El secretario de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, Antonio Hernando, ha anunciado este miércoles que el Gobierno va a vigilar que los equipos radioeléctricos que se utilicen en proyectos ligados a la ciberseguridad española serán vigilados para confirmar que se cumplen todos los requisitos de seguridad.
De esta forma, Hernando descarta de forma indirecta la publicación de una lista negra de operadores similar a la publicada por EE.UU. en la que se incluya a empresas con tanta presencia en el sector de las telecomunicaciones españolas como Huawei, acusada por la administración de Donald Trump de ser un canal de espionaje para el Gobierno chino.
1.157 millones de inversión en ciberseguridad
Durante la inauguración del la Jornada Anual de Telecomunicaciones que organiza el sindicato UGT, Hernando dejó claro que el Gobierno considera “la ciberseguridad es una prioridad”, como lo demuestra el hecho de que en este año se hayan destinado 1.157 millones a inversiones en ciberseguridad que estarán ejecutados en su totalidad antes de que finalice el año.
La vigilancia será realizada “ex post”, es decir, una vez que los equipos estén en funcionamiento, para asegurarse que se cumplen todos los requisitos de seguridad necesarios, según explicó Hernando, durante la inauguración de la jornada en las que también participaron los principales espadas de las compañías de telecomunicaciones españolas.
Hernando: “El tamaño sí importa”
Hernando también confirmó que España transpondrá la directiva europea de ciberseguridad, NIS2; antes de que finalice este año, más de un año después del plazo máximo fijado por Bruselas para esa transposición era octubre de 2024.
En su intervención, el secretario de Estado se ha alineado con las posiciones que durante la jornada han desgranado los principales espadas de las empresas de telecomunicaciones españolas y el propio sindicato organizador en las que reclaman a la Unión Europea impulsar un proceso de consolidación en el sector que permita competir con las grandes gigantes estadounidenses y chinos principalmente y poder abordar las inversiones que exige la creciente presión de la inteligencia artificial (IA) así como la necesidad europea de garantizar su soberanía tecnológica. “El tamaño sí importa”, ha comentado el secretario de Estado quien también ha rebajado sus aspiraciones dando a entender que las conversaciones del Gobierno con Bruselas le hacen pensar que los objetivos de la industria no serán del todos satisfechos. “Nos tememos que va a ser un paquete regulatorio más bien conservador respecto a lo que hay. Es la impresión que tenemos tras nuestras últimas reuniones en Bruselas”, anticipó.
