Glovo ha creado un consejo asesor con el objetivo de rodearse de personalidades del mundo político y empresarial español. La plataforma, dedicada al reparto a domicilio, ha logrado el apoyo de Raül Blanco, expresidente de Renfe y exsecretrario general de Industria del ministerio de Industria con el gobierno del PSOE; José Manuel García-Margallo, exministro de Asuntos Exteriores con el gobierno del PP entre 2011 y 2016, ex eurodiputado y vicepresidente de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios en el Parlamento Europeo; Natàlia Mas, exconsellera de Economia i Hisenda de la Generalitat entre 2022 y 2024 con el gobierno de ERC y actual directora general de Respira Energía; Marta Pascal, exsecretaria general del PDeCAT (2016-2018), exsenadora, politóloga, historiadora y profesora de Ciencia Política en la UPF; Anna Miralles Jaime, directora de Sistemas y Tecnologías de la Información de la empresa Pro a Pro, del grupo Metro; y Manel Arroyo, quien fue director general y accionista de Dorna Sports y exvicepresidente del Futbol Club Barcelona.
La iniciativa se encuentra en una fase inicial y fuentes de la empresa comentan que “seguramente” más profesionales formarán parte del consejo asesor. Es la primera vez que Glovo se dota de un órgano con nombres de este calado. Hace años, la empresa había contado con una estructura similar pero únicamente estaba centrada en temas de gobernanza.
El objetivo es crear un foro de consulta estratégica y de conocimiento
El objetivo del nuevo consejo es convertirse en un foro de consulta estratégica y conocimiento para el equipo directivo, capitaneado por los fundadores Oscar Pierre y Sacha Michaud. La empresa quiere que la influencia y la trayectoria de los asesores sea útil para afrontar los retos y decisiones estratégicas a los que se enfrenta la plataforma de delivery .
Entre ellos, destaca especialmente el pago de las multas y las cotizaciones a la Seguridad Social de los miles de repartidores que durante años han operado con el régimen de falsos autónomos. Hace dos semanas el dueño de la empresa, el grupo alemán Delivery Hero, alertó en un informe que la continuidad de Glovo estaba amenazada ya que la empresa podría enfrentarse al pago de entre 520 y 860 millones de euros. A pesar de esta advertencia, el grupo puntualizó que “está en una posición financiera fuerte” y que sigue comprometido “con la operación de Glovo en España”.
Asimismo, Glovo se enfrenta a un caso sobre competencia desleal contra su rival Just Eat. A inicios de esta semana, este grupo de origen holandés anunció que ha recurrido ante la Audiencia Provincial de Barcelona la sentencia que daba la razón a Glovo y que desestimaba el pago de una indemnización de 295 millones de euros por operar con una flota de repartidores autónomos mientras que Just Eat operaba con repartidores asalariados.
A inicios de verano, la compañía barcelonesa empezó a trabajar con flotas de repartidores asalariados con el objetivo de acabar con la conflictividad sobre este modelo de autónomos. En su décimo aniversario en el mercado, Glovo también afronta los retos de conseguir beneficios netos y expandir su negocio más allá del reparto de comida a domicilio. La plataforma quiere fortalecerse sobretodo en la entrega de productos de supermercado.