Banco Mediolanum vive un idilio con España. El brazo de la italiana Banca Mediolanum cosecha nuevas cifras récord, pero no por ello se pone techo: ve aún mucho recorrido para su modelo, basado en el asesoramiento financiero personalizado y sin oficinas comerciales. Justo cuando cumple 25 años desde su llegada al país con la compra de Fibanc, ha roto la barrera de los 15.000 millones de euros en recursos gestionados o administrados.
“Mi padre eligió España porque creía mucho en este país. Veía espacio para algo nuevo, el modelo encajaba perfectamente aquí”, plantea Sara Doris, hija del fundador, Ennio Doris, y vicepresidenta de Banco Mediolanum. El desembarco se dio en el 2000 con la compra de Fibanc, centrada en gestión de patrimonio. El fundador, ya fallecido, veía tiempos de cambio. En pleno boom de oficinas bancarias, “nos decía que en una década se iban a convertir en heladerías y pizzerías... Y es lo que pasó”. Carlos Tusquets, impulsor de Fibanc y hoy presidente de Banco Mediolanum, relata que, además de la italiana, pugnaban en la venta una gran entidad suiza y una aseguradora americana. “Había reticencias del regulador porque hacía pocos años prestaba actividad bancaria y porque los bancos italianos habían durado poco en España”, reconoce. Pero la cercanía de la familia, la visión de Doris y el modelo propuesto marcaron la decisión. Los años han dado la razón: la propuesta de un asesor como “médico de cabecera del dinero” ha calado.
Los clientes, los recursos o la captación neta aumentan a doble dígito, hasta cifras récord
Fibanc se transformó en Banco Mediolanum en el 2010. Los últimos años han sido especialmente positivos, de récord. Desde el cierre del 2023 los recursos de clientes crecen casi el 50%. Luca Bosisio, consejero delegado, lo atribuye a “un asesoramiento muy cercano, de calidad, y que se está dando a conocer más”. Las cuentas reveladas la semana pasada detallan que hasta septiembre la entidad contaba con un patrimonio de clientes de 14.843 millones de euros, el 22% más que el año anterior, que ya había sido récord. Las cifras más actualizadas, incluyendo los meses posteriores, apuntan a los 15.400 millones de euros totales, comparten desde la entidad.
Otras métricas muestran también un fuerte avance. Como los clientes, que repuntan un 12% a más de 276.000; la captación neta de recursos, con 1.539 millones en nueve meses, un 68% más, o la cartera crediticia, que sube un 17%, a 1.674 millones. La estimación es que permitan un beneficio similar al del ejercicio pasado, cuando ganó 40,5 millones de euros. La entidad mantiene una ofensiva inversora, de 42 millones de euros en los últimos dos años. Una buena parte ha ido a infraestructura para atención al cliente, como la respuesta a distancia o la app renovada. La entidad saca pecho por ser seis años seguidos la que tiene al cliente más satisfecho, según la consultora Stiga.
Se quiere más. Para poner cifras al potencial recorrido, comparan con el caso italiano. Allí el 21% del ahorro de las familias cuenta con un asesor financiero. En España no llega al 1%. “Tenemos una autopista para crecer mucho en España, una posibilidad de crecimiento bastante elevada”, plantea Bosisio, que habla más allá de rentabilizar el ahorro: además se trata de garantizar su futuro de ingresos con seguros u otros productos. Tusquets apunta al ahorro billonario sin rentabilizar que guardan los españoles.
“Estamos en España para crecer, es la condición esencial para poder competir”, plantea Sara Doris
Su red de family bankers, asesores independientes pero con exclusividad, alcanza ya los 1.636, tras un crecimiento del 2%. Es la cifra más estable de las compartidas. Bosisio plantea que no es tan necesario crecer en asesores como que estos den un paso más en la profesionalización y actúen como pequeñas empresas, para gestionar más clientes, algo que ya ven en Italia. Los 80 puntos de asesoramiento al cliente –que se reitera no son oficinas– también los gestionan profesionales externos. El grupo espera que lleguen al centenar para el 2026 o el 2027. Juan Massana, director comercial, apunta que tras 25 años se cuenta con un tejido de asesores más maduros. “En España las oficinas bancarias están en niveles de los años setenta. El cierre ha hecho que la figura del asesor financiero se expanda”, añade. “Estamos en la edad de oro del asesoramiento financiero”, completa. La entidad también ha encontrado un foco de crecimiento en banca privada, donde ya suma 108 profesionales independientes. La idea es seguir creciendo en esta rama. “Estamos en España para crecer, es la condición esencial para poder competir”, plantea Sara Doris.
Banco Mediolanum mantiene su sede social en València, tras el traslado durante la fase álgida del procés. No tiene planes para retornarla a Catalunya. La familia Doris mantiene el control de la entidad. Además de la presencia de Sara Doris en la estructura, su hermano Massimo Doris es consejero delegado de la matriz.
Mejor ritmo que la matriz italiana
En la comparativa en los primeros nueve meses del año, el negocio español muestra una mejor tendencia que la evolución de la matriz italiana. La cifra de clientes crece el doble (un 12% contra un 6%), igual que el repunte del patrimonio de clientes (un 22% contra un 13%) o la cartera crediticia (17% y 7%). Eso sí, en España se parte de unas cifras más bajas y se tiene más recorrido, lo que dispara algunas métricas. En Italia tiene dos millones de clientes y más de 150.000 millones de euros en recursos en gestión o administración. Son cifras que llegan a multiplicar por diez la base española. En términos de solvencia están mucho más cerca: la matriz italiana tiene una ratio CET1 del 23,2%, mientras que Banco Mediolanum tiene un 20,56%.

