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El adiós definitivo de Miró

Legal

La emblemática cadena de electrodomésticos echa el cierre tras fracasar la venta de la unidad productiva de la empresa, en concurso de acreedores

Una de las tiendas que Miró tenía en Barcelona

Xavier Gómez

La emblemática cadena de electrodomésticos Miró se despide para siempre. La compañía, nacida el año 1971 en Martorell, fue una de las precursoras de la venta al detalle de todo tipo de aparatos para el hogar. Neveras, lavadoras, televisores, lavavajillas... Miró se ganó la confianza de varias generaciones de este país.

Sin embargo, el negocio ha vivido una última década muy convulsa, con tres concursos de acreedores a sus espaldas y distintos propietarios que no han sabido superar la competencia de los grandes grupos y, sobretodo, del negocio de la venta online.

A inicios de julio, la compañía se acogió al preconcurso ante el juzgado mercantil número 7 de Barcelona con la esperanza de encontrar rápidamente un comprador. Sin embargo, los meses pasaron y, tras declararse en concurso de acreedores en octubre, la empresa finalmente ha tirado la toalla. “No ha llegado ninguna oferta atractiva así que vamos a liquidar todos los activos con la esperanza de vender la marca y las existencias. Ahora es buen momento por la campaña del black friday ”, comenta el administrador concursal, Jordi Albiol, del despacho RCD Legal.

En el proceso de liquidación, la marca y el stock están a la venta y se ha aprobado un ERE a 38 empleados

Con el dinero que se obtenga de la venta de los lotes –la marca Miró vale unos 300.000 euros–, se procederá al pago de los acreedores, entre los cuales están un grupo de entidades financieras, empresas proveedoras y la Agencia Tributaria. En total, la compañía –cuya sociedad se llama Investing Partnership– tiene un pasivo que asciende a 6,2 millones de euros.

Asimismo, el administrador concursal –bajo la autorización del juzgado– ha llevado a cabo un ERE para despedir a los 38 empleados de la cadena. El recorte, comenta Albiol, se está ejecutando de manera paulatina, a medida que van bajando la persiana las 16 tiendas que quedan abiertas entre Catalunya e Islas Baleares.

De forma paralela, la compañía propietaria de Investing Partnership, llamada Candelsa, también ha entrado en concurso de acreedores, al verse incapaz de afrontar unas deudas de 29,4 millones de euros. Con sede en Castellar del Vallès, esta compañía emplea una cincuentena de personas y se dedica a explotar distintas marcas de cadenas de electrodomésticos, como Miró y otras enseñas del sector.

Tras el concurso de acreedores, su actividad se ha ido frenando y el administrador concursal confía en vender la unidad productiva al ser un negocio de mayor tamaño que el de Miró. Controlada por un gran grupo de accionistas, Candelsa alcanzó una facturación de 67 millones de euros en 2023, según las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil.