La industria del acero funciona como un buen anticipo de los efectos de la guerra comercial iniciada por Estados Unidos. El arancel del 50% en vigor ya la ha situado en el “momento crítico” que las empresas habían pronosticado, con el “cierre total” del mercado estadounidense y un repunte de las importaciones procedentes de países asiáticos, necesitados de colocar en la UE sus elevados excedentes.
“Estamos en un momento crítico y va a ser peor porque en julio de 2026 se terminan las medidas de salvaguarda de la Comisión Europea”, ha afirmado el presidente de la asociación de empresas siderúrgicas Unesid, Bernardo Velázquez, en su rueda de prensa anual. Las medidas proteccionistas de Bruselas “no han sido eficaces” y la industria, asegura, se expone ahora a una “deslocalización pasiva”, esto es, al riesgo de que las empresas dejen de invertir en España para hacerlo en otros países.
Según ha explicado la directora general de la asociación, Carola Hermoso, las exportaciones españolas de acero a Estados Unidos equivalen a 250.000 de los 4 millones de toneladas que las empresas venden cada año en el exterior. No es demasiado, pero los efectos indirectos sí comportan un serio riesgo. La subida del arancel del 25% al 50% ha cerrado de forma abrupta el mercado y suspendido incluso pedidos ya embarcados, lo que está trastocando el comercio mundial de estos productos.
Una sobrecapacidad de 602 millones de toneladas en busca de comprador
En el segundo trimestre, ya tras el Día de la liberación, se ha detectado un incremento de importaciones a España cuyas cifras finales aún no tiene Unesid. La inundación del mercado con productos asiáticos es lo que está poniendo en jaque el sector, asegura la asociación.
Estados Unidos importaba antes de los aranceles 27 millones de toneladas de acero al año. Solo China exporta 118 millones de toneladas al año. Unesid asegura que al cierre del mercado estadounidense se suma una sobrecapacidad de 602 millones de toneladas en todo el mundo que, según sus previsiones, aumentará un 20% en apenas dos años, hasta 721 millones de toneladas.
“Los países terceros van a buscar en la UE el mercado donde vender sus productos, y vamos a sufrir”, ha afirmado. El acero que España importa no solo viene de China, sino también de Turquía, India o Vietnam. El 34% del acero que consume el país viene de fuera.
Las empresas intentan recuperar el descuento a los peajes de la ley ómnibus
Hermoso se ha quejado también del coste de la electricidad. “Las industrias pagamos la luz más cara pese a la penetración de renovables”, ha afirmado. “Necesitamos que el precio de las renovables llegue a la industria”.
El real decreto-ley ómnibus de finales de año que el Gobierno no logró sacar adelante incluía un descuento del 80% a los peajes de la industria, que ascienden a unos 4 euros por megavatio hora. La ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, ha indicado a Unesid que la intención del Gobierno es recuperar la medida en una norma independiente y con carácter retroactivo. Este fue al menos su compromiso verbal ante la industria