El Banco de España califica el actual momento para la economía y los mercados de “incertidumbre máxima” y no espera que se produzcan problemas de liquidez a corto y medio plazo en el sistema financiero provocados por el golpe de los aranceles.
“Los ratios de liquidez de las entidades financieras están en máximos. No prevemos problemas de liquidez en el corto y medio plazo. No esperamos impactos sobre la liquidez del sistema”, ha indicado este martes la directora general de Supervisión de la institución, Mercedes Olano, en un encuentro con la prensa para presentar la memoria anual de supervisión.
El Banco de España, ha afirmado, se encuentra en “máxima vigilancia” y “haciendo un seguimiento continuo del impacto de los aranceles sobre el sistema financiero global”. No hay aranceles sobre los servicios financieros, pero el impacto sobre los bancos es “de segunda derivada, ya que afectaría a sus clientes”. “No hay por ahora dotación de provisiones, ya veremos qué pasará más adelante”.
Una supervisión más estricta con los riesgos geopolíticos
Las nuevas orientaciones de supervisión del Banco de España pondrán énfasis en los riesgos geopolíticos de la banca, en un momento de crecientes tensiones entre potencias. “La supervisión macro y micro muestran que el sistema es tremendamente resistente”, indica la directora general de Supervisión.
“Estamos pidiendo a las entidades que en sus modelos internos de provisiones y capital incluyan escenarios adversos para ver qué parte de la cartera se ve más impactada”, añade.
En su última revisión de políticas de supervisión, la institución examinará cómo incorporan los bancos el riesgo geopolítico en aspectos como los marcos de apetito y cultura de riesgo, en las estimaciones de pérdidas esperadas, ante los ciberataques, en la externalización de procesos, en la gestión de riesgo, en sus pruebas de resistencia interna y en la planificación de capital y de la liquidez.
Los bancos no han usado los elevados beneficios para mejorar la solvencia
En el informe, el banco de España recoge también un artículo en el que su gobernador, José Luis Escrivá, avisa de que los beneficios de la banca no se han usado para mejorar la solvencia frente a otros bancos de la zona euro.
“Las ratios de capital permanecieron estables, cubriendo con creces las exigencias normativas, pero lejos de la media europea. Los beneficios obtenidos el pasado ejercicio no se aprovecharon para recortar esta diferencia con Europa”, afirma Escrivá.
La ratio de solvencia de la banca española, medida en términos de CET1, se mantuvo el año pasado “estable en zonas de máximos históricos”, por encima del 13%, indica el Banco de España, si bien continúa por debajo de la media europea, del 15,8%. Sin embargo, “la solvencia de la banca española se suplementa con un nivel de provisiones para insolvencias notablemente superior”, precisa.
El negocio exterior equivale al 42% de los activos de la banca
El informe no entra en asuntos de competencia bancaria, pero sí indica que los diez grandes grupos bancarios españoles, que controlan 186 entidades de crédito, concentran un 89,8% de cuota del mercado. Hay otras 56 pequeñas entidades con un 5,4%, mientras que las filiales o sucursales de entidades extranjeras apenas tienen el 4,9% del negocio.
El negocio exterior equivale al 42% de los activos de la banca española. En total, sumando los disponibles en el país y fuera de sus fronteras, la banca española cuenta con activos por 4,2 billones de euros.
El gravamen a la banca creado por el Gobierno en el 2022 tuvo un impacto de 0,6 puntos sobre la rentabilidad de los bancos, frente a 0,5 puntos un año antes. “Este mayor coste, no deducible fiscalmente, ha sido absorbido por el crecimiento del resultado de explotación, que, pese al gravamen, creció significativamente en 2023 y 2024”, afirma el Banco de España.
Sin quejas acerca de las recompras de acciones ni de los presidentes ejecutivos
Olano también se ha pronunciado sobre otros temas sectoriales. A diferencia de la CNMV, el Banco de España no ve problemas a la práctica cada vez más extendida de los bancos de lanzar grandes programas de recompra de acciones para retribuir a los accionistas y animar la cotización. “Es una forma de retribución como los dividendos, no vemos más ventajas o menos”, ha indicado Olano.
Tampoco ha puesto grandes objeciones a que presidentes de bancos como Carlos Torres en el BBVA y Ana Botín en el Santander tengan perfil ejecutivo, pese a las reticencias del BCE hacia esta práctica. “El BCE está muy influido por los sistemas del norte de Europa”, pero “la normativa española y europea permite que haya presidentes ejecutivos siempre que se establezcan los contrabalances y equilibrios que garanticen que el comportamiento de la entidad es riguroso”. En España, los bancos han logrado “llegar a un equilibrio” en este ámbito.

