Después de la aprobación de esta mañana en el Consejo de Ministros, la reducción de jornada emprende su peregrinaje más difícil, el paso por un parlamento en el que no cuenta, de momento, con votos suficientes para salir adelante. Ayer lo explicitó de forma clara Junts al anunciar que presentaría una enmienda a la totalidad, aunque añadiendo que mantienen la puerta a negociar “si el Gobierno quiere”.
Consciente de esta dificultad, la vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha situado la pelota de la decisión en los grupos políticos del parlamento. “El Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer. Hemos cumplido...ahora es la oportunidad de saber qué va a hacer cada formación política”, ha manifestado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

La vicepresidente y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; (Dani Duch LV)
Una oferta general pero que ha acabado muy centrada en Junts.
“Junts ha dicho que debe haber un acompañamiento claro a las empresas catalanas y yo les digo que hay margen para la negociación”, ha dicho Díaz, que interpreta que el anuncio de un enmienda de devolución es una herramienta de negociación que está utilizando la formación catalana.
En este terreno, el Ministerio de Trabajo solo tiene un límite infranqueable. “Nuestra línea roja es que queremos bajar la jornada laboral a 12,5 millones de trabajadores. En el resto, todo el margen de negociación es absolutamente posible”, ha afirmado recordando que en la mesa de diálogo social ya se ofrecieron ayudas a las pymes que fueron retiradas cuando la patronal se apartó del acuerdo.
Son medidas que ahora Trabajo está dispuesta a negociarlas con los grupos políticos y en concreto con Junts. Además, acepta también adaptar las medidas al marco catalán. “La adaptación al marco catalán tiene que ver con el tejido productivo propio”, ha dicho Díaz, recordando, por ejemplo, como la productividad por hora trabajada en Catalunya duplica la media española,
La interpretación de Díaz es que Junts anunció la enmienda a la totalidad como un instrumento de negociación y que muestra que hay margen para el acuerdo.
De momento, Junts se mantiene firme en su posición y recuerda que el Gobierno ha tenido muchos meses para negociar ayudas para las pymes catalanas.
Si para Junts iban las ofertas de negociación, al PP le han caído las principales críticas. La ministra ha recordado la oposic8ión del PP a la reforma laboral, y preguntando si ahora van a utilizar la misma táctica. “¿Va a maniobrar Feijóo para tumbar la reducción de jornada, como hizo con la reforma laboral”, ha preguntado Díaz. Una relación entre reducción de jornada y reforma laboral que hace aprovechando los datos de hoy de empleo que son muy positivos, con un récord de afiliación. Para Díaz, los datos demuestran que la reforma laboral está funcionando, y afirma que lo mismo pasará con la reducción de jornada.
Esta reducción de la jornada afectaría a más de 12,5 millones de trabajadores, según los cálculos del Ministerio de Trabajo, y que va acompañada por otros elementos como un registro del horario telemático y más eficiente, y el establecimiento del derecho a la desconexión digital.
En concreto, afectaría a 10,5 millones de asalariados con contrato a tiempo completo y a 2 millones más que lo tienen a tiempo parcial, según ha detallado Díaz, que ha recordado que ya hay muchos convenios que situan la jornada por debajo de las 40 horas legales. En concreto, la media de la negociación colectiva sitúa la jornada en 38,2 horas,
La jornada de 37,5 horas fue un pacto alcanzado por Gobierno y sindicatos en diciembre del año pasado, y que hoy ha pasado en segunda lectura por el Consejo de Ministros. El punto esencial es el pase de los 40 horas semanales de la jornada laboral actual a 37,5 horas, la medida estrella de Yolanda Díaz en esta legislatura que ha topado desde el principio con una fuerte resistencia de la patronal. Una norma con varias repercusiones. Por ejemplo, que el salario se mantiene a pesar de la reducción del horario y que los trabajadores a tiempo parcial tendrán derecho a seguir realizando el mismo número de horas de trabajo, pero con un incremento proporcional en el salario.
Otra novedad es el endurecimiento de las sanciones por incumplimiento de la norma, que pueden llegar a los 10.000 euros y especificando que serán por trabajador y no por el conjunto de la empresa.
Respecto al derecho a la desconexión digital, las empresas deberán garantizarlo, evitando comunicaciones o solicitudes de trabajar fuera del horario de trabajo. Incluirá también el derecho a no estar localizable fuera de este horario.