A la guerra por la pasta

Visión Global 

El Departamento de Comercio de Estados Unidos impone aranceles de hasta el 107% a los productos italianos, acusando a varias empresas de vender por debajo del precio de mercado.

ROMA, 12/03/2022.- La pasta o la pizza son las otras banderas de Italia, pero disfrutar de estos platos es cada vez más caro a causa del encarecimiento de la energía y por un mercado mundial de materias primas agitado, ahora también por la guerra en Ucrania. En la imagen, establecimiento de pasta y pizza en el centro de Roma. EFE/Andrea Cuesta

Un establecimiento de pasta fresca en el centrode Roma

Andrea Cuesta / EFE

Hace un año, en pleno auge de los conflictos en todo el mundo, el ministro italiano de Agricultura, Francesco Lollobrigida, hizo una reflexión sobre la importancia de la pasta en la mesa: “Cuántas guerras podrían evitarse frente a una buena cena, discutiendo y razonando con una copa de vino”.

Sin embargo, está ocurriendo justo lo contrario: Italia entra en guerra –la de la pasta–. Ha llegado el momento de mover las tropas, al menos las diplomáticas, porque Estados Unidos ha decidido imponer una multa a los productores de espaguetis, acusándolos de prácticas comerciales desleales.

Según el Departamento de Comercio de Washington –el equivalente de un ministerio–, algunas empresas italianas, dos en particular, serían culpables de prácticas de dumping, es decir, de vender sus productos en Estados Unidos a precios muy por debajo del mercado, incluso inferiores a los del país de origen, con el objetivo de conquistar ese mercado.

Garofalo y La Molisana son las dos marcas de pasta italianas en el ojo del huracán

La respuesta de las autoridades norteamericanas ha sido aplicar un arancel del 91,74%, que se suma al 15% ya previsto para los productos agroalimentarios exportados desde la Unión Europea. En total, el 107%, que no solo afecta a las dos marcas en cuestión –Garofalo y La Molisana– sino prácticamente a todo el sector. A la espera de la decisión definitiva, que debería llegar en enero, el mismo tipo impositivo se ha aplicado también a otras doce empresas italianas incluidas en la investigación, entre ellas el gigante Barilla, que además produce en Estados Unidos.

Para Italia es un potencial desastre económico: basta pensar que en el 2024 el país exportó pasta a Estados Unidos por más de 670 millones de euros. “El impacto sería devastador para agricultores y empresas –advirtió Antonio Boselli, presidente de Confagricoltura Lombardia–. Solo en nuestra región hay más de 10.000 hectáreas cultivadas con trigo duro”.

“Vendemos el medio kilo a 4,5 euros, ¿dónde está el dumping?”, subraya el productor Rummo

Ante el anuncio de la medida, Italia se ha rebelado: “El Ministerio de Asuntos Exteriores está trabajando, en estrecha coordinación con las empresas afectadas y en sintonía con la Comisión Europea, para que el departamento estadounidense revise los aranceles provisionales impuestos a nuestras compañías”, dijo el ministro de Exteriores, Antonio Tajani.

“Seguimos con atención los expedientes relacionados con la supuesta acción antidumping, que desencadenaría un mecanismo hiperproteccionista contra nuestros productores de pasta, del cual no vemos ni la necesidad ni ninguna justificación”, añadió el ministro de Agricultura, Francesco ­Lollobrigida.

El caso de la pasta amenaza con tensar las buenas relaciones entre el Gobierno de derecha de Roma y la Administración de Donald Trump. Aunque, para ser precisos, la investigación de las autoridades de Washington comenzó bajo la presidencia demócrata de Joe Biden, y todavía no se ha tomado una decisión definitiva.

670 millones de euros es el valor de las exportaciones italianas de pasta a Estados Unidos en 2024

Las empresas italianas han presentado un recurso: “En los próximos días presentaremos un dossier para explicar nuestra posición –explicó el consejero delegado de Garofalo, Massimo Menna, a la agencia AdnKronos–. Son acusaciones infundadas: aplicamos los mismos precios que en Italia”.

La otra empresa afectada, La Molisana, añadió que está dispuesta a abrir nuevas fábricas en EE.UU. Por su parte, Cosimo Rummo, presidente de uno de los productores de pasta más célebres, fue tajante: “El arancel entraría en vigor en enero, pero con efecto retroactivo de doce meses. Es absurdo: vendemos medio kilo de pasta en Estados Unidos a 4,5 euros, ¿dónde estaría el dumping?”.

El temor del Gobierno de Roma es que esta investigación tenga un trasfondo político, es decir, que busque penalizar los productos agroalimentarios europeos. “Quien quiere combatir la pasta italiana es el llamado italian sounding –explicó Tajani–, el falso italiano. Molesta nuestra calidad y por eso se intenta frenar la presencia de la pasta italiana en el mercado”. La guerra de los espaguetis no se puede perder.

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