Lyft, el rival de Uber, aterriza en Europa

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El grupo de San Francisco adquiere a BMW y Mercedes la plataforma de gestión de taxis Freenow

Jeremy Bird, vicepresidente global de Lyft, empresa que ha comprado la aplicación de taxis Freenow

Jeremy Bird, vicepresidente de Lyft, en las oficinas de Barcelona

Mané Espinosa

El grupo Lyft, el mayor rival de Uber en Estados Unidos, ha desembarcado esta semana en Europa con la adquisición de la plataforma Freenow. Es una de las aplicaciones más populares de reserva de taxis en las grandes ciudades como Barcelona o Madrid.

Hasta la fecha, Freenow estaba controlada por los grupos automovilísticos BMW y Mercedes Benz, pero en abril el grupo Lyft manifestó su interés por adquirir la plataforma. La operación se ha saldado esta semana por un precio de 175 millones de euros una vez superadas todas las trabas regulatorias.

La operación tiene un fuerte impacto en la movilidad urbana de Europa ya que Freenow opera en 150 ciudades de nueve países, como Alemania, Reino Unido, Francia, Irlanda, Italia o España. En Barcelona, concretamente, esta operación también es de especial interés, ya que Freenow tiene desplegado un importante hub tecnológico de impacto europeo.

La compañía tiene un ‘hub’ de 180 personas en Barcelona y prevé incrementar la plantilla: hay talento

“Hay mucho talento digital y estamos muy comprometidos en conservar los 180 empleos de Barcelona, tienen más de 20 nacionalidades, y esperamos seguir incrementando esta cifra en el futuro”, comenta Jeremy Bird, vicepresidente global de la compañía, que esta semana ha viajado desde Estados­ Unidos para visitar la ciudad­.

Lyft se muestra muy cauta sobre los planes de futuro que le deparan a Freenow. Todavía no sabe si mantendrá la marca o la substituirá con el nombre de Lyft. Bird tampoco se aventura a dar detalles sobre la expansión geográfica de la plataforma. “La prioridad es fortalecernos donde ya estamos, manteniendo los valores que caracterizan a Freenow. No somos una empresa estadounidense tradicional que llega con la arrogancia de querer dirigir Europa desde San Francisco”, apunta Bird.

Bajo esta premisa, Lyft descarta por ahora crecer más allá de la gestión de las reservas de taxis en Europa, que es el negocio que siempre ha caracterizado Freenow. “Todavía estamos en fase de aprendizaje y estamos estudiando cómo podemos llevar sinergias hacia Estados Unidos y viceversa. En nuestro país, el servicio de taxi es de una calidad más baja que en Europa pero tiene menos competencia ya que el transporte público es más débil”, comenta el directivo.

En Norteamérica, Lyft dispone de una amplia gama de servicios de movilidad urbana. Es el principal rival de Uber y, por tanto, ofrece a los consumidores la posibilidad de hacer viajes compartidos, en coche, pero también en bicicleta y en patinete. Está presente en centenares de ciudades de Estados Unidos y de Canadá y ahora ha empezado su expansión por el Caribe.

“Queremos ser un grupo de impacto global pero tenemos que hacer las cosas poco a poco. Hemos aterrizado en Europa y queremos hacerlo bien”, comenta. Lo que poco se sabe es que Lyft ya contaba con presencia invisible en algunas ciudades europeas. Desde hace años es el proveedor de las bicicletas y el software de gestión del Bicing, el servicio municipal de bicicletas compartidas de Barcelona. Lo mismo en Madrid y otras localidades europeas. “Estamos muy contentos, especialmente en Barcelona, que es la tercera ciudad en tamaño de flota, solo por detrás de Nueva York y Ciudad de México”, comenta Bird.

La compañía quiere mantener este servicio, aunque por ahora descarta lanzar bicis compartidas de la marca Lyft, como ya tiene en algunas ciudades de Estados Unidos. También descarta completamente el lanzamiento de patinetes compartidos, ya que está prohibido en buena parte de ciudades europeas.

El grupo también es el proveedor de las bicicletas del Bicing de Barcelona desde hace años

El foco, repite Bird, está centrado en gestionar el servicio de taxis y Lyft ya se ha puesto en contacto con las autoridades locales y los agentes económicos para mejorar su eficiencia. “Vamos a crecer a un ritmo por encima del 10%, con el objetivo de superar los 1.000 millones de euros en reservas brutas”, asegura. El año pasado, los ingresos netos de Freenow fueron de 56,8 millones de euros, concreta la empresa, una cifra que prevé incrementar a un ritmo de doble dígito este año.

Como el resto de grandes startups y empresas digitales, Lyft lleva desde hace años focalizada en la mejora de la rentabilidad a causa de las exigencias del mercado. En su caso, cotiza desde el año 2019 en el Nasdaq, el índice de referencia en Estados Unidos de las empresas tecnológicas. Desde entonces, la acción ha caído un 82%, hasta unos 14 dólares la acción (unos 12 euros). 

El directivo reconoce que la crisis de la pandemia perjudicó gravemente al negocio y que tardó unos dos años en recuperar forma. Sin embargo, cree que ahora la compañía está muy infravalorada. “Si nos fijamos en nuestra evolución, crecemos a un ritmo del 15% interanual en reservas brutas. Hemos obtenido beneficios en los últimos 12 meses. Hemos generado casi 1.000 millones de dólares en flujo de caja libre. Así que creo que estamos haciendo todo lo necesario para que el negocio sea sólido a largo plazo”. De momento, los números reflejan este cambio: en el 2024, la compañía facturó 5.800 millones de dólares y obtuvo por primera vez en años un beneficio neto de 22,8 millones de dólares. El mercado, dice Bird, le pide tiempo, y Lyft está dispuesto a ser paciente.

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