Raúl Berdonés, presidente de Secuoya, el mayor estudio de producción audiovisual español, está estudiando ubicaciones para construir un complejo en el área metropolitana de Barcelona, donde se plantea ejecutar una importante inversión. De salida, el empresario busca un terreno de al menos 100.000 metros cuadrados; iniciales, pues pretende ampliarlos en el futuro, objetivo nada fácil en una zona tan saturada de población, instalaciones industriales e infraestructuras. La empresa está interesada en el proyecto de transformación de las antiguas instalaciones de la cementera de Vallcarca (Sitges), propiedad de la constructora FCC.
El empresario, que junto con su socio Pablo Jimeno controla el 80% de la compañía –el restante 20% está en manos del fondo Gala Capital–, ha mantenido conversaciones sobre su proyecto con el conseller de Presidència de la Generalitat, Albert Dalmau, quien ha ofrecido la colaboración de la Administración catalana para facilitar la viabilidad de la inversión.
Berdonés fundó Secuoya Content en el 2008 y en el año 2024 ya facturó 142 millones de euros, con un beneficio operativo (antes de amortizaciones e impuestos) de 59 millones.
El principal centro de actividad de Secuoya es el Madrid Content City, en Tres cantos, un complejo de 240.000 metros cuadrados que reúne 12 estudios, igual número de almacenes, edificios de oficinas y una universidad para 7.000 alumnos y una zona comercial y de servicios. El segundo más grande de Europa. En esas instalaciones, Netflix, que alquila el espacio a Secuoya, ha producido numerosas serias y películas de éxito, desde La casa de papel hasta La sociedad de la nieve. Ahora, el centro de Secuoya es un referente internacional de producción audiovisual.
Raúl Berdonés
Según las fuentes consultadas, el proyecto de Secuoya en Barcelona prevé especializar el futuro centro en unos contenidos diferentes a los que ya produce en Madrid y prevé sucesivas ampliaciones en función de la evolución del negocio.
La Generalitat está muy interesada en potenciar el sector audiovisual. Por un lado, impulsa el Catalunya Media City, un centro de producción en las Tres Xemeneies de Sant Adrià de Besòs. Por otro, está financiando la ampliación del Parc Audiovisual de Catalumnya (PAC), que contará con un plató de 2.200 metros cuadrados, el más grande de España.
El Goya del marido de Aguirre
Se espera en pocos días el fallo del juez de primera instancia 49 de Madrid sobre un litigio que divide a la aristocrática familia Ramírez de Haro a cuenta del reparto de los ingresos de la venta de un cuadro de Goya, el retrato del marqués de Villanueva del Duero, parte del legado del padre, fallecido en el 2010. El exclusivo beneficiario de la venta de la obra al empresario ya fallecido, Juan Miguel Villar Mir, fue el mayor de los hermanos, Fernando Ramírez de Haro, esposo de la expresidenta madrileña y líder del PP Esperanza Aguirre. Esta última no aparece tan solo como consorte en el relato de los hechos que realiza en el juzgado Íñigo Ramírez de Haro, denunciante y hermano del denunciado Fernando.
Según Íñigo, en el 2012, otro hermano, Javier, le comunicó “haber recibido una llamada de Esperanza Aguirre (...) explicando, afectada y entre sollozos, que Fernando y ella se encontraban en una situación económica desesperada por una deuda de siete millones de euros que no podían cubrir con la venta de las fincas”.
Esperanza Aguirre durante la presentación de su libro 'Una liberal en política de Esperanza Aguirre en la Casa del Libro de Barcelona a finales de mayo
Según la denuncia de Íñigo, cuyo abogado es el valenciano Juan Garcés –quien fue estrecho colaborador del expresidente chileno Salvador Allende–, su hermano Fernando, su hermana Beatriz y la viuda del padre en calidad de usufructuaria “procedieron a inventar que el padre fallecido en el 2010 habría donado verbalmente en el 2006 el cuadro a D. Fernando y ‘crear’ así, en el 2012, un ‘título’ que posibilitara a este vender el cuadro a terceros”.
La pintura de Goya se vendió en julio del 2012, “como propiedad privativa” de Fernando, por 5,8 millones de euros. Por cierto, la valoración de Sotheby’s era muy superior, según la denuncia. El demandante reclama a su hermano mayor los más de 800.000 euros que le corresponderían de la venta de la obra del genial aragonés.