El pasado 17 de abril, el Banco Central Europeo (BCE) decidió bajar 25 puntos básicos los tipos de interés por sexta vez consecutiva. Ahora los tipos serán del 2,25% para los depósitos, del 2,40% para las operaciones de refinanciación y del 2,65% para las operaciones de financiación marginal. Todo ello en vigor a partir del 23 de abril.
Sin embargo, la Reserva Federal (FED) se resiste a bajar los tipos de interés. En una entrevista reciente, el presidente de estado Unidos, Donald Trump, dijo que estaba dispuesto a destituir al presidente de la FED, Jerome Powell, porque se resiste a bajar los tipos de interés. Otra cosa es que pueda tomar esta medida teniendo en cuenta la legislación vigente para la Reserva Federal.
Pero Powell señala que la nueva política arancelaria de Trump aumentará la inflación y conducirá a una recesión. En consecuencia, el dólar se está depreciando contra el euro. El pasado jueves 17 de abril, para comprar un euro eran necesarios 1,1355 dólares. El Euribor podría abaratar las hipotecas a tipo variable.

Christine Lagarde en la ceremonia de firma de billetes de euro
La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, destacó que la inflación de los precios de los servicios bajará en abril y avanzó que puede bajar todavía más en los próximos meses. “El Banco Central Europeo está cerca de alcanzar el objetivo de inflación del 2%, pero debe seguir siendo flexible a medida que la economía se vuelve más volátil”, dijo Lagarde esta semana Todo eso es demasiada incertidumbre.
Los salarios han moderado su crecimiento y el comité ejecutivo del Banco Central Europeo está dispuesto a conseguir que la inflación se estabilice, de manera sostenida, en torno al 2% a medio y largo plazo.
El semanario inglés The Economist destacó que los bonos a diez años de Estados Unidos están en manos de grandes inversores (y, entre ellos, China) para protegerse de las caídas de las acciones de Wall Street. Si los bonos públicos se venden masivamente, los rendimientos van a subir y pueden provocar nuevas depreciaciones en Wall Street.
Los mercados financieros se mueven fundamentalmente cuando se producen situaciones de incertidumbre creciente. Las decisiones imprevisibles, como las que se han tomado en las últimas semanas, están provocando una guerra comercial que va a perjudicar a todos. Los mercados más sensibles a esta situación de volatilidad son los mercados de bonos financieros y las acciones de las compañías privadas. Estas situaciones ya se vivieron en el año 1929.