La figura del prestigioso académico y ex conseller de la Generalitat Andreu Mas-Colell ha vuelto a primer plano de la actualidad tras la dimisión, no exenta de polémica, del director de Economía del Banco de España, Ángel Gavilán. Ante el ruidoso asombro de la derecha más ultramontana, Mas-Colell será uno de los tres sabios designados por el gobernador del Banco de España, Jose Luis Escrivá, para proponer al sustituto de Gavilán como economista jefe de la institución. Le acompañarán en la tarea el británico Andrew Haldane, rector de la Universidad de Sheffield y que fue economista jefe del Banco de Inglaterra, y el mexicano Alejandro Werner, director del Georgetown Americas Institute de la Universidad de Georgetown, con una larga trayectoria en el Fondo Monetario Internacional.

El ex conseller Andreu Mas-colell
A Mas-Colell no le faltan méritos para formar parte de tan destacada terna. Catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra, lo fue también en Harvard y antes, profesor en Berkeley, y es fundador de la Barcelona School of Economics, además de director del Barcelona Institute of Science and Technology. Experto en microeconomía, es uno de los autores de Microeconomic Theory, el manual de referencia en esta materia en todo el mundo. Ha recibido numerosos galardones, desde el Premio Rey Juan Carlos de Economía (1998) a la Creu de Sant Jordi (2006) o el Premio Fronteras del Conocimiento que otorga la Fundación BBVA. Lo que no le perdonan algunos es su implicación política, que fuera primero conseller de Universitats, Investigació i Societat del Coneixement en el último Govern de Jordi Pujol, y después conseller de Economia i Coneixement con Artur Mas, en el ejecutivo que organizó la consulta del 9-N en el 2014.
Epigrafe
El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, encarga al ex conseller de la Generalitat Andreu Mas-Colell y a dos economistas de prestigio del Reino Unido y México que propongan a un sustituto para Ángel Gavilán como nuevo director de Economía de la institución
Unos cuantos años después, en pleno proceso de normalización política, el Banco de España propone su nombre como asesor para el nombramiento del próximo director de Economía y algunos se rasgan las vestiduras. Pero si alguna figura tiene consenso entre los académicos españoles, esa es la de Mas-Colell, que según fuentes cercanas al Banco de España, es casi “venerado” entre los economistas de Madrid y especialmente entre los expertos del servicio de estudios de la entidad.
Nada que objetar pues a una propuesta que encaja en el proyecto del gobernador de abrir la institución más allá del microcosmos de Madrid. Hace unos meses, Escrivá ya anunció en una entrevista a La Vanguardia su intención de reforzar la presencia del Banco de España en Catalunya y establecer en Barcelona su nuevo centro de innovación aprovechando “el gran talento tecnológico de esta zona”. “Será –decía el gobernador– un centro para ensayar nuevas tecnologías en el ámbito de las finanzas y la economía, desarrollar entornos de pruebas de casos de uso de inteligencia artificial, tanto para nuestra institución como también para acompañar al sector bancario en el despliegue de la IA”. Escrivá firmó en febrero un acuerdo con el Barcelona Supercomputing Center para trabajar conjuntamente en este ámbito.

Captar talento
Escrivá quiere abrir la entidad de supervisión a talento de toda España, más allá del microcosmos de Madrid
La idea es no quedarse ahí y abrir la institución para captar talento de toda España. En la alta administración del Estado son mayoría aplastante los funcionarios procedentes de Madrid y esa tendencia se repite en el Banco de España, donde alrededor del 80% de quienes se presentan a las oposiciones proceden de la capital española. Fuentes de la institución destacan el interés por atraer talento de otros territorios y ganar así nuevas perspectivas. Aparte del centro de innovación en Barcelona, se quiere incentivar la incorporación de economistas de Catalunya y de otras autonomías al servicio de estudios y recuperar de alguna manera una tradición que se ha perdido con la entrada en vigor del euro y la pérdida de parte de las labores de inspección en favor del Banco Central Europeo (BCE). Barcelona y otras ciudades habían sido anteriormente sede de sucursales del servicio de estudios del Banco de España y ese podría ser el objetivo a recuperar a medio plazo. En el caso de Barcelona, la existencia de universidades de prestigio en el mundo de la economía es un punto más a favor.