La política vuelve sobre la opa

La ventana indiscreta

La política vuelve sobre la opa
Adjunto al director

La posible pérdida de la sede y los servicios centrales del Sabadell si triunfa la opa lanzada por el BBVA sigue agitando las aguas de la política catalana pese a que el momento álgido de la intervención de las autoridades pareció quedar atrás cuando hace unos meses Carlos Cuerpo, el ministro de Economía, anunció las condiciones del Gobierno para autorizar la operación.

El próximo martes el Parlament acometerá el debate sobre la orientación política general del Govern, el segundo desde que Salvador Illa asumió la presidencia de la Generalitat y el grupo parlamentario de Junts, que encabeza Albert Batet, piensa presentar una propuesta de resolución instando al Gobierno de Pedro Sánchez, a la Comisión de valores (CNMV) y al Banco de España “a suspender cualquier validación definitiva de los efectos de la opa del BBVA sobre el Sabadell y a establecer el requisito de que la operación hostil solo pueda prosperar si cuenta con el apoyo de al menos el 50% del capital social del Sabadell”.

El mexicano Martínez renuncia a 100 millones de dividendo del Sabadell; ¿Cuál es la causa?

Desde el inicio de la operación, Junts ha sido muy crítico con ella y ha estrechado lazos con la cúpula del banco, encabezado por Josep Oliu y con los sectores empresariales locales, en este caso con Josep Sánchez Llibre, el presidente de Foment, al frente, que la veían como una amenaza para el tejido económico. También ha considerado que el Gobierno de Sánchez no ha sido suficiente duro en sus condiciones y recuerda que el de Giorgia Meloni en Italia, no ha tenido problemas para desbaratar la opa de Unicredit sobre BPM pese a que en ese caso también Europa estaba observando con lupa sus movimientos.

Ahora, pasada esa fase, se antoja difícil encontrar la herramienta legal vigente que podría utilizar el Gobierno para hacer lo que pedirán los independentistas de Carles Puigdemont en su próxima propuesta de resolución en el Parlament. De hecho, según ha podido saber este diario, técnicos próximos a esta formación política han dedicado semanas a buscar posibles instrumentos legislativos para bloquear o, cuando menos entorpecer o dificultar la marcha de la operación. Pero la prospección no ha dado frutos de momento.

SESION DE DEBATE DE POLÍTICA GENERAL DEL PARLAMENT DE CATALUNYA. Segunda jornada del debate de política general que acoge el Parlamento de Catalunya, con las intervenciones de los líderes de los grupos parlamentarios y las réplicas del presidente de la Generalitat, Salvador Illa.

Illa, en el centro, observado por Batet, a la derecha, en una sesión del Parlament

Mané Espinosa

Pero es obvio que la propuesta de Junts va más allá de la literalidad administrativa. Su sentido es cien por cien político. Sabedores del rechazo ambiental que genera la operación en amplios sectores sociales de Catalunya, los juntaires podrían intentar sumar a ese clima el castigo a los partidos más tibios en esta guerra empresarial y económica. El Parlament ya aprobó en julio pasado una propuesta similar en la que ya cuajó un bloque favorable y mayoritario a pedir al gobierno “denegar la autorización de OPA que el BBVA tiene formulada sobre el Banco Sabadell”, que contaba con los votos de Junts, ERC, Comuns y Aliança Catalana; el contrario de PP y VOX; y la abstención del PSC. De salir adelante la opa, el president Illa apenas habrá podido saborear unos meses las mieles del rutilante simbolismo del retorno a Catalunya de la sede del Sabadell, uno de los pocos tesoros salvados del naufragio financiero de la gran crisis del 2008, junto con la galaxia de La Caixa de Isidro Fainé.

Por otra parte, a Junts, un postrero empujón a favor de la causa, agitar de nuevo en este momento la bandera del rechazo a la opa, justo en los días en las que se cierra el plazo de aceptación por parte de los accionistas del banco catalán, le sirve de recordatorio de lo que a su juicio se jugaría Catalunya en el envite, lo que podría azorar alguna conciencia y rebajar las adhesiones a la propuesta del banco que preside Carlos Torres.

Como se puede comprobar simplemente repasando los titulares de las dos entrevistas que este diario publica hoy a los responsables ejecutivos de ambos bancos, la disparidad de las apuestas sobre el seguimiento de la oferta apenas podrían ser mayores. Pronto se saldrá de dudas.

Por ello, gran parte de la atención estos últimos días se ha centrado en el cambio de frente del mexicano David Martínez, propietario de casi un 4% del capital del Sabadell. Tras tomar partido contra la opa, al considerar inicialmente muy bajo el precio ofrecido por el BBVA, se descolgó en el último consejo del banco catalán anunciando que la aceptaba tras una subida del 10%, que el resto de consejeros consideró insuficiente y alejada de sus expectativas, situadas en torno al 20% o 25%.

Junts presentará este semana en el Parlament una propuesta contra la opa del BBVA

La decisión del mexicano tiene su miga. Por un lado acumula grandes plusvalías por su participación en el Sabadell. Compró en el año 2013 invirtiendo unos 275 millones. Ahora, con la opa se embolsará unos 375 limpios de polvo y paja, más de un 140% de plusvalía. Pero no es menos cierto que no acudiendo tenía asegurados 100 millones por el dividendo extraordinario que pagará el banco catalán a comienzos del año próximo con el dinero procedente de la venta del TSB británico al Santander.

¿Ha optado por las plusvalías directas en la opa en lugar de esperar un dividendo que tal vez podría acabar penalizado por una caída de la acción una vez la oferta el BBVA fuera cosa del pasado? ¿O se habrá cobrado el valor político de dar un paso crucial en el momento de más suspense de la opa, cuando las espadas estaban en alto y el fiel de la balanza seguía sin decantarse? En esta segunda opción, Martínez podría acabar con el BBVA como socio estratégico o como financiador blando de sus negocios y de los de sus socios en México y en Latinoamérica. La presencia del BBVA en el país azteca es enorme y ser su socio allí no es una minucia. En este caso, Martínez habría sopesado en el momento de tomar su decisión muchas más cosas que simplemente precios de compra y dividendos en la opa.  Como ocurre siempre en el mundo de los negocios. Veremos.

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