Las aerolíneas siguen sacando partido a la limitada capacidad del aeropuerto de Barcelona. Aunque El Prat va camino de sobrepasar de nuevo su límite técnico de pasajeros este año, las compañías han redoblado la oferta para la temporada de invierno, que arranca justo ahora y finalizará en marzo.
Lo hacen con aviones de mayor tamaño y exprimiendo al máximo la operativa, con vuelos en las franjas horarias que no están tan saturadas. No queda más opción hasta que la ampliación acordada en junio pasado no se haga realidad, y para eso falta aún una década como mínimo.
Las conexiones dentro de España, en cambio, retroceden en la recta final del año
Son las aerolíneas de largo radio las que más incrementan la capacidad. El número de asientos ofertados para volar a Norteamérica crece un 33% en comparación con la temporada de invierno anterior, indican los datos de Aena. Así, Barcelona contará con más de 810.000 plazas (ida y vuelta) para conectar con esa región a través de 13 rutas, dos más que hace un año.
El incremento se debe, básicamente, al mercado de Estados Unidos. La demanda parece haber superado el choque que supuso la llegada de Donald Trump al poder y el país vuelve a ser atractivo para los viajeros europeos. Así al menos lo entienden las aerolíneas, que han lanzado un 34,6% más de capacidad a Estados Unidos. Es el caso de Level, que ofrecerá un 58% más de asientos que el invierno pasado en sus vuelos desde Barcelona.
El país norteamericano ha entrado, de hecho, en el top ten de destinos mejor conectados en El Prat, con un 2,8% de cuota.
Otra de las regiones que crece con fuerza es la de Asia-Pacífico. El creciente interés de las compañías chinas y coreanas por volar a Barcelona ha impulsado la oferta un 32,4% este invierno. Pese a que se trata de la zona con menos cuota en el aeropuerto (1,7%), se considera una apuesta estratégica para captar inversiones y atraer un turismo de alto poder adquisitivo. En total, la capital catalana contará con 8 rutas a esa región, una más que hace un año, prácticamente todas a diferentes ciudades chinas y a Seúl.
La capacidad con Oriente Medio, África y Latinoamérica crece asimismo, de manera que el mercado intercontinental suma ya un 15,3% de cuota. Son las conexiones que se pretende impulsar con la ampliación del aeropuerto, sujeta aún a los permisos ambientales de Bruselas.
En cambio, las conexiones nacionales retroceden. El aeropuerto pierde cinco rutas (mantiene 38) y un 5,5% de capacidad en el mercado interno. Se trata básicamente de conexiones peninsulares que han dejado de ser atractivas por la escasa demanda y la competencia del ferrocarril. Por su parte, los vuelos con Europa vuelven a crecer, con 16 rutas más, lo que consolida Barcelona como una de las ciudades mejor conectadas con el continente.
En conjunto, las aerolíneas han programado para la temporada de invierno un 4,7% más de asientos en Barcelona, con lo que es casi seguro que el aeropuerto vuelva a superar los 55 millones de viajeros este 2025. Entre las compañías que más han reforzado la operativa destaca Vueling, con más de 10 millones de asientos en El Prat, su mayor oferta hasta la fecha. La low cost ha apostado especialmente por la conectividad con Francia, sumando un 10% más de asientos, y las islas Canarias, donde añade casi un 6% de plazas. WizzAir, que ya se sitúa como tercera compañía en el aeropuerto, ha incrementado asimismo su programación.
No ocurre lo mismo con Ryanair. La irlandesa ha recortado su capacidad un 5% en Barcelona (también lo ha hecho en Barajas, además de en algunos aeropuertos regionales), con unas ocho rutas menos que en la temporada anterior. Se trata principalmente de los vuelos con Canarias, donde ha retirado miles de plazas en su pulso con Aena para que rebaje las tarifas aeroportuarias.
