Europa busca un pacto arancelario esta semana mientras Trump redobla la presión

La guerra arancelaria

Estados Unidos enviará una carta en dos días a la Unión Europea con nuevas tasas

US President Donald Trump, right, and Friedrich Merz, Germany's chancellor, during a meeting in the Oval Office of the White House in Washington, DC, US, on Thursday, June 5, 2025. Relations between Washington and Berlin are tense amid issues ranging from trade imbalances to support for Kyiv. Photographer: Chris Kleponis/CNP/Bloomberg

El canciller alemán, Friedrich Merz, y el presidente de EE.UU., Donald Trump

Chris Kleponis / Bloomberg

Por mucho que el presidente de EE.UU., Donald Trump, haya aplazado unilateralmente al 1 de agosto las negociaciones arancelarias con todos los países que siguen abiertas, en Europa no quieren esperar tanto tiempo. La Comisión Europea ha accedido cerrar el esqueleto del acuerdo comercial con la Casa Blanca cuanto antes. Si es posible, según ha podido saber este diario, para firmarlo esta misma semana.

Mientras, al otro lado del Atlántico, Trump avanzó este martes que probablemente en dos días enviará una carta en la que revele la nueva tasa arancelaria. “Ahora están siendo muy amables con nosotros y veremos qué pasa. Probablemente estamos a dos días de enviarles una carta. Estamos hablando con ellos. Solo quiero que sepan que una carta significa un trato”, dijo el mandatario a la prensa durante una reunión de su gabinete en la Casa Blanca.

El presidente estadounidense continúa con sus bandazos. Después de aplazar las fechas de la moratoria tres semanas, el martes sorprendió por enésima vez al anunciar un arancel del 50% al cobre importado en EE.UU. y avanzó que contempla otro de hasta el 200% para los productos farmacéuticos si sus fabricantes no se instalan en el país. No dijo a partir de cuándo ni a quién.

Es en este clima errático que los europeos buscan un entendimiento con el socio norteamericano. “Lo que queremos lograr es una solución negociada con EE.UU. y evitar una mayor escalada o tensiones comerciales”, dijo el comisario de Economía, Valdis Dombrovskis. “Ese es el objetivo y hemos estado trabajando con la fecha del 9 de julio en mente. Al parecer, EE.UU. ha pospuesto el plazo hasta el 1 de agosto, lo que nos da un poco más de tiempo, pero por nuestra parte seguimos concentrados y se han llevado a cabo intensas negociaciones para alcanzar un acuerdo de principios y se han logrado avances”, con­tinuó. El comisario letón reiteró que seguirían las negociaciones políticas y técnicas, porque “cuanto antes alcancemos el acuerdo, mejor, ya que eso eliminaría la incertidumbre”.

Alemania, preocupada por su industria, quiere poner fin a esta disputa cuanto antes

El principal motivo de las prisas es que algunos países, sobre todo Alemania, están preocupados por los efectos que los aranceles en vigor de Trump están teniendo sobre sus empresas y quieren remediarlo. Pese a la supuesta pausa para negociar, siguen en marcha un 10% de tarifas base sobre todos los productos de la UE, además de un 25% sobre los coches y un 50% sobre el acero y el aluminio, lo que está golpeando con fuerza a la industria de la locomotora alemana.

Así lo explicó durante la última cumbre europea el canciller alemán, Friedrich Merz, quien comunicó a sus homólogos que los aranceles tan elevados de la Casa Blanca “realmente están poniendo en peligro a las empresas” de sectores importantes como la industria química, la farmacéutica, la ingeniería mecánica, el acero, el aluminio o la automoción. “Por eso es mejor actuar con rapidez y sencillez que con lentitud y de forma muy complicada”, resumió.

Otros países, en cambio, prefieren ir a una guerra comercial que salir perdiendo. Por el momento, parece que Europa podría obtener de las negociaciones que ha liderado el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, un resultado parecido al que logró el Reino Unido. Lo que se perfila es aceptar un arancel base del 10% pero con excepciones para sectores como la aviación o las bebidas alcohólicas.

En la recta final de la negociación, la UE también está tratando de que EE.UU. rebaje de alguna manera los altos gravámenes sobre los coches o el acero y el aluminio. Es algo que se le resiste a Trump, que sigue pensando mucho en los coches alemanes. Una salida podría ser una especie de marco para favorecer a las empresas que fabriquen vehículos en Estados Unidos, el principal objetivo del presidente republicano.

Trump anuncia sin detallar aranceles del 50% al cobre y del 200% a productos farmacéuticos

En cualquier caso, de firmarse, el acuerdo entre la UE y EE.UU. sería solo de grandes rasgos, mientras que los detalles se discutirían más adelante. Es por esta razón que es posible que la mayoría de países, incluyendo los de la línea dura, quieran esperar a la letra pequeña. Mañana miércoles por la tarde está prevista una reunión a nivel de embajadores en que se podrían poner al día sobre los últimos avances.

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