Los incendios que cada verano arrasan diferentes zonas del país no solo dejan tras de sí pérdidas materiales y naturales. También hay quienes descubren, al volver a casa, que el dinero que guardaban ha quedado reducido a fragmentos ennegrecidos. En esas circunstancias, el golpe económico puede ser considerable, especialmente si se trataba de los ahorros de toda una vida. Ante esa situación, el Banco de España se ha convertido en un recurso esencial para quienes intentan recuperar lo que creían irrecuperable.
Chamuscados
El Banco de España se ha convertido en la tabla de salvación para los afectados
La institución ha recordado que los billetes y monedas dañados por el fuego pueden entregarse en cualquiera de sus sedes para su análisis y canje, siempre que se confirme su autenticidad. Cada año, los laboratorios del Banco de España reciben en torno a 250.000 euros en monedas y unos cinco millones en billetes deteriorados, siendo los casos más complicados los de aquellos que han quedado calcinados.
La entidad central dispone de un sistema que permite examinar y sustituir billetes dañados
Según explicó en declaraciones recogidas por el propio organismo la jefa de la división de Análisis de Efectivo, Carmen Álamo, el procedimiento se aplica “a los billetes que presentan más del 50% de la superficie”. Añadió que, si el daño supera esa proporción, es necesario presentar un justificante de incendio emitido por los bomberos o la policía.
Desde el laboratorio, Pilar Dotor detalla que la manipulación mínima es clave para el éxito del proceso y aconseja entregar los billetes en cajas: “Es importante que los ciudadanos nos hagan llegar los billetes sin manipular y a ser posible en cajas para que estén más protegidos los billetes, de esta manera no se van a despegar”.
Ambas especialistas coinciden en que hay casos en los que el valor económico de lo dañado equivale a varios salarios anuales. Dotor explica que los billetes “al estar durante bastantes horas a alta temperatura, y al estar fabricados de fibra de algodón, han empezado a encoger y podemos ver la diferencia de tamaño con un legítimo original”. Aun así, afirma que los técnicos pueden verificar las medidas de seguridad y el relieve.
El Banco de España precisa que el canje solo se realiza si se acredita que el deterioro no fue intencional. En caso contrario, la divisa se retiene para impedir que vuelva a circular. Además, advierte que escribir o estampar sobre los billetes puede considerarse una alteración deliberada y, por tanto, invalidar su cambio.

