El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado la convocatoria de un nuevo Perte centrado en la industrialización de la vivienda y dotado con 1.300 millones de inversión en diez años. “El objetivo es construir más y mejor”, ha resumido el jefe del Ejecutivo. El nuevo paquete de ayudas públicas, que se aprobarán en el Consejo de Ministros del próximo martes, busca dinamizar la producción de inmuebles de forma industrializada, es decir, imprimir un giro en el sector para impulsar la edificación de partes de las viviendas (baños, cocinas o balcones, entre otras) en fábricas que luego se instalan en los pisos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez interviene en el acto 'Hacia una construcción industrializada'
El nuevo proyecto estratégico contará con distintos instrumentos -que no han sido dados a conocer- con el objetivo, fijado por Sánchez, de que España aspire “a ser la vanguardia en el sector de la industrialización de vivienda”. El país tiene un amplio “margen de mejora”, ha asegurado también el jefe del Ejecutivo, para alcanzar la inversión en el sector de otros países comunitarios.
El Perte tendrá tres ejes. El primero buscará aumentar la producción de vivienda gracias a la citada industrialización del sector. Habrá líneas financieras concretas para que las compañías más modestas puedan crecer. El horizonte es construir una media de 15.000 viviendas industrializadas al año y llegar a las 20.000 en diez años. En este momento, esta forma de construir es aplicada por las grandes promotoras y constructoras, como Aedas Homes, que la incorpora al 25% de sus viviendas, pero el sector viene tiempo reclamando ayudas para poder aumentar sus capacidades.
El segundo eje del Perte será promover la rapidez de la construcción. La industrialización del sector ayuda a reducir los tiempos entre un 20 y un 60%, ha destacado Sánchez, que también ha mencionado la necesidad de construir viviendas adaptadas al cambio climático.
El tercer eje del paquete de ayudas se centrará en la mano de obra. Sánchez ha defendido que “la construcción del mañana tiene que dignificar la profesión” y atraer a jóvenes a la misma. “No se trata de menos cemento y más ordenador, sino de una construcción más sostenible”, ha resumido el jefe del Ejecutivo.
Sánchez ha defendido que hay que construir más viviendas, hacerlo más rápido y, además, conseguir que los precios bajen. Para ello ha defendido que hay que realizar una apuesta decidida por la industrialización de vivienda, así como incidir en disposición y precio del suelo. El presidente del Gobierno ha vuelto a pedir que los grupos parlamentarios aprueben la ley del Suelo, que sigue estancada en el Congreso, pese a contar con el apoyo del sector inmobiliario.
El horizonte es construir una media de 15.000 viviendas industrializadas al año y llegar a las 20.000 en diez años
“Necesitamos transformar la manera de construir para mejorar la forma de vivir”, ha afirmado Sánchez, admitiendo también la gravedad de la situación. “Acceder a una vivienda digna es hoy un sueño imposible para millones de personas”, ha añadido en referencia a la principal preocupación de los ciudadanos en la mayoría de los sondeos demoscópicos.
El anuncio del presidente del Gobierno ha sido realizado en la feria Rebuid, un evento centrado en la construcción industrializada de vivienda en el que esté presente buena parte del sector inmobiliario.
El problema de oferta es claro, con un déficit de vivienda cifrado en 500.000 inmuebles por el Banco de España. Sánchez, sin embargo, ha destacado que aprecia un cambio de tendencia. Y ha ofrecido dos datos. En primer lugar, que en el 2024 se tasaron 26.600 viviendas, un 7% más que en el 2023. Y, en segundo lugar, que por primera vez desde la anterior crisis se están construyendo más viviendas que nuevos hogares. El año pasado se edificaron 127.000 nuevos inmuebles, frente a la formación de 110.000 hogares. “Es un cambio de tendencia esperanzador, pero aún insuficiente”, ha concluido..
El nuevo Perte tendrá su epicentro en Valencia, donde se ubicará la ciudad de la construcción industrializada. Estará, en concreto, la Zona de Actividades Logísticas del Puerto de Valencia, en un suelo titularidad de Sepes, la entidad pública que gestiona el suelo. El Gobierno quiere que este proyecto contribuya a la reconstrucción del tejido económico arrasado por la dana.