El 5% del Producto Interior Bruto (PIB) de España supone 107.000 millones de euros. Es la cantidad que nos hemos comprometido invertir en defensa en la próxima década. ¿Es mucho? Pues depende, si con ello se cambia el modelo de crecimiento productivo y nos situamos entre las naciones tecnológicamente más avanzadas, podríamos decir hasta que es poco.
Si por seguridad y defensa entendemos invertir en infraestructuras eléctricas y de comunicaciones, en fábricas de chips inteligentes, en una industria aeroespacial avanzada, en Inteligencia Artificial, en ordenadores cuánticos, en formación de ingenieros, matemáticos y científicos, sería un gran salto adelante.
Si con ello nos situamos entre las naciones tecnológicas más avanzadas, es poco
Si por defensa se entiende la compra de armas y municiones a los norteamericana, sin duda, es demasiado. Incluso el 2,1% del PIB, unos 20.392 millones, que ha anunciado el presidente Sánchez de gasto para este año en ese tipo de compras es una barbaridad.
Actualmente nuestra economía no crece por producir mas y mejor, sino por el incremento de la población que se está produciendo gracias a los inmigrantes. Es un modelo económico donde el empleo apenas aporta valor añadido y en el que nuestros licenciados se ven obligados a emigrar. Por esto el compromiso asumido ante la OTAN puede ser decisivo para asegurar nuestro estado del bienestar gracias al incremento de la productividad.
España tiene que incorporarse a la revolución digital y para ello se necesita un plan de choque. Éste iba a venir de la mano de los fondos Next Generation con los cientos de miles de millones de euros recibidos de la UE tras la pandemia. Pero lo cierto es que no los hemos sabido gestionar y se han malgastado.
Volvemos a tener otra oportunidad, si los países europeos se coordinan y planifican para crear un modelo de defensa propio para garantizar su autonomía en seguridad en base al desarrollo tecnológico. Sería el embrión de un ejército europeo, la base para la creación de los Estados Unidos de Europa.
Sea como fuere, esto no lo va a hacer el actual gobierno que se ha plantado en un falso debate de porcentajes del PIB sin mirar más allá. La razón es que los socios del PSOE lo rechazan. Para Podemos, la OTAN es una organización criminal. Para Sumar, el gasto en seguridad va contra el estado del bienestar. Y para los independentistas supone fortalecer a un ejército invasor como es para ellos el español.
Por estas razones Sánchez se ha limitado a aumentar el gasto de 20.392 hasta 33.123 millones. El resto de las inversiones hasta llegar a los 107.000 millones que ha firmado invertir hasta el 2035 tendrá que hacerlas otro gobierno. Si la democracia funciona, más pronto que tarde se producirá una alternancia de poder y el Gobierno de coalición progresista dejará el sitio a uno de centro derecha, según los sondeos. Será éste el quien tenga que cumplir con el compromiso asumido por el España con la OTAN en la cumbre de La Haya.