La educación financiera ante la revolución del 'private equity'

Inversión

Crescenta fue la primera gestora en dar acceso a fondos de capital privado de manera digital a inversores minoristas

Crescenta es una gestora de capital privado creada por Ramiro Iglesias (izq.) y Eduardo Navarro (dcha.)

Crescenta es una gestora de capital privado creada por Ramiro Iglesias (izq.) Y Eduardo Navarro (dcha.)

LUIS CAMACHO

Durante años, la inversión del ciudadano medio español se movía entre los mismos productos: depósitos, renta fija y, como máximo, algo de bolsa, con fondos indexados o ETF asomando en los últimos años. Mientras tanto, el private equity —la inversión en empresas no cotizadas— seguía siendo un territorio reservado a grandes patrimonios e inversores profesionales.

Hoy, esa frontera se ha difuminado. La posibilidad de entrar en activos privados supone un cambio estructural del sistema financiero. Y, como ocurre con los grandes saltos históricos, exige algo más que acceso: formación.

2022 fue el año en que se aprobó la Ley Crea y Crece, que rebajó los límites de inversión

Para entender este cambio profundo, hablamos con Ramiro Iglesias, CEO y cofundador de Crescenta, primera gestora en dar acceso a fondos de capital privado de manera digital a inversores minoristas y profesionales.

El 'private equity' como motor del nuevo inverso

Iglesias lo explica como un fenómeno que va mucho más allá de una tendencia financiera: “La apertura del private equity a más inversores no se explica solo como una tendencia financiera, sino como un reflejo de cambios sociales: una población más digital, un inversor más inquieto, un mayor interés por proyectos vinculados a innovación, sostenibilidad y economía real, y un creciente deseo de diversificar ante la volatilidad de los mercados públicos”.

El private equity ofrece precisamente eso: visión a largo plazo y participación en compañías que construyen el futuro, pero también exige responsabilidad, planificación y conocimiento. Ahí es donde Crescenta, como pionera, también ha puesto el foco: en preparar al inversor para que pueda integrar este tipo de activos dentro de una estrategia más completa y equilibrada.

'Private equity': de club exclusivo a herramienta para el ciudadano

El punto de inflexión llegó con la Ley Crea y Crece (2022), que rebajó los límites de inversión y permitió la entrada de inversores no profesionales que cumpliesen ciertos requisitos. De repente, un ahorrador particular podía invertir en empresas innovadoras, compañías tecnológicas, proyectos industriales o iniciativas de transición energética en sus mayores fases de crecimiento.

Este acceso marca un antes y un después. Hasta ahora, participar en el crecimiento de empresas no cotizadas exigía tickets muy elevados, un nivel técnico complejo y estructuras reservadas a profesionales. Hoy, gracias a la regulación, la digitalización y la innovación del sector, las oportunidades que impulsan la economía real ya no son exclusivas de unos pocos”, añade Iglesias.

Desde 2022, los mercados privados han superado los 14 billones de dólares a escala global

Este cambio no es anecdótico. Los mercados privados han superado los 14 billones de dólares a escala global y se han convertido en una de las principales fuerzas de financiación empresarial, especialmente en sectores estratégicos.

Sin embargo, su llegada al público general abre un reto evidente: cómo garantizar que el acceso vaya acompañado de comprensión real.

La brecha formativa: el riesgo de democratizar sin educar

La CNMV ha repetido en múltiples ocasiones lo esencial que es la formación para participar en productos no líquidos, sofisticados y de largo plazo. “Nosotros, como gestora, nos tomamos muy en serio la responsabilidad que tenemos de que todo inversor comprenda bien cómo funcionan estos fondos”, completa Iglesias.

Según explica, conceptos tan determinantes como el horizonte temporal de las inversiones, la iliquidez o los ciclos de creación de valor son todavía desconocidos para buena parte de los inversores.

Ramiro Iglesias

Ramiro Iglesias, CEO y cofundador de Crescenta

La democratización sin educación puede generar expectativas irreales, frustración o decisiones impulsivas. Y eso es precisamente lo que el sector se ha propuesto evitar. “Por eso, la educación financiera ya no es una recomendación: es un pilar estructural del nuevo escenario”, insiste.

Crescenta: un actor que impulsa la apertura… y el entendimiento

En este cambio de paradigma destaca el papel de Crescenta, la primera gestora 100% digital especializada en democratizar el acceso al capital privado en España. Pero su aportación va mucho más allá de la tecnología o el acceso a los principales fondos de private equity del mundo.

Crescenta ha entendido que la verdadera transformación del ahorro solo será sostenible si los ciudadanos dominan los fundamentos del private equity. Por ello creó Aprende y Crece, una plataforma educativa que busca explicar, acompañar y desmitificar este tipo de inversión.

La iniciativa incluye: masterclasses de expertos del sector, artículos y entrevistas, contenidos didácticos accesibles, guías prácticas sobre riesgos, iliquidez y expectativas de retorno, y materiales pensados específicamente para quienes se acercan por primera vez a estos mercados.

La ambición de Crescenta es clara: no solo abrir la puerta, sino enseñar a cruzarla con criterio. En un sector que a menudo ha sido percibido como opaco, este enfoque pedagógico coloca a la gestora como un actor de referencia y como catalizador de un nuevo tipo de relación entre el ciudadano y los activos privados.

De la moda financiera a la transformación estructural

El auge del private equity no es una moda pasajera. Forma parte de una transformación profunda del sistema financiero que afecta tanto a cómo se financian las empresas como a cómo los ciudadanos construyen su patrimonio.

Los mercados privados permiten financiar transiciones tecnológicas, activar proyectos que no encajan en los circuitos tradicionales, diversificar el riesgo de las carteras, y acceder a fuentes de retorno diferenciales, pero su consolidación será tan sólida como lo sea la formación de quienes participan en ellos.

“Durante décadas, los grandes inversores se han beneficiado de las elevadas rentabilidades históricas que han dado los mejores fondos de private equity, que van desde los 15% a los 25% anuales. Nosotros queríamos llevar esa oportunidad a más inversores”, sostiene Iglesias, que con más de 3.600 clientes lo están consiguiendo.

El futuro del ahorro será privado… y formado

España está entrando en una nueva etapa del ahorro. La digitalización, los cambios regulatorios y la madurez del mercado han permitido que el private equity deje de ser un club exclusivo. Pero el éxito de esta transformación depende de que los inversores cuenten con las herramientas necesarias para comprenderlo.

La apertura ya ha ocurrido. Lo que ahora determina la calidad de esta revolución es la educación. Y en ese terreno, Crescenta se ha posicionado como un actor imprescindible para guiar a los nuevos inversores en el mayor salto financiero de los últimos treinta años.

Rentabilidades pasadas no implican rentabilidades futuras. Consulta riesgos y condiciones:

https://crescenta.com/es/condiciones

Cargando siguiente contenido...