Internet afronta la revolución del navegador IA

Especial inteligencia artificial: la nueva red

Una nueva ventana que ejecuta en lugar de buscar transformará la red conocida

Atlas, el navegador de ChatGPT

El navegador Atlas de ChatGPT, que puede actuar en el ordenador

ChatGPT Atlas / Mockup Mizframa

El primer navegador de internet de uso público fue Mosaic, creado por Marc Andreesen en 1993. Rápidamente se hizo popular entre los pocos privilegiados que entonces accedían a esa red de información –todavía desconocida para la mayoría de la población– llamada internet. Más tarde llegó Netscape, que alcanzó gran popularidad hasta que Internet Explorer, de Microsoft, acabó por desbancarlo. Con el tiempo, tuvimos Safari, Firefox, Opera y Chrome. Todos se basaron en la premisa de ser el punto desde el que el usuario se dirige hasta las páginas en las que está la información. Al usuario de internet se le denominó internauta porque navegaba entre las páginas web.

Pero el internet que conocimos desde la última década del siglo pasado cambiará como consecuencia de la existencia de los navegadores IA, porque en lugar de ser interfaces pasivos de acceso a la información son una herramienta interactiva que realiza tareas. Por ejemplo, si antes se necesitaba buscar un tipo de artículo en internet, pongamos, una estantería de madera, se escribía el nombre del producto en el buscador –Google, seamos sinceros– y este daba acceso a contenidos patrocinados y enlaces.

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El cambio de paradigma con los nuevos navegadores IA es que se han diseñado para que muchas tareas sean automáticas. Así que, con el ejemplo anterior, el usuario podría pedir mejor al navegador que le mostrara, por ejemplo, las cinco estanterías de madera más baratas elaboradas por fabricantes a menos de 50 kilómetros de su casa. Una tarea que podría ser tediosa y pesada, resuelta en un minuto. Sólo hay que saber pedir.

Las funciones de los nuevos navegadores con inteligencia artificial son muchas y se irán incrementando con el paso del tiempo. Pueden resumir las páginas web, encontrar en ellas los datos específicos que busca el usuario, sugerir enfoques basados en sus preferencias y ejecutar tareas complejas de varios pasos en su nombre sin necesidad de intervención humana.

A la larga, los navegadores IA apuntan a ser auténticos asistentes personales que podrán hacer cosas como responder a correos electrónicos a partir de los criterios del usuario que ya conocerán previamente, hacer compras o añadir productos a un carrito virtual de una tienda online, reservar una mesa en un restaurante o participar en procesos como la adquisición de entradas para eventos como conciertos. En una cola virtual una máquina es más rápida que un humano.

Rellenar un formulario, hacer las reservas de hotel y transporte necesarios para un viaje o la realización de compras directas serán funcionalidades a las que los navegadores IA aplicarán el conocimiento de los hábitos del usuario. El siguiente paso en esa escalada será integrar toda esa gestión con otros dispositivos inteligentes conectados, como relojes, visores de realidad mixta y otros.

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La razón por la que esta forma de navegación cambiará internet es porque los enlaces a la páginas web dejarán de ser el objetivo de las búsquedas. Google, que ha basado su negocio publicitario en estas, ya está girando el modelo. Ahora, lo primero que suele encontrar un usuario de Google después de una búsqueda es una respuesta, un resumen a partir de las palabras clave. Además el buscador ha estrenado recientemente un Modo IA, basado en Gemini, que aparece como un botón a la derecha de la caja del buscador.

De la misma forma, Microsoft incorporó hace unas semanas al navegador Edge la opción de activar la IA Copilot, con funciones de agente de inteligencia artificial. Brave ha añadido su IA Leo, que se activa como un asistente en una ventana lateral del navegador, y Opera tiene el asistente Aria, que puede usar distintos modelos de IA.

Entre los nuevos que entran en escena está Atlas, de ChatGPT, que utiliza GPT-5.1 de OpenAI; Comet, de la IA Perplexity; Arc, de The Browser Company o Fellou, que automatiza tareas entre más de 50 plataformas. Internet ya no es lo que era.

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