Vueling apuesta por el fabricante estadounidense Boeing para renovar toda su flota y acometer una próxima etapa de crecimiento. La low cost con base en Barcelona dejará de volar con los europeos Airbus y sustituirá los aparatos por Boeing 737 Max en un periodo de entre seis y siete años, ha anunciado este viernes Carolina Martinoli, consejera delegada de la compañía, durante la presentación de resultados del grupo IAG.
La aerolínea realizará la transición de forma paulatina y durante ese tiempo operará con doble flota. En una primera fase, recibirá 50 Boieng a partir de finales del 2026. Se trata de los modelos 737 Max 8 y 10 que IAG ya había firmado en el 2022. El holding propietario de Iberia, British Airways o Level debía decidir a cuál de sus aerolíneas asignaba estos aviones, y finalmente ha optado por Vueling. Los primeros tres aparatos llegarán en octubre del 2026 y el resto de la primera partida se incorporará hasta el 2029.
Vueling cuenta con una flota actual de 130 aviones, 60 de los cuales están basados en el aeropuerto de El Prat, donde es líder con un 40% de cuota. Está previsto que IAG ejecute la opción de compra de otros 100 Boeing que firmó hace ya tres años y los asigne a la low cost catalana, siempre que cumpla su plan operativo.
“Es una excelente noticia para Vueling y para Catalunya”, ha destacado Martinoli. Para la directiva, el cambio de flota ofrecerá nuevas oportunidades de desarrollo para la aerolínea y para el aeropuerto de Barcelona, que afronta una ampliación y transformación global. Con aviones nuevos y más eficientes, el holding apuntala a la compañía en la batalla por el mercado europeo que libran con Ryanair, Wizzair o Transavia, también con importantes planes de crecimiento, especialmente, en España.
Hasta el año pasado, Vueling había frenado su desarrollo, sin añadir capacidad ni nuevos aviones a la espera de conseguir unos costes laborales que su holding considerara sostenibles para invertir en ella. Lo ha conseguido bajo la dirección de Martinoli, que asumió la presidencia de la aerolínea en abril de 2024. En noviembre de ese año anunció que la compañía sumaría tres nuevos aviones para el verano de este 2025. También logró la paz social con un pacto laboral con el colectivo de pilotos y tripulantes de cabina. IAG no ha concretado el coste que conllevará el cambio de flota de Vueling, que detallará sus planes en los próximos meses. Boeing no publica el precio de mercado de sus catálogo, aunque algunos medios especializados en aviación cifran en unos 55 millones de dólares el coste del Max 8. Con todo, el precio final está sujeto a la negociación de las aerolíneas con el fabricante.
El grupo IAG afronta una importante inversión en renovación de flota. Este mayo anunció el pedido de 71 aviones para cubrir las necesidades de largo radio a medio plazo. El holding realizó un pedido inicial de 18 aviones en marzo, incluidos 12 para British Airways (seis Airbus A350-1000 y seis Boeing 777-9) y seis para Iberia (seis Airbus A350-900). En mayo se encargaron 53 aviones adicionales: 32 Boeing 787-10 para British Airways y 21 A330-900neo que podrán ser operados por Aer Lingus, Iberia y Level. De estos 53 aviones, 35 sustituirán aviones existentes o, en el caso de Level, arrendamientos a corto plazo, y 18 se destinarán al crecimiento en los principales mercados de IAG. Estos 71 aviones se entregarán entre 2027 y 2033.
Beneficio de 1.301 millones
Las compras llegan en un momento financieramente bueno para el grupo. El beneficio después de impuestos en el primer semestre del 2025 fue de 1.301 millones de euros, lo que supone un ascenso del 43,8% con respecto a las ganancias de 905 millones de idéntico periodo de 2024. “Son unos resultados sólidos”, ha afirmado el consejero delegado de IAG, Luis Gallego, esta mañana. El holding ha reducido su deuda en 2.300 millones de euros.
Iberia alcanzó un beneficio operativo de 564 millones de euros, un 55,8% más que los 362 millones de 2024, mientras Vueling se anotó unas ganancias de 95 millones, un 2% menos.
Gallego ha explicado que la demanda desde España para volar a Estados Unidos ha frenado en el primer semestre del año, coincidiendo con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y su guerra arancelaria. Aún así, el directivo ha asegurado que la demanda en primera clase ha compensado la desaceleración. Estas últimas semanas, sin embargo, están observando cierta recuperación.
Por otro lado, Gallego ha vuelto a confirmar el interés del grupo por acudir a la privatización de la portuguesa TAP. IAG analizará las condiciones, ha señalado, y tomará una decisión en consecuencia. “Tendría un buen encaje” en el holding, ha afirmado.