pruebas de acceso a la universidad en una de las aulas de la Universidad de Almería.
Esto viene a cuento de la situación actual del mercado laboral de los jóvenes universitarios en Estados Unidos y el Reino Unido donde desde hace un mes se está produciendo la absorción de los jóvenes graduados por parte del tejido empresarial. Un estudio reciente muestra que el desempleo entre los jóvenes graduados universitarios es, desde enero de 2022, mayor que la tasa de desempleo general. Pero en marzo de 2025 se alcanzaba la mayor diferencia observada: el desempleo de los jóvenes universitarios era el 5,8% mientras en su conjunto el desempleo era del 4%. La reducción de la ventaja de los jóvenes universitarios, en términos de desempleo, frente al resto de jóvenes también se está reduciendo tendencialmente en Canadá, Japón, Reino Unido o la Unión Europea. Por su parte la prima salarial de los universitarios frente a los graduados de bachillerato en Estados Unidos ha caído en los últimos años desde el 69% hasta el 50%. En consonancia con estos resultados la satisfacción laboral de los jóvenes universitarios es solo tres puntos porcentuales superior a los no universitarios frente a los siete puntos de otras épocas. Y los problemas se reflejan también en universidades de élite y programas como los MBA. En 2024 solo el 80% de los graduados de su escuela de negocios tenían empleo tres meses después de acabar, cuando en el pasado eran más del 90%. En el MBA de MIT solo un 77% habían aceptado un trabajo a los tres meses frente al 93% de media de la década anterior.
Cambio de paradigma
La IA y el exceso de graduados devalúan la universidad: más paro, menor salario y empresas que contratan sin título para trabajos antes reservados a universitarios
Es interesante comprobar que los motivos que se argumentan para justificar esta situación son, en gran parte, similares a los que se utilizaban en el caso español: un exceso de producción de titulados universitarios, con una saturación que crea más competencia; una bajada de los estándares de las universidades ante la menor capacidad de los muchos nuevos entrantes; el desajuste entre los conocimientos adquiridos y los necesarios para desarrollar el puesto de trabajo; unos estudiantes que no eligen las disciplinas más adecuadas para mejorar su empleabilidad a pesar de tener mucha más información que en el pasado sobre la situación en el mercado laboral de los graduados de cada disciplina, etc.
Sin embargo, existe un nuevo factor que tiene bastante relevancia: la irrupción de la IA generativa. En esta misma columna les decía hace varios años que era un error pensar que la IA generativa solo afectaría a tareas manuales rutinarias en empleos de baja cualificación. La disrupción llegaría también a los puesto que implican competencias cognitivas en tareas no rutinarias. Investigaciones recientes muestran que la reducción de la prima salarial de los universitarios refleja la reducción de la tasa de crecimiento del cambio tecnológico basado en competencias y conocimientos avanzados. Este efecto se ve reflejado en dos tendencias. En primer lugar, muchas empresas tecnológicas están despidiendo dada la creciente capacidad de la IA para programar código repetitivo o bien conocido. Según un estudio reciente del Census Bureau, los antropólogos y los ingenieros informáticos eran de los graduados con mayores problemas en el mercado laboral de EE.UU. Microsoft ha anunciado que despedirá a 9.000 trabajadores (4% de la plantilla) mientras aumenta la inversión en IA. Meta ha anunciado una reducción adicional del 5% del empleo basado en resultados. Al mismo tiempo ha pedido a sus directivos que aumenten hasta el 20% el número de empleados que tienen evaluaciones de bajo rendimiento. El listado de empresas tecnológicas que están despidiendo trabajadores es muy largo: Intel, Amazon, Apple, Google, Expedia, Electronic Arts, Cars24, Zooper, Canva, etc. Otros grandes empleadores de jóvenes universitarios como finanzas, servicios legales o servicios profesionales, también están reduciendo las contrataciones. De hecho, The Economist titulaba recientemente “¿Quién necesita a Accenture en la era de la IA?”. En segundo lugar, las empresas contratan de forma creciente a no universitarios para realizar tareas que tradicionalmente han realizado los universitarios. El sector de servicios profesionales y empresariales cada vez utiliza más trabajadores sin título universitario. La IA generativa reduce el tiempo y las barreras de conocimiento en trabajos cualificados lo que permite que trabajadores sin un título universitario puedan desarrollar tareas complejas en poco tiempo como señalaba un reciente estudio sobre el impacto de la IA en los bancos centrales.
Despidos
El listado de tecnológicas que despiden es larga: Intel, Amazon, Apple, Google, Canva, Expedia, Electronic Arts, Cars24...
Al mismo tiempo se está produciendo una polarización creciente entre los ingenieros informáticos. Mientras el índice de puestos disponibles para desarrolladores de software está a un 60% del nivel de febrero deL 2020, se rumorea que ha sido necesario pagar 100 millones de prima de enganche al programador de élite detrás de ChatGPT para que se moviera a Meta. Serán los programadores de los programas que escriben código los que sobrevivirán.
Mientras tanto los jóvenes norteamericanos parece que desconfían cada vez más de la rentabilidad de los estudios universitarios y se decantan por trabajos de cuello azul. En los últimos años también los jóvenes españoles están optando crecientemente por la formación profesional. Quizás le puedas preguntar a una IA generativa como reparar una fuga de agua de una tubería. Repararla ya es otra cosa.