Jim O'Neill: “Si China y la India se entendieran los aranceles de Trump serían una anécdota”

Repercusiones de la cumbre de los  BRICS en Rio

Entrevista al ex director británico de Goldman Sachs que inventó el término BRICs  hace 24 años

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Jim O'Neill

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El ex director de investigación del poderoso banco de Wall Street Goldman Sachs, el economista británico Jim O'Neill, inventó el termino BRICs (entonces sin incluir a Suráfrica) a principios de este siglo, para referirse  a las nuevas potencias económicas del sur y este que disputarían con Occidente el liderazgo del planeta.  Tras el rifirrafe entre Donald Trump y los participantes en la cumbre de los BRICS celebrada  la semana pasada en Rio, O'Neill  -ahora miembro de la Cámara de los Lores- dio su perspectiva en una entrevista.

Dado el ataque de Donald Trump a los participantes en la  cumbre de los BRICS, sería interesante recordar el momento en que acuñó el término BRIC. ¿Fue en 2001 , verdad?

Fue el 30 de noviembre del 2001.

Poco después del atentado contra las Torres Gemelas del 11-S.

El 11-S fue lo que me impulsó a hacerlo. Unas semanas antes me había convertido en el único director de investigación económica de Goldman Sachs. Y estaba tratando de encontrar mi lugar para identificar cómo podía demostrar cierto liderazgo intelectual para el futuro de la empresa. Y, curiosamente, dos días antes, había estado en uno de los edificios del World Trade Center, en la conferencia anual de la Asociación Nacional de Economistas en Nueva York, y  seguía  en marcha el día del ataque. Pero  decidí marcharme dos días antes.

Eso sí fue una decisión de suerte...

Y cuando pensé en el horror de lo ocurrido, saqué la conclusión de que el mundo estaba un poco harto de la americanización. Al mismo tiempo,  tenía en mente en esos momentos el notable período de crecimiento de China desde el final de la crisis asiática de 1998 y el papel que Asia, mejor dicho China, había desempeñado para poner fin a la crisis. Y eso, junto con la conversión de la India en un centro de externalización empresarial y, lo que es aun más importante, la incorporación de Rusia al entonces G8, que se había ampliado de siete a ocho. Y todo eso surgió de ahí.

¿Y Brasil? 

Me centré en el hecho de que Brasil había adoptado recientemente la meta de inflación (tras el Plan Real).Y aquella controvertida figura, Lula, era favorito entonces para llegar a la presidencia. Y, por sorpresa, él afirmó que iba a mantener el objetivo de inflación a pesar de que mucha gente estaba preocupada por su ideología de izquierdas, su educación y sus antecedentes. Brasil fue sin duda el más arriesgado de los cuatro países que elegí. Pero, durante los primeros años me sorprendió muy positivamente, tuve mucha suerte en ese sentido. Fue todo eso como conjunto lo que me hizo decidir escribir el informe.  Incluso hoy,  la gente lo malinterpreta. Se suele decir que se trataba de una recomendación de inversión. Pero, en realidad, trataba sobre cómo la gobernanza mundial tenía que cambiar e incorporar a estos países. 

Fernando Haddad, el ministro de Finanzas brasileño, acaba de dar una entrevista diciendo precisamente esto. O sea que el principal denominador común de los BRICS es la percepción compartida de que están infra representados en los organismos multilaterales.

Sí. En muchos sentidos eso es lo único que realmente vincula a estos países. Es fácil descartar al grupo BRICS por no haber logrado nada o muy poco. Pero tiene un simbolismo extremadamente poderoso. De cómo los sistemas de gobernanza internacionales establecidos tras la Segunda Guerra Mundial están tan desfasados en términos de representación del poder económico y demográfico en el mundo. Y creo que los BRICS, cuando se reúnen cada año,  consiguen destacar ese hecho.  En parte, es el motivo por el que otros países emergentes están encantados de ser invitados a unirse al club.

Es curioso, porque en esos veinte y algo años el mundo ha cambiado drásticamente. En 2001 se daba por hecho que las  grandes economías emergentes se convergían y se movían hacia un modelo de economía más occidental, ese tipo de idea del fin de la Historia y  aquello de que el “mundo es plano” de  Thomas Friedman. Ahora todo eso ha quedado obsoleto, pero los BRICS siguen ahí y siguen estando infrarrepresentados, ya  se han convertido en un reto geopolítico mucho mayor. ¿No es así?

Creo que, en general, eso es correcto. El grupo de los BRICS ya es muy importante tanto para Rusia como para China. Y, por supuesto, eso se refleja en los países  que pasaron a formar parte del BRICS ampliado. El único denominador común parece ser  una especie de aversión hacia Estados Unidos. Irán es el país más obvio en este sentido. Pero incluso eso tiene matices, porque, por supuesto, los Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudí no comparten esa aversión.  Rusia y China son los países  que han impulsado la ampliación. Pero tanto la India como Brasil se han resistido.

A Trump parece que le  gusta que el grupo sea percibido  como anti americano. Porque acaba de anunciar que impondrá aranceles a cualquier país que se alinee con los BRICS y un 50% a las importaciones desde Brasil. .

La verdad es que me reí al ver el comentario de Trump.  Porque él mismo parece ser muy reacio a imponer sanciones a Rusia. A pesar de que el resto del G7 probablemente sí quisiera aplicar más sancionesa Rusia. Y, sin embargo, Trump dice eso sobre los BRICS. Da la impresión de que ni siquiera es consciente de que Rusia está impulsando gran parte de la agenda de los BRICS. Y no parece muy por la labor de poner aranceles a China. Así que todo es muy extraño. ¡Y no hablemos de  que pareció insinuar a un periodista español hace unos meses que España era miembro  de los BRICS!

¿Cuál cree que es el efecto de esta postura de Trump?

Ahí, está la parte más interesante. Al reconocerlos con estas declaraciones, es casi como si Trump les estuviera dando a los BRICS un poder mayor que el  que tienen. No recuerdo que ningún líder estadounidense ni, desde luego, ningún líder del G7 haya mencionado específicamente a los BRICS anteriormente. Y, sin embargo, Trump lo hace con bastante frecuencia. 

¿Cree que los BRICs estarán a la altura del reto ?

Creo que hay dos problemas. Uno es que Brasil e incluso más la India son muy reacios a formar parte de un grupo anti occidental. La segunda cosa, en cierto modo,  aún más importante, es que es bastante difícil juntar a los líderes de la India y China en la misma sala. En lo único en lo que coinciden es que ambos piensan que deberían jugar un papel más importante en la ONU, el G-20, el FMI, el Banco Mundial, etc. Conseguir que cooperen en cuestiones importantes es casi imposible. Creo que Modi nunca ha asistido a una reunión de «Un cinturón, una ruta», que sin duda fue y sigue siendo en algún sentido, una importante iniciativa de los chinos a la que los indios se negaron a participar.  China y la India son, obviamente, dos grandes potencias. Esto limita la capacidad de los BRICS para intervenir en serio.

¿Cuál es el balance de esos casi veinte años  de reuniones de los BRICS?

No han  logrado casi nada.  Han creado el Nuevo Banco de Desarrollo, pero el banco de desarrollo de China es  mucho más importante.  Sigo hablando con asesores y, de vez en cuando,  me he reunido con los líderes de los BRICS. Podrían intentar centrarse en hacerse más sustantivos, pero no parecen tener ningún marco ni ningún plan . ¿Por qué no lo hacen? Si realmente quieren ser eficaces, ¿por qué no acuerdan planes para el control de las enfermedades infecciosas a nivel mundial, por ejemplo, que son importantes para todos ellos? Esa es otra cosa que comparten, pero nunca hacen nada al respecto.

¿Cree que la relación entre China y la India puede cambiar?

No sé, pero si India y China cooperasen de verdad en cuestiones de fondo, es decir, el comercio mundial, el cambio climático, las enfermedades infecciosas, incluso las cuestiones monetarias mundiales, entonces los BRICS no solo se volverían mucho más importantes, sino que disminuiría drásticamente la importancia de Trump y sus aranceles; serían una anécdota. 

O sea, si realmente hubiera una integración de las economías de los BRICS, las amenezas de aranceles de Trump no serían un problema tan grande para el resto del mundo?

Exactamente. Incluso iría más lejos . A veces pienso que tal vez será  positivo para el mundo si Trump y otros  líderes estadounidenses continúan con esta retórica agresiva hacia todas las demás naciones. Porque  obligaría al resto del mundo a aliarse para no depender tanto de los Estados Unidos. Y creo que eso sería mejor para el mundo. Resolvería un problema obvio, que  EE.UU. sufre un golpe psicológico, humano e intelectual . Sigue luchando por ser el más grande del mundo cuando ya no es tan dominante económicamente como era. Y una de las formas de resolver ese problema es que todos los demás cooperen de manera más constructiva.

Cuando decidió juntar a los BRICS en un grupo de potencias económicas emergentes, en 2001,¿pensaba que China e India, y supongo que Brasil en menor medida, podrían convertirse en fuentes de demanda en la economía mundial que reducirían la dependencia de EE.UU. como mercado consumidor?

Sí, lo pensaba. Y, por supuesto, China y la India lo han conseguido, pero Rusia y Brasil no. Todo el crecimiento mundial que se ha producido desde el año 2000, el 75% proviene de China, Estados Unidos y la India. Y la mayor parte,  proviene de China y Estados Unidos. Y ya casi la misma cantidad de demanda proviene de China y Estados Unidos. Por eso muchos países tienen miedo de estar en uno u otro bando, porque China se ha convertido en una fuente de comercio muy importante para ellos. Muchos países están ansiosos por entablar amistad con la India.  Tiene sentido, porque la contribución marginal de la India a la demanda mundial aumenta cada año.

¿Qué cree sobre la queja de Trump de que China y otros países utilizan una política de “empobrecer al vecino”, o sea que basan su crecimiento, de forma mercantilista, en la demanda de Estados Unidos? 

Creo que es básicamente un disparate. Es buena política para las regiones en declive en EE.UU., pero básicamente es una tontería,. Apple, obviamente, no sería lo que es si no fuera por el mercado laboral chino y los clientes chinos. Una de las cosas más llamativas del cambio global de los últimos 20 o 30 años es la enorme mejora, en términos generales, de la productividad manufacturera en Occidente. Sí, eso significa que producen más con menos y menos gente. Y no tiene nada que ver con China. O, muy poco.

Luego esta el tema del dólar. Quiero decir, los BRICS, incluso Brasil parece muy interesado en impulsar sistemas de pago alternativos. Rusia es muy proactiva en ese sentido. Pero, en general, la respuesta es que el dólar, como moneda de reserva, va a seguir existiendo. ¿Cómo lo ve?

Bueno, hasta cierto punto, vuelvo a lo que dije sobre China y la India. Creo que si China y la India decidieran  cooperar, e  intentar impulsar asuntos globales, entonces creo que el estatus del dólar como moneda de reserva estaría seriamente amenazado. Sin eso, la idea de que los BRICS puedan hacer algo de forma colectiva es un poco absurda. Ya sabes, el euro y el renminbi -divisa china- son las únicas cosas que realmente podrían desafiar al dólar. Dicho esto, y esto es una gran contradicción porque la economía estadounidense ya no tiene el tamaño ni la cuota del PIB mundial que tenía antes. Ya sabes, por el hecho de que Trump haya sido tan agresivo pues todos los demás piensan: “Bueno, ¿debería yo depender tanto de ellos y del dólar?”. Eso significa que muchos inversores están invirtiendo dinero en cosas que de otro modo no pensaban que tendrían que hacer. Eso podría forzar, por ejemplo, una mayor integración del mercado de capitales europeo. El euro podría empezar a cumplir más ese papel. Y podría significar también que los chinos tienen la oportunidad de utilizar el renminbi para el comercio transfronterizo, aunque sea sin abrir sus mercados de capitales. Por lo tanto, no descarto la posibilidad de que, sin darse cuenta, Trump impulse algunas de estas cosas más de lo que él cree. Porque a largo plazo, es decir, en décadas, es natural, que el dólar deje de ser la divisa de reserva. 

Cuando usted se inventó  el acrónimo BRIC fue una especie de reconocimiento de que el poder estaría desplazándose desde Occidente hacia el sur y el este. ¿Correcto?

Sí, a veces, pienso:¿Por qué la gente se sorprende tanto por esta complicada situación del mundo actual? Porque era bastante obvio hace veinte años qué iba a ocurrir.

Pero, claro, entonces era diferente... existía una especie de paradigma general según el cual se pensaba que todos avanzábamos en la misma dirección hacia la globalización de mercado, como hemos comentado antes, ¿no?

Esta es una observación clave. Creo que había una presunción en Occidente, más o menos al mismo tiempo que creé lo de los BRIC, que todo el mundo iba a desarrollarse al estilo americano, llamémoslo así. Y yo no compartía eso. ¿Y lo que ha pasado en los últimos veinte años es que se ha hecho evidente que Rusia no tiene intención de occidentalizarse, China no tiene intención de occidentalizarse y, de hecho, la India no tiene ninguna intención de ser otra cosa que no sea peculiarmente y compleja india. Y Brasil, a su manera, ya sabes, quiere seguir siendo diferente. Esto es es algo de lo que se han dado cuenta los líderes occidentales en los últimos años. En segundo lugar, cuando se observan las crisis mundiales que han afectado a Occidente, más que ninguna otra, la crisis financiera de 2008. Pues, creo que los intelectuales en lugares como China y la India se preguntan ya : ”¿Por qué demonios queremos ser como ellos?”.

¿Cree que EE.UU. estará dispuesto a ceder la hegemonía?

 Pues este es el otro punto que creo que es especialmente crítico ahora, es que a las élites intelectuales estadounidenses, tanto políticas como empresariales les está costando aceptar que no siempre van a ser los más grandes del mundo. Y, por lo tanto, arremeten contra cosas que creen que pueden influir para detenerlo o mantenerlo durante más tiempo. Todo el tema de los aranceles, por ejemplo. Trump parece tener sus propias razones personales por las que ha sido partidario de ellos durante tanto tiempo,. Pero muchas otras personas en Estados Unidos que son relativamente más racionales parecen verse arrastradas a estar de acuerdo con ello, aunque probablemente, saben que es un camino bastante descabellado. La idea parece ser si perjudica más a China o a Europa que a ellos, entonces está bien. Creo que es una cosa psicológica. Que simplemente no quieren dejar de ser los peces  mas gordos.

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