El primer golpe de los aranceles del 25% a los coches anunciados este miércoles por Donald Trump se siente en las bolsas. Las empresas cotizadas del sector viven un arranque de jornada marcado por el rojo en todo el planeta. De Europa a Asia, sufren especialmente aquellas más dependientes del mercado estadounidense, con las españolas al margen y sin exposición, según la patronal de fabricantes Anfac. Asociaciones y empresas llaman a negociar y buscar acuerdos, en una guerra comercial que afecta también a las americanas.
Por tierras europeas, a final de sesión se contenía la sangría de la apertura, donde llegaron a caer el 6%. Una de las más castigadas era Stellantis -dueña de Fiat, Citroën u Opel- con un descenso del 4%. Su Jeep Compass, por ejemplo, lo fabrica en México, el Chrysler Pacifica en Canadá y otros modelos vienen de Italia. Le seguía un descenso del 3% en Mercedes, del 2,5% en Porsche y BMW y del 1,5% para Volkswagen. Ferrari, que ha anunciado que subirá hasta un 10% los precios en EE.UU. ha acabado subiendo el 2%. Renault, menos dependiente de este mercado, avanzó un 0,6%.
El motor es el que peor se comportaba dentro del selectivo EuroStoxx 50, de las mayores compañías del continente.
Pese a contar con fábricas en EE.UU., hay modelos clave que vienen de fuera, incluso entre las americanas
Según cifras apuntadas por la Administración Trump ayer, México, Corea del Sur, Japón, Canadá o Alemania son algunos de los países desde donde más se importa. La mitad de los coches vendidos son de fuera. Para evitar el daño, podrían verse obligadas a subir precios -lo que restaría atractivo a los vehículos- o trasladar producción a EE.UU. Algunas como Stellantis, BMW, Volkswagen o Mercedes ya las tienen, pero parte de la oferta sigue llegando de fuera: Volkswagen trae el 43% de sus ventas en EE.UU. desde México, cifra S&P.
Las tasas amenazan con cambiar planes. “De mantenerse en el tiempo, tendrá efectos en las estrategias e inversiones en el medio plazo de los fabricantes y proveedores, que se verán obligados a reevaluar sus prioridades en este mercado e implementar nuevas decisiones”, comenta Ignacio Crespo, socio de consultoría de KPMG en España.
Los inversores venden títulos de las más expuestas al mercado estadounidense o que fabrican en plantas en países vecinos. Hasta ahora se aplicaba un arancel base del 2,5%. Los precios más altos por la incorporación de las nuevas tasas minará ventas y beneficio de las compañías, afirman los analistas. “Hay muy pocos ganadores, los consumidores van a perder porque verán reducidas las opciones y precios más altos”, apunta Sam Fiorani, de AutoForecast Solutions. Tesla sería una vencedora, ya que vende todos sus coches en EE.UU. desde sus fábricas en Texas y California. Elon Musk ha alertado que sí notará un impacto si entran en vigor aranceles a los componentes, esperados para mayo como tarde. Por lo pronto, ha escapado al castigo en bolsa.
El golpe puede ser también autoinfligido. Empresas locales como General Motors, que importa el Silverado, el Chevy Trax y el Equinox de México, Canadá o Corea, también sufren en bolsa, con caídas que llegan al 7,3%. El 46% de sus ventas en el país vienen de fuera, señala la firma GlobalData, lo que la deja muy expuesta. Ford bajó un 4%%: el Bronco Sport, el Maverick, el Mustang Mach-E o el Edge se fabrican en México o Canadá. El 20% de sus coches vendidos en EE.UU. son importados.
Un negocio de 40.000 millones de euros para las firmas europeas, con Alemania como gran damnificada
Los fabricantes de la UE exportaron al país vehículos por un valor de 38.463 millones de euros en el 2024, el mercado de mayor tamaño fuera de la Unión con una cuota del 25%, según datos de la patronal ACEA. Enviaron casi 750.000 vehículos. En ambos casos se dan ligeros retrocesos sobre el ejercicio previo. Bloomberg Intelligence apunta que Porsche y Mercedes son las más expuestas a los aranceles, con un impacto potencial de 3.400 millones de las tarifas sobre sus beneficios operativos. Las marcas alemanas son las más dependientes del mercado estadounidense. “Es una señal fatal para el comercio libre y basado en reglas”, ha planteado la patronal alemana VDA sobre los aranceles.
“En Europa, España tendrá una afectación muy baja, mientras que Alemania será el país con más riesgo del continente”, expone Crespo. En el caso español, en el 2024 no se exportaron vehículos a EE.UU., aseguran desde la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). En el 2023 fueron 51.700, pero el año pasado se dejaron de enviar modelos de Ford o Mercedes fabricados en el país que han hundido la cifra. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha cifrado este jueves en entre el 1% y el 2% la exposición directa del sector del automóvil -entre vehículos y componentes- a los aranceles. Su homólogo de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha reiterado que la exposición de los fabricantes es “inexistente en el 2024”, pero que en el lado de los componentes, el impacto sería “medio o moderado”.
La patronal de concesionarios oficiales Faconauto afirma que las plantas de suministros sí podrían sufrir efectos “sobre el empleo y sobre futuras decisiones de inversión”, que pueden llegar a afectar a los concesionarios. El presidente de EE.UU. ya ha advertido a la UE y otros países que si se alían contra él extenderá los aranceles. Empresas de componentes como la alemana Schaeffler o la francesa Valeo se dejan hasta un 8% en bolsa.
En el mercado asiático, las firmas japonesas, coreanas o indias se han llevado otro correctivo. Entre los grandes, las acciones de Hyundai eran de las más damnificadas, con un descenso del 4%, pese a que hace unos días anunció una inversión récord de 21.000 millones en EE.UU. Junto a su afiliada Kia tienen plantas en Alabama y Georgia, pero importan más de un millón de coches a EE.UU., más de la mitad de sus ventas, según GlobalData. Mazda cedía hasta un 6%, Honda un 2,5%, Toyota un 2%... En el caso de Toyota, con varias plantas en el país, también importa la mitad de lo que vende en el país. En la India Tata perdía el 5,5%.