Jerry Greenfield pueda dar fe en primera persona de lo difícil que resulta compaginar ser empresario y activista. El confundidor de la marca de helados Ben&Jerry's anunció que deja la empresa que empezó hace 47 años debido a que la compañía matriz, Unilever, impide el desarrollo de sus campañas sociales en una época de retroceso en Estados Unidos de la defensa de los derechos civiles, bajo el mando del presidente Donald Trump, y de denuncia de la situación en Gaza.
“Siguiendo mi conciencia no puedo continuar como empleado” en una compañía “que me silencia”, escribió en una carta abierta publicada la noche del martes, compartida en X por su colega cofundador Ben Cohen. La creación de la empresa tuvo lugar en Burlington (Vermont), en 1978. Los dos son judíos.
Ben&Jerry's acusó a Unilever de despedir al director ejecutivo, David Stever, por su apoyo al activismo político de la marca
En ese texto Greenfield señaló que los valores de la empresa y el trabajo de campaña “para la paz, la justicia y los derechos humanos” permitieron que Ben&Jerry's fuera “algo más que una marca de helados”. Remarcó que la independencia para perseguir estos valores fue garantizada cuando el gigante del sector alimentario pagó 326 millones de dólares en el año 2000.
La renuncia de Greenfield se produce a los cinco meses de que Ben&Jerry's presentó una demanda en los juzgados en la que acusó a Unilever de despedir al director ejecutivo, David Stever, por su apoyo al activismo político de la marca. Ya el pasado noviembre hubo otra iniciativa judicial contra la empresa matriz al silenciar el comunicado de apoyo a los refugiados palestinos

Los fundadores de Ben & Jerry's Ice Cream, Jerry Greenfield (izquierda) y Ben Cohen (camiseta rosa), protestan frente a la embajada de Sudán el 29 de julio de 2004 en Washington
El pronunciamiento difundido no menciona las operaciones militares israelíes en curso en la franja de Gaza, pero Ben&Jerry's ha sido muy clara en la descripción del trato a los palestinos durante años. En el 2021 dejó de vender en los asentamientos de Israel y los calificó de “territorio palestino ocupado”.
“Es profundamente decepcionante llegar a la conclusión de que la independencia, la verdadera base de nuestra venta a Unilever, ha desaparecido”, señaló Greenfield. “Y esto ocurre en un momento cuando la actual administración en nuestro país está atacando los derechos civiles, el derecho al voto, los derechos de la inmigración, de las mujeres, de la comunidad LGBTQ”, añadió en su reflexión.

Jerry Greenfield, izquierda, y Ben Cohen
Richard Goldstein, presidente de Unilever en Norteamérica, replicó en un comunicado que, tras la adquisición en el 2000, la compañía estaba “en una posición ideal para incorporar los valores de Ben&Jerry's y el mensaje de responsabilidad social a los consumidores de todo el mundo”. Parece reconocer que ya no.
Así que Greenfield insistió ahora que los heladeros “hemos sido silenciados, marginados por temor a molestar a quienes están en el poder”