Actualmente, la imagen personal desempeña un papel esencial en el mundo profesional. Cómo nos vemos y nos vestimos es una poderosa herramienta que no solo puede ser crucial a la hora de que seamos los elegidos para un trabajo, sino que puede abrir puertas, crear nuevas oportunidades y conseguir objetivos laborales que quizá de otra manera ni siquiera podríamos soñar.
Hoy por hoy, nuestra sociedad está casi plenamente centrada en la apariencia personal. Peinarse, maquillarse y vestirse es mucho más que una cuestión meramente estética; cómo te presentas y expresas transmite mucha información a los demás, casi sin que te des cuenta.

Los pequeños detalles marcan la diferencia.
El experto en imagen personal Álvaro Gordoa es tajante: “El principal error del vestir a nivel profesional a día de hoy es no utilizarlo como un sistema de comunicación no verbal, sino nada más pensar en nuestros gustos, en nuestra moda; olvidándonos que es un vehículo más de nuestro trabajo”.
En su visita a Épicamente Podcast, Gordoa insiste: “La imagen sirve para gustar. Si no gustas en una entrevista de trabajo, no quieren contratarte. Si tu presentación no gusta, no quieren comprarte”, continúa explicando. “Un requisito indispensable para crear una imagen sólida es el ‘si solo pareces, pero no eres’ la gente se sentirá decepcionada cuando vea que no hay un fondo que lo sustente”.
La imagen como arma: “Nuestro vestuario es un sistema de comunicación no verbal, un lenguaje de signos y significados”

Álvaro Gordoa, experto en imagen personal, charla sobre imagen y negocios con Pavo Gómez Orea.
Gordoa explica que la imagen pública no solo es muy importante, sino que requiere de mucha estrategia y ética profesional. “La palabra persuasión está de por medio”, advierte.
“La imagen pública es una representación mental”, explica Gordoa. “Nuestro cerebro no sabe diferenciar entre percepciones, realidades y se protege en base a prejuicios. Una cosa es lo que puede decir la moral y otra cosa es lo que dice la neurociencia: nuestro cerebro está configurado como una maquinaria que lo que hace es categorizar, discriminar; para después sacar una conclusión que traduce en experiencia.
En base a eso, configura una realidad mental y, de ahí, procede a su trato”. El experto insiste: “No es suficiente ser, hay que parecer lo que somos”.

Álvaro Gordoa, experto en imagen personal, charla sobre imagen y negocios con Pavo Gómez Orea.
Otro gran error que se comete en esto de la imagen a nivel profesional, sobre todo las nuevas generaciones, es “pecar en los vicios del ego”, como define Gordoa. “El egoísmo, la egolatría y el egocentrismo”, insiste. “Es decir, así me gusta a mí, así es como me visto, nadie me puede juzgar y ay de ti como me discrimines, porque esto es quien soy yo”.
El experto lamenta esta actitud en los más jóvenes, recién salidos al mercado laboral. “Si bien desde un punto humanista estoy de acuerdo, desde el punto de vista de la imagen pública, nosotros tenemos que quitarnos ese egoísmo, dar y adecuarnos para poder recibir”, insiste. “Nuestro vestuario es un sistema de comunicación no verbal, un lenguaje de signos y significados. Es pararte delante del espejo y ver qué mensajes estoy enviando. Es utilizarlo como un lenguaje”.