Grupo Julià pacta con la banca y la SEPI aplazar el retorno de la deuda
Mundo empresarial
La firma retrasa la devolución de 8 de los 87 millones del pasivo y pone a la venta dos solares en Málaga y Madrid
La compañía familiar opera el bus turístico de Barcelona
Grupo Julià ha pactado con varias entidades financieras y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) una carencia del retorno de la deuda para ganar oxígeno tras la fuerte inversión en la renovación del bus turístico.
Fuentes conocedoras apuntan que el pacto supone una novación del calendario del retorno de la deuda que solo afecta a 8 de los 87 millones del total del pasivo. Las condiciones establecen una carencia del 80% de los 8 millones por un plazo de 36 meses y el pago del 20% restante. El acuerdo ha sido suscrito por la SEPI –que aportó un préstamo de 38 millones en el 2022– y 9 de las 13 entidades financieras que son acreedoras del grupo familiar. Además, la compañía se ha comprometido a poner a la venta dos solares en Málaga y Madrid valorados en su conjunto en más de 15 millones de euros.
Este acuerdo, que ha recibido el asesoramiento de KPMG, tiene una vigencia de 12 meses. Durante este tiempo, la empresa podrá tomar aire ante la fuerte inversión de 42 millones en la electrificación del bus turístico de Barcelona y otras flotas de autobuses. El endeudamiento también se debe a los efectos de la pandemia y una antigua apuesta por el mercado de Estados Unidos.
El grupo familiar facturó 253 millones en 2024 y obtuvo un beneficio bruto de más del 15%
Este conjunto de factores ya provocaron que en el 2020 el grupo sellase un acuerdo marco con sus acreedores para refinanciar su pasivo. Y dicho pacto se está cumpliendo. Entonces, “Julià tenía una deuda de 104 millones de euros y ahora la cifra se ha reducido hasta los 87 millones”, aseguran las fuentes. Este acuerdo –cuyo calendario ahora se ha visto modificado– vence en el año 2028.
Sabiendo que esta fecha se acerca, la compañía ya se ha puesto manos a la obra para elaborar un nuevo acuerdo marco cuyos efectos vayan más allá del 2028. Ese año será crucial ya que entonces vencen los créditos avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO) y el préstamo de la SEPI. Las condiciones del nuevo acuerdo todavía se desconocen pero estas fuentes comentan que la compañía está abierta a negociar una nueva estructura de la deuda y la entrada de nuevos agentes de financiación alternativa, como fondos de inversión.
En todo caso, la compañía se muestra confiada en la solidez de su proyecto. El año pasado, facturó 253 millones de euros, de los cuales el 60% procedió de países extranjeros como Reino Unido, Italia, México, Argentina o Estados Unidos. El beneficio neto fue positivo y el ebitda (beneficio bruto) se situó entre el 15 y el 20% de esa cantidad. Este año, Julià espera mantener los resultados –o registrar una ligera caída– a causa de una cierta ralentización del gasto turístico.
Con sede el l’Hospitalet de Llobregat y más de 90 años de historia, el grupo emplea 1.600 personas en todo el mundo bajo el liderazgo de Jose Adell y Daniel Alonso.