La campaña de la renta 2024 acaba este lunes con más de un despistado que puede pagarlo caro. Año tras año se repiten casos de personas obligadas a hacer la renta que bien por desconocimiento o directamente por no querer afrontarlo no completan el trámite. En función de que luego presenten voluntariamente la liquidación fuera de plazo o se lo requiera Hacienda, se enfrentan a sanciones de hasta el 150% sobre el pago inicial.
Carme Elena, de la comisión fiscal del Col·legi Oficial de Gestors Adminisitratius de Catalunya, menciona tres casos que se están repitiendo entre los que ha gestionado las últimas campañas. Uno es el de pensionistas que tienen pensiones de otros países por haber trabajado en su día en el extranjero y no saben que tienen que hacer la liquidación. “Como alguien que tiene una pensión mínima en España que no obliga a declarar, pero trabajó en Francia y recibe unos 150 euros al mes de allí. Parece poco, pero en el conjunto del año obliga a presentar la renta”. Porque los deja en una situación con dos pagadores en la que el segundo supera los 1.500 euros anuales, por lo que la obligación de declarar cae de los 22.000 euros en ingresos generales a los 15.876 euros. “Ocurre con muchas viudas, Hacienda está revisando esto”.
La pensión generada en el extranjero se convierte en un factor a tener en cuenta en la renta
Con la vivienda también hay un caso repetido que obliga a declarar y no se suele tener en cuenta. Es cuando se incrementa el valor catastral de una segunda residencia. “Si el 2% a imputar por esa vivienda por su valor catastral supera los 1.000 euros, ya estás obligado a hacerla aunque no debieras por otros conceptos”, dice Elena.
Otro supuesto común entre los que no declaran está en los inversores con pérdidas patrimoniales. Aunque sus ingresos no le obliguen, si superan los 500 euros en pérdidas por inversiones sí deben hacerlo. “Está ocurriendo con inversores en criptomonedas. Muchos de los requerimientos tras no declarar vendrán por esto”, expone Elena. “La gente no asocia pérdidas con hacer la declaración. Antes, como Hacienda no disponía de mucha información sobre el juego, las ventas de segunda mano o las cripto, se escapaban. Ahora ya no”, advierte.
Los últimos días están siendo ajetreados, incluso entre gente con rentas complejas. Paula Urcera, responsable del área fiscal de la gestora online TaxDown, comenta que no tiene sentido atrasar el trámite por miedo al pago, porque las fechas de cobro son fijas y no presentarla solo genera problemas. “Lo vemos sobre todo en rentas a pagar, con gente que no quiere enfrentarse al problema. Presentarla fuera de plazo es peor, no puedes domiciliar ni fraccionar”, repasa.
Entre los despistados, Urcera señala a los que se van de vacaciones antes de cumplimentar el trámite, jubilados que entran en supuestos de declarar con la subida de su pensión y no lo saben o los extranjeros que se instalan en el país y desconocen el trámite. “Conocemos una persona que sistemáticamente nos llama en julio, ya con la campaña terminada”, expone.
Despistes, desconocimiento o desgana, lo que espera es similar. Si uno estaba obligado a declarar, no lo hizo y presenta la declaración fuera de plazo voluntariamente, abonará un 1% extra por cada mes que transcurra desde el cierre de la campaña. Al año se eleva a un 15% más intereses de demora (4,0625% anual). Si salía a devolver, hay una sanción de 100 euros, repasa Urcera. Si quien exige la presentación es Hacienda con un requerimiento, la penalización en casos de declaraciones a pagar suele ser un 50% adicional sobre la cuantía original, dice. Si era a devolver, puede ser de 200 euros. “Si es a devolver no suelen avisar, si es a pagar, sí”, comenta Elena. Hacienda tiene cuatro años para revisar declaraciones.