La increíble resurrección del Monte Paschi Siena
Empresas: banca
La entidad italiana fue rescatada por el Estado hace ocho años y bordeaba la quiebra: hoy se ha hecho con Mediobanca
La sede central del banco Monte dei Paschi di Siena en la ciudad toscana
La Maestà de Duccio di Buoninsegna es un retablo realizado entre 1308 y 1311 para la catedral de Siena. En su predela y reverso incluye muchas escenas religiosas, algunas de las cuales muestran episodios milagrosos, como la resurrección de Lázaro y el milagro de los panes y los peces. En la ciudad toscana, una de las cunas del renacentismo, lo inexplicable forma parte de su historia.
El Monte dei Paschi di Siena (MPS), la entidad más antigua del mundo fundada en 1472, acaba de protagonizar su propio milagro. Hace ocho años, en diciembre del 2017, el banco estaba al borde de la quiebra con unas pérdidas anuales de 3.500 millones de euros y en los puestos de cola en los test de estrés del Banco Central Europeo (BCE).
El Gobierno de Matteo Renzi (toscano de Florencia) tuvo que intervenir. El Estado italiano irrumpió en el accionariado con hasta el 67% del capital tras aportar unos 5.300 millones con el beneplácito de Bruselas (y de la autoridad de supervisión EBA, presidida entonces por el italiano Andrea Ernia), para evitar riesgos sistémicos.
Hoy el MPS ha renacido. Y de qué manera: se ha hecho con el control la poderosa banca de inversiones Mediobanca. Una operación que sitúa la que era una maltrecha vieja gloria de la banca italiana como tercer grupo financiero del país.
Volvamos atrás. En 2007, MPS llevó a cabo una adquisición temeraria. Se hizo con Banca Antonveneta por la friolera de 9.000 millones de euros, cuando unas semanas antes el Santander había pagado por ella 6.600 millones. Además la compra se llevó a cabo sin una due diligence (pero con el visto bueno del Banco de Italia presidido por Mario Draghi). Antonveneta arrastraba mucha deuda y su incorporación desestabilizó las cuentas del banco toscano. En aquel entonces estaba al mando de MPS el abogado calabrés Giuseppe Mussari. Años después confesaría que no tenía ni idea de finanzas, que no sabía qué eran los derivados. Asimismo, la gobernanza del banco era poco eficiente, en manos de una fundación (en la que participaba el Arzobispado) que, en palabras del ensayista David Allegranti, “era como un welfare personalizado para la comunidad local”, ya que financiaba varias actividades. El logo MPS, apoyado por fuertes inversiones publicitarias, era la imagen de colecciones de arte, el equipo de baloncesto de la ciudad, botellas de vino y de aceite y ropa de marca.
Los protagonistas
Giuseppe Mussari
Abogado con pasión por los caballos, expresidente de MPS, impulsó la temeraria adquisición de Antonveneta en 2007. Condenado por delitos financieros, luego fue absuelto. Ha pedido daños y perjuicios a MPS.
Gaetano Caltagirone
Uno de los hombres más ricos de Italia con negocios en el sector inmobiliario, ha pilotado con el apoyo del Gobierno la adquisición de Mediobanca por parte de MPS, con el objetivo de influir en la aseguradora Generali.
Luigi Lovaglio
Gestor de largo recorrido (salvador del Credito Valtellinese), ha conseguido enderezar las cuentas del Monte dei Paschi, devolverlo a los beneficios y distribuir dividiendo, mediante un plan de racionalización de los activos.
Pero llegó la crisis financiera con la caída de Lehman Brothers (2008) y las heridas salieron a flote. El banco experimentó cambios de directivos y hasta un presunto suicidio –nunca aclarado del todo– del director de comunicación, David Rossi, que se tiró de un balcón de la sede histórica del palacete del siglo XIV. (El Monte Paschi está abonado a lo truculento: Armenio Melari, camarlengo del banco en el siglo XVII, fue acusado de apropiación indebida y condenado a la horca, pero esta es otra historia).
Poco a poco, gracias al rescate público, el Monte Paschi resurgió de sus cenizas. Hoy la Fundación tiene una presencia residual y el Estado italiano ha reducido su presencia en el capital (hasta el 11,7%). Tras más de 5.000 despidos, 3.000 prejubilaciones y el cierre de 600 filiales, la entidad, bajo la batuta del veterano gestor Luigi Lovaglio, ya obtiene beneficios (cerca de 2.000 millones anuales), y distribuye dividendos por 1.000 millones.
La operación –hostil– que le ha llevado a hacerse con el 62,29% de Mediobanca se hizo mediante intercambio de acciones sin desembolsar cash y con el respaldo del Gobierno de Giorgia Meloni, que busca defender un polo bancario alternativo que contrarreste el poder de Unicredit (de hecho, el Ejecutivo sí que vetó la opa de este último sobre BPM). Los analistas son cautos sobre la opa. El economista Giulio Sapelli dijo estar “desconcertado, teniendo en cuenta que el banco sale de una crisis reciente”. Domenico Santoro, de HSBC, confesó estar “sorprendido” porque MPS tenía puntos para ser comprada, más que para lanzar opas.
La operación se hizo mediante intercambio de acciones sin desembolsar 'cash' y con el respaldo del Gobierno de Giorgia Meloni
Sin embargo, la nueva estrategia de la entidad de Siena no se entiende sin dos empresarios italianos de renombre, Gaetano Caltagirone (que forjó su riqueza en el inmobiliario) y el holding de la familia Del Vecchio (que hizo fortuna con las gafas). Ambos han apoyado (y financiado) la histórica entidad toscana para extender sus tentáculos en el sistema financiero de Italia.
Porque Mediobanca es el accionista mayoritario (con un 13%) de la aseguradora Generali, considerada la joya de la corona del mercado italiano. Resulta que Caltagirone y Del Vecchio están presentes en el capital tanto de MPS como de Mediobanca y de la misma Generali. Mediante esta cadena de participaciones, ambos han consolidado su poder en la aseguradora. Suerte que el Monte dei Paschi di Siena pasaba por allí. De puro milagro.