La red que nos mantiene conectados en nuestros desplazamientos diarios

Transporte

 La tecnología ha convertido cada desplazamiento en una prolongación de nuestra vida habitual. En el metro o en el tren, nuestra vida digital hoy no se detiene

Miles de personas se desplazan cada día en transporte público

Miles de personas se desplazan cada día en transporte público 

H.Kints

Cada mañana, millones de europeos se suben al tren o al metro con un gesto casi automático. Sacan el móvil del bolsillo y siguen con su vida digital mientras el vagón se pone en marcha. Basta una mirada alrededor para comprobarlo. Un estudiante responde a los mensajes de WhatsApp de su grupo de amigos, una joven termina de ver el capítulo de la serie que le quedó pendiente la noche anterior. A unos metros, una ejecutiva concluye en su tablet el informe que debe enviar antes de comenzar la jornada mientras quien está sentado a su lado escucha su podcast favorito. Como si estuviesen en su propia casa, como si ya hubieran llegado a la oficina. 

Cada una de estas escenas cotidianas revelan una transformación profunda. Estos trayectos, que antes eran tiempo de espera, hoy son espacios vivos y conectados, donde nuestra cotidianeidad continúa sin interrupciones. La conectividad se ha convertido en un hilo invisible que une cada aspecto del día a día. Mientras el tren avanza y el metro recorre túneles subterráneos, estamos trabajando, aprendiendo, entreteniéndonos o conectándonos con los demás.

La conectividad se ha convertido en un hilo invisible que une cada aspecto del día a día. Mientras el tren avanza y el metro recorre túneles subterráneos, estamos trabajando, aprendiendo, entreteniéndonos o conectándonos con los demás

Europa cuenta con una de las redes ferroviarias más extensas y activas del mundo, con miles de trenes que circulan por más de 200.000 kilómetros de vías cada día. Al mismo tiempo, el metro se ha convertido en una arteria urbana esencial, que transporta a más de 60 millones de personas cada día por las redes del continente. La digitalización se ha integrado de manera natural en la rutina de millones de ciudadanos, haciéndolo también en todos nuestros desplazamientos. 

Ciudades como París, Londres o Barcelona ya ofrecen Wi-Fi gratuito o cobertura 5G en gran parte de sus redes de metro y tren. Pero no son solo las grandes ciudades. La Unión Europea se ha propuesto que, en 2030, el 100% de los trenes de pasajeros ofrezcan acceso fluido a Internet. Y no solo eso, sino que la integración con las Smart Cities y el Internet de las Cosas permitirá que trenes y metros se comuniquen con las infraestructuras urbanas.

Red de metro en Londres

Red de metro en Londres 

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El reto de llevar el 5G a nuestros desplazamientos

En este camino hacia la movilidad digital, empresas como Cellnex desempeñan un papel esencial. La compañía gestiona infraestructuras de telecomunicaciones que permiten a operadores y empresas ofrecer cobertura continua incluso en los entornos más complejos, como túneles, estaciones subterráneas o tramos de alta velocidad. 

“Gracias a sus características, el sistema 5G activará nuevas funciones y servicios”, explica Andrea Paniccia, de Cellnex Italia, durante su intervención en Connecting the dots. Un videopodcast sobre cómo las conexiones invisibles lo hacen todo posible. Este 5G “supone un valor añadido para tener conectividad en el tren sin interrupciones, con infraestructura robusta y para un usuario que necesita datos y servicios de voz de alta calidad en todo momento”, continúa.

Las estaciones de tren son uno de los lugares más concurridos donde millones de personas se encuentran cada día

Las estaciones de tren son uno de los lugares más concurridos donde millones de personas se encuentran cada día 

Andrew Holt

Ahora bien, conseguir esa conexión estable en movimiento no es una tarea fácil. Cada kilómetro de túnel, cada vagón y cada pasajero conectado supone un desafío técnico. La señal debe atravesar diferentes estructuras, adaptarse a variaciones de velocidad, soportar la densidad de pasajeros y mantener la calidad sin cortes. Detrás de un simple clic, hay kilómetros de cableado, antenas y centros de datos que trabajan de forma sincronizada para que el pasajero pueda enviar un mensaje, subir un archivo o ver una serie sin notar la diferencia entre estar bajo tierra o en superficie. 

Uno de los aspectos más complejos es alcanzar la baja latencia, es decir, que el tiempo que tarda la información en viajar de un dispositivo al sistema central, y al revés, sea mínima para que los pasajeros disfruten de una conectividad fluida. Se trata de un concepto crítico para las comunicaciones personales, pero también para la gestión del tráfico ferroviario, la seguridad de los pasajeros y la coordinación de los sistemas automatizados.

La Unión Europea se ha propuesto que, en 2030, el 100% de los trenes de pasajeros ofrezcan acceso fluido a Internet

Red de carreteras en Qingdao City, China

Red de carreteras en Qingdao City, China 

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La conectividad ya mira al futuro

La labor de empresas como Cellnex es esencial para que esto sea posible y la conectividad total en los trenes sea un hecho en 2030, tal y como persigue la UE. Mucho más si ponemos nuestra mirada en el sistema ferroviario del futuro, ese del que llevamos tiempo hablando y que promete la existencia de trenes sin conductor. En París ya hay varias líneas de metro que funcionan sin ellos y Madrid tiene el objetivo de que, en un par de años, la línea 6 circule también de forma automatizada. 

Este tipo de sistemas requieren una conectividad ultraestable y una comunicación instantánea entre trenes, estaciones y centros de control. “Esto significa poder integrar servicios críticos, como la conducción automática o los sistemas autónomos dentro de los vagones, gestionando de manera precisa todo el tráfico ferroviario”, explica Andrea Paniccio.

Uno de los aspectos más complejos es alcanzar la baja latencia, es decir, que el tiempo que tarda la información en viajar de un dispositivo al sistema central, y al revés, sea mínima para que los pasajeros disfruten de una conectividad fluida

Fomentar una buena red de transporte público en zonas rurales es esencial para mejorar la vida de las personas

Fomentar una buena red de transporte público en zonas rurales es esencial para mejorar la vida de las personas 

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Todo ello configura un nuevo modelo de transporte inteligente. La conectividad mejora el viaje del pasajero, al tiempo que impulsa la competitividad económica y la cohesión social. El resultado de esta revolución silenciosa que avanza sobre raíles son ciudades más coordinadas, desplazamientos más previsibles y una movilidad más humana. 

Cada vez que un pasajero sube a un tren y se conecta al Wi-Fi o al 5G sin pensarlo, está participando en una transformación colectiva. Detrás de ese gesto cotidiano hay un esfuerzo tecnológico colosal, impulsado por compañías como Cellnex, que hacen posible que la red nunca se detenga. Cada kilómetro conectado es un paso hacia un futuro donde viajar y estar conectado son sinónimos, donde la innovación y la vida cotidiana se encuentran en el mismo vagón. El tren avanza y Europa sigue moviéndose, conectada, hacia un futuro sin interrupciones.

La conectividad mejora el viaje del pasajero, al tiempo que impulsa la competitividad económica y la cohesión social. El resultado de esta revolución silenciosa que avanza sobre raíles son ciudades más coordinadas

El metro de Nápoles, un ejemplo de conectividad 5G

Alrededor de 150.000 personas utilizan cada día el metro en Nápoles, un espacio que, gracias a la conectividad 5G, ha dejado de ser un punto ciego bajo tierra para convertirse en una extensión natural de la vida digital de la ciudad. Hoy, los viajeros pueden escuchar música, enviar mensajes, seguir una reunión o consultar la actualidad mientras se desplazan bajo el corazón histórico napolitano. 

“El 5G permite que los usuarios mantengan sus comunicaciones privadas, familiares, laborales o relacionadas con el turismo o el ocio. También te permite estar informado de la actualidad”, explica Vincenzo Orazzo, director general del metro napolitano, antes de recordar que lograrlo resultó un reto mayúsculo.

Metro de Nápoles

Metro de Nápoles 

Getty Images - Rob Tilley

“Hicimos la instalación del 5G junto con Cellnex”, recuerda. Y las condiciones para lograrlo no eran fáciles. “Toda la línea desde la estación central hasta el puerto transcurre a 35 metros bajo el nivel del mar”, explica Orazzo. “Y hay dos túneles separados, de modo que el trabajo de instalación de antenas fue realmente muy complicado”, recuerda Orazzo. 

Pero el esfuerzo conjunto entre Cellnex Italia, el Ayuntamiento de Nápoles y la empresa pública ANM mereció la pena y hoy la red metropolitana de la ciudad italiana presume de una conectividad estable y de alta calidad. Este avance no solo mejora la experiencia de los pasajeros, sino que también sienta las bases para un transporte más moderno, digital y sostenible. Cuando los napolitanos se trasladan en metro lo hacen a la velocidad del 5G.

DESCUBRE EL VIDEOPODCAST DE CELLNEX
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