La Universitat Politècnica de Catunya (UPC) ha conseguido liquidar la deuda de 98,9 millones correspondiente a los parquetazos, los créditos públicos que recibió para la construcción de parques científicos y tecnológicos.
Se trata de una deuda que arrastraba desde hace más de 20 años, cuando el Gobierno y la Generalitat concedieron a la UPC (al igual que a otras universidades) varias líneas de crédito para la edificación de centros de I+D. La crisis financiera y la configuración de estos créditos –con vencimientos a corto plazo, que no casan con el modelo de negocio a largo plazo de los parques científicos– han provocado el endeudamiento crónico de los parques científicos, que confiaban en una condonación por parte de las administraciones que nunca llegó.
El gerente de la UPC, Iván Planas, se felicita por haber conseguido finalmente liquidar este pasivo. “Sin aplicar recortes a los parques, hemos conseguido retornar la deuda incrementando nuestros ingresos, ganando nuevos proyectos de innovación y aumentando la superficie alquilada”, detalla. El directivo reconoce que la llegada de fondos Next Generation ha acelerado el retorno de la deuda. “Tenemos más ingresos porque en los últimos años están entrando más proyectos impulsados con las ayudas europeas”, comenta el directivo, quien añade que ahora es más fácil alquilar las instalaciones ya que la situación económica es mejor que hace 15 años.
Gracias a la nueva gestión y el mejor panorama económico, Planas avanza que los ingresos serán de 105 millones este 2024, frente a los 70 millones de hace tres años. El próximo reto, comenta, es conseguir 200 millones de financiación para la necesaria renovación y mantenimiento de las instalaciones. Esta vez, sin parquetazos.
Los frutos de los 'parquetazo'
Aunque el retorno de los créditos ha asfixiado durante años a la red de parques públicos y científicos españoles, estos créditos han permitido la construcción de centros de I+D. En el caso de la UPC, estas ayudas han facilitado la edificación de el edificio Neàpolis, en Vilanova i la Geltrú; el Centre Tecnològic de Manresa (CTM); la ampliación del edificio de la Facultad de Matemàtiques i Estadística para acoger el Centre de Disseny d'Equips Industrials (CDEI), el Institut de Robòtica i Informàtica Industrial (IRI) y la Fundació CIM; el edifici RDIT; el edificio GAIA y la sede del Centre Tecnològic de Transferència de Calor (CTTC) en el Campus de Terrassa.