El sector fotovoltaico podría morir de éxito si no hay cambios en el sistema de precios eléctricos. Esta tecnología podría terminar el 2025 como la principal generadora de electricidad de España, lo que se ha trasladado en una importante caída del precio medio de la electricidad. Pero lo que es una excelente noticia para los consumidores, no lo es tanto para las empresas del sector.
Unef, la patronal del sector ha alertado este martes del terreno peligroso en el que están adentrándose los proyectos del sector a medida que la energía renovable gana presencia en la generación eléctrica y provoca que el número de horas a precio cero se multiplica.
Hasta el mes de septiembre de 2025 ya se han acumulado 751 horas en las que el mercado ha marcado precios cero, frente a las 696 en las que cerró el año 2024. Esto ha implicado una caída de alrededor del 15% de los precios medios del megavatio hora para las plantas fotovoltaicas que ha pasado de una media de 42,4 euros en 2024 a 33,9 euros en lo que va de 2025.
“Los precios cero son el elefante en la habitación. Su efecto es desigual, pero hay plantas que estarían en riesgo de quiebra y amenaza tanto la entrada de nuevos generadores fotovoltaicos como el cumplimiento de los objetivos de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Urge encontrar una solución para esta situación para poder avanzar también en el cumplimiento de los objetivos a 2030”, ha alertado José Donoso, secretario general de Unef.
Entre las propuestas que esta patronal ha lanzado está la posibilidad de que el gobierno ponga en marcha una “excepción ibérica” en sentido contrario. Es decir, que igual que en 2022, ellos aceptaron que sus beneficios no superasen un tope para evitar que desbocaran las facturas de los consumidores ante la crisis energética, ahora ven necesario rescatar a las empresas cuyos negocios están riesgo de quiebra.
Junto a ello, señala la necesidad de impulsar la electrificación para que un incremento de la demanda pueda aplanar la curva de precios en un entorno en el que la oferta crece, aunque de forma más moderada.
En total, en 2024, España cerró con 7.221 MW de nueva potencia instalada y un acumulado de 40.294 MW, en línea con el cierre del año anterior lo que todavía mantiene al país entre los 10 principales mercados mundiales y el segundo de Europa por detrás de Alemania.
La gran mayoría de ellos, 6.039 MW, se desplegaron en suelo, llegando a un acumulado de 32.157 MW. Sin embargo, el sector del autoconsumo ha enfrentado dificultades, registrando una caída del 31% en la potencia instalada respecto a 2023. Los 1.182 MW instalados durante el año pasado, elevan el total acumulado de autoconsumo fotovoltaico a 8.137 MW. “Una realidad que recuerda que, aunque hemos avanzado significativamente, aún estamos lejos de los 19 GW que establece el PNIEB para 2030 en autoconsumo”, apunta el informe.
La excepción dentro del autoconsumo es son las Comunidades Energéticas, que suelen comenzar por un autoconsumo colectivo y que permiten la participación ciudadana activa y efectiva en el sector eléctrico. En 2024 se identificaron 659 proyectos activos, frente a unos 500 estimados el año anterior. Un avance que, aunque positivo, Unef lo considera lento por lo que también reclama “medidas de impulso, como un marco normativo nacional propio y específico”.
En el caso del almacenamiento, España acumuló 2.205 MWh de capacidad detrás del contador desde 2022, aunque el ritmo de instalación cayó un 34% en 2024 respecto al año anterior. Existen ya más de 9,5 GW de almacenamiento con permisos de acceso, pero es necesario acelerar la regulación para su desarrollo a gran escala.
