Ebro ya está en casa. La marca es el pilar del proyecto con el que EV Motors y Chery reindustrializan la fábrica de coches que Nissan cerró en la Zona Franca en el 2021. Ebro Factory es un ambicioso plan que devuelve a la histórica enseña a la fábrica que ya ocupó en los setenta, pero con un futuro eléctrico. “Aquí tenemos un conocimiento profundo de la industria del motor, tanto en fabricación como desarrollo. Tenemos una oportunidad enorme de que el talento se estructure en torno a Ebro, creando una marca nacional, que sea capaz de ser puntera en Europa en movilidad eléctrica, sostenibilidad y transición energética”, señala Rafael Ruiz, presidente de EV Motors, matriz de la marca. Un cierre de círculo que muestra que la industria puede mirar al futuro.
Ebro la rescata EV Motors, firma de ingeniería catalana centrada en el motor, hoy cotizada en bolsa, que la adquirió en el 2021. “Es un símbolo de la reinvención. La reindustrialización de la planta es una reindustrialización del país, con una nueva capacidad tecnológica, la del vehículo eléctrico y el híbrido enchufable. Con una nueva mentalidad de tecnología y ecología”. Querían que fuera la punta de lanza. El otro actor clave es Chery, el mayor exportador chino de vehículos. El socio “dispone de todas las tecnologías, una oferta amplia y flexible, necesaria para adaptarte al mercado. Y como partner permitirá cubrir la capacidad, siendo competitivos”, analiza.
La planta tendrá una capacidad de hasta 150.000 unidades en el 2029: la inversión total rondaría los 300-400 millones
La producción arrancó en noviembre con el Ebro s700, al que se sumó el s800 en enero. Hoy salen unos 50 vehículos diarios. “Ya hemos fabricado unos 1.200 vehículos. Son robustos, con gran tecnología, interiores de alta gama y prestaciones excelentes en su segmento. Está teniendo muy buena recepción”, repasa. Hoy son de combustión pero el s700 y el s800 –ambos SUV– contarán con versión híbrida enchufable en meses. “Va a ser muy importante en nuestra estrategia, una pieza clave en la transición energética”. Este año presentarán nuevos modelos. Entre toda la gama quiere vender 20.000 unidades este año.
El s700 y s800 parten de una plataforma de Chery y llegan semiensamblados, pero están en proceso de “localización”. “Vamos desarrollando más localmente el vehículo, trabajando con proveedores. Poco a poco irán teniendo más desarrollo europeo que de la plataforma de partida”. En el momento de mayor capacidad, hacia el 2029, la fábrica podrá producir 150.000 unidades anuales. Hoy la fabricación emplea a más de 800 personas. La bolsa de reindustrialización –1.250 personas– se nutre de extrabajadores de Nissan. “Es un personal que conoce el sector, el proceso, que aplica estándares altos”, valora. También han vuelto a casa. Con el plan actual, a finales de este año o inicios del 2026 Chery producirá en la planta su Omoda 5, un eléctrico. Ebro también trabaja en vehículos industriales eléctricos propios, “con desarrollo 100% aquí”, basados sobre modelos que se hacían antes en la planta, desarrollando su tecnología.
Hasta el momento en el proyecto se han invertido 200 millones de euros entre socios, ayudas y financiación. Aquí se suman partidas como los Perte y respaldos de la Generalitat. Para el 2029 la previsión es llegar a 300-400 millones en conjunto. EV Motors y Chery son socios en la sociedad de gestión de la fábrica y otra de vehículos. En ambas se reparten la propiedad al 60%-40%.