Desde la pandemia (2020) que las ventas de cava no habían caído tanto. El año pasado la impenitente sequía, que se ha alargado durante tres años y que ha diezmado de forma muy notable la producción de uvas, sumada al drástico retroceso de ventas en el mercado alemán han sido, por segundo año consecutivo, las principales causas que han provocado que la DO Cava viera disminuir un 13,4% las ventas, hasta los 218 millones de botellas
Y aunque la sequía parece cosa del pasado con las últimas lluvias, en el sector preocupa ahora una gran inquietud la amenaza de unos aranceles del 200% por parte de Estados Unidos al vino europeo. Durante la presentación de los resultados, el presidente de la DO Cava, Javier Pagés, no escondió el martes la inquietud que levantan las amenazas arancelarias de EE.UU. (donde se vendieron 17,8 millones de botellas el año pasado, casi 4 millones menos que en 2022). De hecho, no tiene dudas de que el daño podría ser “importante”. Y es que Estados Unidos es el segundo mercado exterior.
La facturación, que en 2024 fue 2.270 millones, es un 2,6% menos que la del 2023 cuando se alcanzó una cifra récord
Javier Pagés, que afirmó que no debería haber aranceles, reconoció que el mercado estadounidense es “muy importante”. Y lamentó que “los aranceles son trabas en el libre comercio”. Pero puntualizó que de momento no se han concretado las amenazas de la administración Trump. Pagés vio en la globalización del cava oportunidades para compensar posibles caídas en el mercado de EE.UU. El cava está presente en 150 países de todo el mundo.
Freixenet dejó de vender cava en el mercado alemán y lo sustituyó por un espumoso
El presidente de la DO Cava recordó, a la vez, que “un mercado no es de quita y pon de un día para otro, y menos para un sector tan diversificado como el nuestro”· Pese a ello, es optimista de cara al futuro “por la fuerte posición que ostenta el cava entre los espumosos de calidad del mundo, por el creciente deseo de los consumidores por esta categoría y por el esfuerzo y trabajo de todo el sector para continuar revalorizando su producto”. Destaca, además, la apuesta por la sostenibilidad, la trazabilidad y la calidad.
Revalorización
Nueva estrategia
El presidente de la DO Cava puso ayer el acento en los cavas de Guarda Superior (los de mayor crianza y prestigio) en su estrategia para revalorizar el sector. Es una categoría que en 2024 sumó 22,4 millones de botellas y que Javier Pagés calificó como “la máxima excelencia”. Las largas crianzas, los productos ecológicos, los cavas de Paraje Calificado (el vértice de la pirámide cualitativa del sector) y los de Elaborador Integral lideran buena parte de las acciones de promoción de la DO Cava, junto con iniciativas de divulgación y formativas como la del Cava Academy. Los cavas de Elaborador Integral son aquellos cuyo todo proceso de elaboración se realiza, de principio a fin, en la propiedad de las 17 cavas que forman parte de esta categoría.
En cuanto al posible impacto de los aranceles de EE.UU. a las exportaciones agroalimentarias catalanas, la Generalitat calcula que podrían ser 45 millones de euros. Además del vino y el cava, los más perjudicados serían el aceite de oliva, el pescado y el denominado “fine food”. Las ventas EE.UU fueron por valor de 558 millones de euros el año pasado.
La caída de ventas de las 343 bodegas del sector fue en 2024 menos acusada en el mercado nacional (-3,6%), situándose en 78 millones de botellas. En cambio, en los mercados exteriores la disminución de ventas fue notable: un -18,05%, hasta los 140 millones de botellas. Las exportaciones suponen hoy un 64% del total.
A la caída de la producción y las ventas de botellas también se suma la de la facturación, que en 2024 fue 2.270 millones de euros. Es un 2,6% menos que las del 2023, cuando se alcanzó una cifra récord. El precio medio de la botella de cava es de 10,431 euros, según Javier Pagés.
Las cifras de las dos últimas vendimias ilustran muy bien la caída en la producción. En 2023 se cosecharon 213,8 millones de kilos de uva, y 219,5 en 2024. Son unas cifras notablemente inferiores a los 276,8 millones de kilos de 2022.
Bélgica continúa siendo el principal mercado exterior, con 20,7 millones de botellas (un -7,80% respecto a 2023), seguido de Estados Unidos (-4,6%) y el Reino Unido (-11,7%). Muy significativa ha sido la caída en el mercado germano, donde las ventas se han desplomado un -63,9%. Alemania, que había llegado a ser el principal mercado exterior, se sitúa ahora en quinta posición con 11,2 millones de botellas (31,3 en 2023). Este descenso tan acusado en el mercado alemán se debe, en buena medida, al hecho de que el principal elaborador, Freixenet, lanzó sus Premium Sparkling Wine-Cuvée de España, unos espumosos con uvas españolas al margen de la DO Cava para los mercados DACH (Alemania, Austria y Suiza) con el objetivo de compensar así la caída de la producción por la sequía.
Sin embargo, las bodegas de la DO Cava han vendido un 31,9% más en México, un 4,7% más en Japón, un 3,9% más en Países Bajos y un 12,3% más en Ucrania. En Rusia, el noveno mercado exterior, el retroceso ha sido del -24,3%.
Por categorías, destacan el incremento de las ventas de los cavas ecológicos (en 2024 alcanzaron los 37,3 millones de botellas, tras crecer un 15,23% respecto al año anterior) y el buen momento para el vértice de la pirámide cualitativa de la DO Cava, unos Cavas de Paraje Calificado que han crecido un 13,3% (un 58,5% en el mercado interior). Y los Cavas Gran Reserva sólo han retrocedido un 1,3%. Todas las otras categorías han visto reducir las ventas: un -12,79 los Cavas de Guarda, un -21,27 los Reserva y un -23,20% los rosados.
