Shein toma nuevas posiciones en Francia pocos días después de cerrar una alianza con la marca de ropa francesa Pimkie. La plataforma de venta de ropa online ha comunicado su desembarco en París con su primer punto de venta físico permanente. El sector textil francés ha expresado su rechazo ante la llegada del gigante del fast fashion chino.
La incursión de Shein dentro del mercado textil físico francés comenzará en noviembre en la sexta planta del centro comercial BHV Marais, situado en el centro de París, y continuará con otras cinco tiendas fijas en las ciudades de Dijon, Grenoble, Reims, Limoges y Angers.
“Convencimos a Shein para que hiciera de nuestro país su primer terreno de experimentación física. Con Shein, la mayor plataforma mundial de ropa en línea, abrimos una nueva página, empezando por el BHV y pronto por nuestras Galeries Lafayette afiliadas en diversas regiones”, explicó en un comunicado Frédéric Merlin, el dirigente de la inmobiliaria comercial francesa SGM, con quien se ha asociado Shein.
Shein ha prometido la creación de 200 empleos de forma directa como indirecta y ha dejado claro que su desembarco tendrá “un compromiso para revitalizar los centros urbanos en toda Francia, restaurar los grandes almacenes y desarrollar oportunidades para la moda francesa”.
“Como un mercado de moda global influyente, Francia es una elección natural como nuestro primer mercado de prueba para este tipo de experiencias físicas de retail, los comentarios de los clientes de Shein en Francia en los últimos años han mostrado un creciente interés por tener más puntos de contacto físicos con nuestra marca”, informa la empresa. El despliegue “nos brinda la oportunidad de experimentar con nuevas formas de fusionar nuestro modelo líder de producción bajo demanda con el retail físico”, se asegura.
La llegada ha despertado algunas voces contrarias. El representante de la asociación de minoristas de moda Fédération Française du Prêt-à-Porter acusa a la empresa asiática de la destrucción de decenas de marcas francesas, como Jennyfer y NafNaf, que entraron en concurso de acreedores a principios de año, y de querer seguir inundando, aún más, el mercado textil francés con productos “de usar y tirar”.
El teniente de alcalde de París también se ha sumado a las críticas. Nicolas Bonnet Ouladj censuró la asociación del BHV Marais, que encarna la calidad del comercio parisino, con lo que asegura es una representante de la moda ultrarrápida, con un modelo basado en la explotación social y la contaminación textil masiva.
La llegada de Shein a Francia con su primera tienda física permanente marca un hito en su estrategia de expansión y podría llegar a redefinir el sector textil francés, pero no estará exenta de controversia.


