‘Avant première’

Se acercan semanas clave del calendario ferial europeo. Del 15 al 19 de octubre, en el londinense Regent’s Park tendrán lugar las dos ferias Frieze, y más tarde, del 24 al 26, en el Grand Palais se dará cita Art Basel Paris. Pero estas fechas hacen referencia a los días que las dos ferias estarán abiertas al público, pues como es habitual, hay unos días previos reservados a visitantes vips, por los que coleccionistas y profesionales reciben una invitación especial de la feria o de alguna de las galerías participantes.

La noticia que ha trascendido esta semana es que la edición francesa de Art Basel estrenará un horario aún más vip si cabe, en la medida que si ya reservaba el miércoles 22 para el preview de los vips y el jueves 23 para el first choice, ahora abrirá un nuevo momento llamado avant première en que cada galería podrá invitar a seis coleccionistas para que el martes 21, entre las tres y las siete, puedan recorrer la feria casi montada de forma privilegiada, descubriendo antes que nadie las propuestas que presentan las galerías y pudiendo entablar conversación en un entorno especialmente íntimo. Parece que las quejas de los coleccionistas que el año pasado, en la encuesta publicada por Art Basel y UBS sobre coleccionismo, argumentaban que había demasiados visitantes en las ferias, incluso durante los horarios reservados para los vips, ha hecho mella. Decían, además, que cuando accedían a los stands, después de haber volado desde la otra punta del mundo, las obras que les interesaban ya se habían vendido. Pero hay que decir que, a menudo, esto está más relacionado con las prácticas recientes de las galerías de mandar con antelación PDF con las obras que van a presentar –dándoles la oportunidad de comprar mucho antes de que se monten los stands– que con que alguien se les avance en las horas de visita. Otra cosa es la picaresca de determinados galeristas de colar algún coleccionista amigo durante los días de montaje con el pase de expositor de la feria. Como cuando en Arco el galerista Pepe Cobo se paseaba, allá por los primeros 2000, de la mano de Florentino Pérez dándole la opción de disfrutar de un auténtico preview ante la mirada atónita de los galeristas que aún montabas sus stands. Y es que encontrar el equilibrio entre generar momentos no masificados para que los coleccionistas puedan interactuar con los galeristas y que las ferias sean lo más abiertas posible a los amantes del arte, no es nada fácil.