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La caja de BonÀrea se abre paso

Empresas

CaixaGuissona vio una oportunidad en la subida de tipos del 2022; ahora encadena grandes aumentos de depósitos

Martí Bravo, director general de CaixaGuissona

Mané Espinosa

Los números no solo acompañan al segmento agroalimentario y comercial del grupo BonÀrea. La cooperativa también ha impulsado su rama financiera con el salto que ha dado su propia entidad, CaixaGuissona. Y lo ha hecho fiel a su estilo, discretamente, sin ruido, sin publicidad y sin campañas de captación. “Lo que mejor nos va es el boca a boca”, reconoce su director general, Martí Bravo.

La semana pasada difundían que acaban de abrir una nueva oficina en Manresa para responder al aumento de clientes de los últimos tiempos. No es un hecho cualquiera. Con solo cuatro oficinas más en toda Catalunya, la de la capital del Bages es su primera inauguración en 14 años. Pero detrás de esta pequeña expansión se esconde una estrategia mucho mayor que le ha llevado a encadenar tres ejercicios con crecimientos de depósitos superiores al 20%.

Los activos administrados alcanzaron los 1.948,9 millones, casi el doble que hace cinco años

La caja vio una oportunidad en la subida de tipos del 2022. El Banco Central Europeo elevaba el precio del dinero por primera vez en una década y en CaixaGuissona decidieron remunerar los depósitos por encima del mercado. “Apostamos por retribuir bien el pasivo”, señala Bravo. A la vez, toparon el incremento de las hipotecas variables al 4%, medida de la que se beneficiaron 12.000 familias. Esta apuesta multiplicó su actividad. “Para nosotros, el 2022 fue un punto de inflexión positivo”, señala el director general.

La iniciativa les ha funcionado. El incremento de depósitos de CaixaGuissona en el 2023 fue del 20,64%; en el 2023 se elevaron un 31,97%, y en el primer semestre de este año crecen a un ritmo del 20,59%. En paralelo, su base de clientes ha subido un 17% en dos años y este 2025 esperan cerrar con más 100.000 usuarios. En cuanto al crédito a los clientes, ha avanzado un 8,6% de enero a ­junio.

Ahora bien, sus criterios para conceder operaciones son exigentes. “Nuestra ratio de mora es del 0,6, cuando la del sector está en el 2”, dice Bravo. De esta manera, la rama financiera de BonÀrea logró beneficios récord el último ejercicio. En el 2024 la entidad registró un beneficio neto de 15,7 millones de euros, un 31,9% más que el año anterior, encadenando así tres ejercicios consecutivos de máximos históricos. Los activos administrados alcanzaron los 1.948,9 millones de euros, casi el doble que hace cinco años, mientras que el margen de intereses creció un 19,8%, hasta los 28 millones de euros.

En el primer semestre  los depósitos han crecido un 20,59%

“Nuestro modelo es el de banca tradicional pura, muy riguroso y precavido”, reivindica Bravo. El sistema parece estar atrayendo a usuarios de todos los perfiles. El sector rural, que antes suponía la mayoría de su negocio, aporta ahora solo el 20% de la actividad de la entidad. De hecho, es en Barcelona donde tienen los mayores crecimientos, aunque Lleida continúa siendo su plaza fuerte, con un 49,83% delos clientes. Le sigue Barcelona con un 30,12%, Tarragona (15,02%), Girona (1,98%) y otros territorios (3,05%). “No somos una caja de pueblo”, reivindican.

La reciente apertura en Manresa responde al incremento de usuarios que han logrado en la Catalunya Central. “Es una zona donde había una fuerte implantación de cajas y comparten una idiosincrasia similar”, comenta el director general.

De esta manera, la nueva oficina dará servicio a los más de 5.500 clientes que CaixaGuissona ya tiene en Catalunya Central. Hasta ahora, la zona había al­canzado un volumen de negocio de 145 millones de euros, a pesar de la ausencia de una oficina física. Es su lenta pero constante ­expansión.