Los controladores aéreos franceses vuelven a provocar, una vez más, graves perturbaciones en los vuelos europeos en un momento crítico del periodo vacacional. La huelga de este jueves y la prevista para mañana ha obligado a múltiples anulaciones de trayectos (933 solo en Francia), con especial incidencia en los aeropuertos de Niza, Bastia y Calvi (50% de cancelaciones), pero también en los hubs parisinos de Roissy-Charles de Gaulle y Orly.
El nuevo conflicto laboral ha colmado la paciencia de Airlines for Europe (A4E), la principal asociación de compañías aéreas del continente, condenada, como los usuarios, a soportar el problema endémico que los controladores franceses, que escogen los momentos más sensibles para realizar sus acciones. “Esta huelga es intolerable”, se quejó la A4E, que cifró en 1.500 los vuelos anulados en los dos días de conflicto, con 300.000 pasajeros implicados. “El control aéreo francés es ya responsable de los peores retrasos en Europa (por su huelga de celo permanente) y, ahora, la actuación de una minoría de controladores del cielo francés perturbará los proyectos de vacaciones de miles de personas en Francia y en Europa”, indicó una portavoz.
También protestó la compañía británica de bajo coste EasyJet, muy impactada por las anulaciones en el aeropuerto de Niza, su principal base en Francia. La ciudad de la Costa Azul tiene el tercer aeropuerto con más tráfico del país, con 15 millones de pasajeros al año.
Este jueves se ha anulado el 30% de vuelos en Lyon, Marsella, Montpellier, Ajaccio y Figari. En los aeropuertos parisinos de Orly y Charles de Gaulle las cancelaciones alcanzan el 25%, si bien se intenta preservar el máximo de vuelos de largo alcance.

El aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle de París, uno de los de mayor tráfico de Europa, también afectado por la huelga de controladores aéreos (Miguel MEDINA / AFP)
Según la información de Aena, como consecuencia de la huelga francesa, se procedió a la cancelación, hasta las 17.00 horas de este jueves, de 71 vuelos en España con origen o destino al país vecino, lo que supone el 32% de los 216 movimientos programados.
Los sindicatos que promueven la huelga consideran que la Dirección General de Aviación Civil (DGAV) no ha atendido sus reivindicaciones para corregir la que consideran como “infradotación estructural” del servicio, así como proyectos técnicos que no han funcionado o una gestión “tóxica” de su actividad profesional.
Habituados a las huelgas frecuentes, sean de los ferrocarriles, de los basureros o de otros servicios esenciales, los franceses intentan tomarse con filosofía este tipo de situaciones y adoptar medidas preventivas, aunque esta vez no es fácil debido al inicio de las vacaciones escolares. La afectación del tráfico con la isla de Córcega es el que causa más molestias, así como las conexiones entre vuelos internacionales y regionales.
El Gobierno francés ya avanzó que sería firme y no cedería a los huelguistas. El ministro de Transportes, Philippe Tabarot, en su intervención del miércoles en la clausura del congreso anual de la Federación Nacional de Aviación y de sus Oficios (Fnam), tildó de “inaceptables” las demandas de los sindicatos convocantes, así como las fechas escogidas para la huelga, y lamentó el coste que sufren las aerolíneas